EL LUNES NOS QUERRÁN

Se da la circunstancia de haber solapado esta lectura con El clan del oso cavernario. Desde entonces, y mira que han pasado años, la gran lacra de la mujer continúa siendo el machismo. Ojo, cuando utilizo esta palabra, también incluyo al sexo opuesto como brazo ejecutor,y si alguien se está echando las manos a la cabeza, mejor que no siga leyendo. La ley mordaza por lo políticamente correcto, conmigo no funciona. Lo siento. Otra cosa son las circunstancias opresivas,educacionales y costumbristas que convierten a la mujer en su propio enemigo a lo largo de los siglos. El origen, sí muchachos, el macho pecho peludo. Aunque nos duela. Tengo una empresa de limpieza. Cuando una persona por el motivo que sea, no puede acudir a su puesto de trabajo, somos mi cuñado y yo los que nos ocupamos de cubrir los servicios. Es curioso que en los barrios más cerrados (esto no va de nivel cultural ni económico) llueven las quejas y siempre es la mujer quien la realiza. Los hombres no saben limpiar. Aunque todo este reluciente. ¿No es esto acaso machismo? Y, ¿qué tendrán que ver las cavernas y estos barrios con la novela? Mucho. Son clanes cerrados donde salirse de la norma conlleva como mal menor la muerte social. Sumemos la discriminación racial, los prejuicios, el desconocimiento y el querer imponer nuestro pensamiento en lugar de hacer algo tan simple como dar una mano que acompañe y ayude a caminar. La batalla está perdida antes de comenzar. Deberíamos gritar menos y comprender más. En este escenario actual, la protagonista de esta epístola, musulmana y adolescente no pretende otra cosa que ser ella misma, y la libertad de poder elegir como vivir su vida. Si a esta edad en condiciones más favorables la complejidad de buscar tu sitio es alta, imaginen hacerlo bajo la opresión de tu clan cavernario, el yugo de ser mujer y el rancio sentimiento del decoro, honor y pureza que parece haberse inventado solo para ellas. En el aprendizaje la gran virtud es el error, arma de doble filo, cuando la sociedad está construida para darte la espalda en todo. Pese a no estar de acuerdo con algunos matices, la novela me ha gustado mucho, por su sencillez, y por un mensaje apabullante dentro de esta simpleza en la escritura, no es un libro que destaque por una prosa maravillosa, pero es valiente, directo y esclarecedor, no porque cuente algo que desconozcamos, lo sabemos, pero miramos para otro lado. Me ha tocado ser padre de dos niñas, una ya en plena adolescencia, y por tanto en casa no puedo comparar el trato diferenciado que pudiera tener con chico y chica, lo que tengo claro es que resulta mucho más edificante en esta aventura darles la mano y acompañarlas en sus búsquedas, en sus errores y en sus triunfos que imponerles normas más allá de la hora o la llamada si van a retrasarse. No entiendo como hoy continúa esta represión y estos dogmas fomentados por hombres y mujeres que siguen sin abandonar las costumbres neardentales. No siempre se han de dar premios a escrituras pulcras, los mensajes también merecen estatuillas y en este caso el galardón me parece acertado. Hombres, os invito a la lectura con la mente abierta. Ya he sufrido algún abandono por decir lo que pienso. Aquí mismo, en este foro. Cuando se lanzan desde los medios algunas proclamas radicales en aras de tendencias y votos, son verdades a medias. La ideología rebaño. Siendo el hombre el mayor causante del machismo (que duda cabe) para que todos estemos juntos en la lucha, es hora de señalar a todos los culpables, venga del género, religión o raza que sea, si solo se hace con el varón, perdemos al 50% del ejército y no ganaremos jamás la batalla. Puedes discutir mis pensamientos, pero el respeto es innegociable. La novela...invita a una reflexión más profunda que no solemos tener en nuestras proclamas.

Esta novela, estructurada en dos partes y escrito en primera persona desde el punto de vista de una hija de marroquís en un barrio del norte de España, me ha ayudado a comprender mejor estas mujeres, que siguen usando sus vestimentas aunque no estén en su país. Es como una carta que se conecta directamente al lector. Me ha parecido curioso que el nombre de la protagonista aparezca sólo una vez y bien avanzada la novela, como si diera igual el nombre porque representa a todas las chicas que pasan por lo mismo. La primera parte nos desarrolla una historia siendo ella soltera y llena de sueños y en la segunda parte, ya casada, la vemos luchando por cada uno de ellos. Por supuesto, nunca he pensado que la culpable sea ella, la mujer que lleva años siendo anulada, puñetazo y grito tras desprecio. El miedo es libre y la desesperación te lleva a no querer cambiar las cosas. Desde luego, gracias a personas como Naíma, es como una sociedad llega a desarrollarse. Una novela ganadora de un premio muy merecido, desde luego muy recomendable.

