Una novela didáctica que trata de las angustias disfuncionales de un chico desubicado y que tiene problemas muy fuertes, al grado de haberle ocasionado un aborto a la esposa del director del colegio golpeandole el vientre. Después de 5 años la historia es contada por el joven de 18 años de edad Gerardo Hernández. Este libro es un verdadero mensaje urgente de superación familiar. No podemos seguir fingiéndonos sordos ante el grito desesperado de un hogar que cada día se desintegra más. Si le es posible detectar en su casa uno solo de los siguientes puntos: Rebeldía y falta de respeto de los hijos, Hostilidad y burlas entre hermanos, Discusiones hirientes, Prolongados periodos de indiferencia, Poca confianza para compartir sentimientos, Frialdad de alguno de los padres, Vicios, en la lectura de esta novela hallará conceptos que pueden cambiar su vida y la de sus seres queridos.
Una gran novela que deberíamos leer de cajón los padres, de hijos adolecentes principalmente, ya que muchas veces no nos damos cuenta cuando nuestros hijos sufren y ellos de muchas maneras intentan llamar nuestra atención al grado de sacrificarse ellos mismo.
Me lo leí en el colegio... un libro de auto ayuda que me ayudó a darme cuenta que no me gustan los libros de auto ayuda
Es un libro que si bien tiene un buen mensaje por dejar aveces sentía que había ejemplos que ponía el libro que si bien se entendía su intención daban mal el contexto sin embargo aprecio mucho los consejos dados que si algunos en mi opinión no eran los mejores pero otros fueron muy valiosos y acertados
La gente necesita ser aceptada y querida por los demás. es una necesidad psicológica del ser humano; prueba de ello es que cuando nos vemos desplazados o ignorados, la ira se despierta fácilmente en nosotros.
El padre que hereda solo dinero deja a sus hijos en la pobreza; el que hereda principios les da un motivo para vivir.
Los actos valen mil veces más que las palabras. No es conveniente sermonear continuamente a los hijos pues ellos observan mucho mas de lo que escuchan. Denles un ejemplo digno y cabal y las palabras de corrección saldrán sobrando.
"Con cada disgusto de los padres se siembra en lo mas hondo del ser infantil la semilla de la inseguridad. Y eso, además de injusto y vil, es innecesario"
El hombre sano y triunfador exalta su corazón primeramente a Dios y en segundo lugar a su familia. Después puede querer a cualquier otra persona, pero si los primeros dos sitios del espíritu se alteran, sobreviene el desequilibrio y con el desequilibrio el mal.
Todo aquello a lo que le temes tiene su origen en el seno de una familia. Son las familias las que decaen y, cuando pierden su esencia, el hombre se autodestruirá irremediablemente.