El lunes nos querrán es una novela escrita por Najat el Hachmi, una joven nacida en Marruecos, que a los 8 años fue con sus padres a vivir en Vic, localidad de Cataluña. Con esta novela ganó el prestigioso premio Nadal en el año 2021. La novela es una larga carta que la protagonista escribe a su mejor amiga, la que la ayudó a intentar ser libre. En ella se tratan varios temas: el más importante es la contraposición entre seguir las imposiciones sociales, culturales, religiosas, etc. aunque eso signifique renunciar a lo que tú eres realmente, y ser libre pero arriesgarte a que todos te hagan el vacío y estés sola en la vida. También trata temas como la integración de los extranjeros en los países de acogida, el sexo, el maltrato a la mujer, la anorexia y la bulimia, etc. En resumen, me ha agradado el libro, ya que trata sobre temas que son interesantes, y los personajes principales también me ha gustado como los ha caracterizado.

“El lunes nos querrán” es la primera novela que leo de Najat y posiblemente no será la última. La novela está narrada en primera persona a través de una chica adolescente marroquí que se traslada a vivir a un barrio a las afueras de Barcelona desde que es pequeña. Esta adolescente nos cuenta su historia, el como vive las circunstancias de esos dos mundos. Por un lado, tiene la obligación de ser una buena hija, una buena musulmana que debe cumplir ante todo el concepto de “buena chica” y por otro lado, quiere ser quien ella siente que es; quiere equivocarse, quiere estudiar y ante todo quiere poder ser ella misma. Es un libro que se pude leer bastante rápido y capaz de ser conciso e ir al grano sin necesidad de meterte demasiadas florituras para que el lector entre completamente en la historia. Libro cargado con una contundente crítica social al estado de la mujer musulmana principalmente (En su sociedad propia pero también con toques críticos en la sociedad occidental) pero también el estado de la mujer en general. “Lo único que queríamos era ser amadas. Tal como éramos, sin más. Sin tener que recortarnos ni adaptarnos ni someternos. Ni tapadas ni hambrientas ni perforadas por mil agujas ni embadurnadas en cremas ni embutidas en telas. Solo con nuestros cuerpos, que somos nosotras, con nuestro carácter, que también somos nosotras, con nuestros pensamientos y nuestras emociones y nuestras heridas, las cicatrizadas y las abiertas” Esta es la frase con la que se da final al libro y para mí un resumen maravilloso del mensaje que la escritora transmite con esta historia. Lectura completamente recomendada.

Empecé a leer este libro con las reticencias habituales que se suelen tener sobre las inmigrantes musulmanas que viven en España. En el fondo, la mayoría pensamos que viven sometidas porque no quieren salir de ese estado y se conforman con su vida de esclavitud de las normas islámicas y las costumbres milenarias de sus pueblos de nacimiento. Reconozco que Najat El Hachmi me ha sorprendido. Porque he visto en su libro que también hay muchas musulmanas que están deseando salir de ese estado de sometimiento en el que viven y no saben cómo ni reciben mucha ayuda para hacerlo. Las musulmanas que han nacido fuera de España pero que llevan aquí viviendo tiempo y mucho más la segunda generación que ya ha nacido aquí, se dan cuenta de que las “cristianas” (como ellas nos llaman) tienen mucha más libertad, visten como quieren, estudian, trabajan, salen a divertirse con amigos de ambos sexos y tienen sueños y esperanzas de futuro. Y muchas musulmanas quieren ser como nosotras y lo intentan, aunque eso les cueste enfrentarse con todo su mundo. Normalmente, estos inmigrantes viven juntos en los mismos barrios, que acaban convirtiéndose casi en ghetos y en los cuales siguen rigiendo las mismas costumbres islámicas de sus países. Y las mujeres que se las saltan pasan a ser consideradas como “putas” y condenadas al ostracismo por su propia familia y por todos los vecinos. Así que, las que se atreven a contravenir todo ese mundo de sometimiento se ven abocadas a tener que abandonar su barrio y su familia si quieren seguir viviendo como mujeres libres. E incluso algunas son tan valientes que lo hacen, para encontrarse con que ya no son musulmanas decentes pero tampoco se sienten integradas en nuestra sociedad, ya que muchos españoles siguen teniendo muchos recelos respecto de los “diferentes”. El problema de no haber sido nunca una mujer libre es que de repente, la que rompe con todos los condicionamientos religiosos, se encuentra con que no sabe que hacer con esa libertad y ni siquiera está segura de que lo que está haciendo como mujer libre es lo que realmente quiere hacer. La libertad se aprende ejerciéndola, como muy bien decía Clara Campoamor. El problema es que éste es un camino muy duro de prueba y error, en el que además se encuentran casi completamente solas. Y eso las hace equivocarse muchas veces y también sentirse una mujer precariamente independiente sin raíces a las que poder volver o pedir ayuda. Lo que me ha enseñado este libro es que en realidad todas las mujeres lo que queremos es ser felices y ser aceptadas como somos sin necesidad de someternos a duros procesos físicos y mentales para encajar en los estereotipos que la sociedad, la moda y el marketing nos imponen. Poder ser nosotras mismas, interactuar sin necesidad de caretas y ser apreciadas por otras personas que nos quieran tal y cual somos. Así que, en realidad, no somos tan distintas. Pero sí es verdad que ellas lo tienen mucho más difícil que nosotras. Porque nosotras sólo tenemos que luchar contra esa dictadura de los estereotipos sociales. Ellas, previamente, se agotan luchando contra todas las restricciones que les imponen su religión y sus costumbres, sin tener una hoja de ruta clara de como conseguirlo. Y para cuando han conseguido superar ese primer y dificilísimo obstáculo, se encuentran de nuevo en otra casilla de salida donde su enemigo son los ya citados estereotipos de las sociedades modernas. Entiendo perfectamente que la protagonista de esta novela, Naíma, se sienta completamente desencantada y perdida en ese mundo de libertad que ha conquistado a base de muchas y dolorosas renuncias, ya que en él no ha encontrado el reconocimiento y la felicidad que buscaba. Esta lectura me ha hecho plantearme muchas cosas respecto a mis creencias sobre este tema. Antes, cada vez que veía a una mujer con un velo en una ciudad occidental, no entendía cómo no se rebelaba. Ahora entiendo que ese camino es todavía mucho más duro de lo que yo pensaba y hay que ser muy fuerte para emprenderlo.

Despuès de mucho tiempo de haberlo visto, me decido a leerlo. Me ha sorprendido para bien, me ha parecido muy actual, muy ameno, y muy adelantado para la vida de las protagonistas. Nos cuenta la historia de una joven musulmana, que me hace gracia, cuando se dice a ella misma mora, como piensa de manera tan distinta sobretodo a sus padres. Muy moderna para su religiòn, demasiado en algunas ocasiones, alocada, divertida y muy atrevida. Pasa por su juventud, el amor, el casarse, la vida de ama de casa, su amistad especial con su amiga del alma. Situaciones que compartiràn y viviràn de una manera especial, tanto buenas, como malas. El tema del racismo y el machismo estàn presentes en casi todo el libro, como no podìa ser de otra manera en esta cultura. Pero no deja de ser un grito a la libertad de las mujeres, a las tradiciones y costumbres de la religiòn musulmana, el intento por integrarse en nuestra sociedad, y lo incompatible de ser una mujer moderna y o actual con lo que conllevan sus raìces, asì que sin duda, lo recomendarìa

Dos chicas de origen marroquí, una historia contada en forma de larga carta en la que la protagonista cuenta y agradece a su mejor amiga todo ese camino de esfuerzo y superación que han recorrido juntas. Ella ha sido su inspiración en esa lucha por ser diferentes, romper las barreras que les han impuesto desde niñas, tradiciones, religión y mitos en los que su familia y antepasados han vivido y respetado. Ellas dan un paso más, quieren ser libres a pesar del daño que puedan ocasionar. Una novela que me ha encantado. La forma en la que está escrita y el mensaje que deja se ha quedado en mi, para siempre. La recomiendo totalmente.

Una mujer marroquí afincada en el extrarradio de Barcelona nos relata con lenguaje sencillo su vida entre dos culturas. Una vida con la que no logra conciliarse porque la educación que recibe junto al entorno fuera de su comunicad contrastan y chocan sin remedio. La novela con grandes reivindicaciones feministas hacia la comunidad marroquí, donde, como la gran mayoría sabemos, las mujeres están ninguneadas y a expensas de los caprichos de sus cónyuges, es un grito por vivir, por decidir sobre tu vida y el derecho a equivocarte y enmendar tus errores sin, por ello, ser crucificado. Me ha gustado. Es una novela valiente donde se denuncian muchos temas y todos duros: Discriminación, machismo, malos tratos, fanatismo religioso, enfermedades, depresión… temas duros y muy actuales que conviven con nosotros y a los que no les prestamos la debida atención, quizá porque nos resultan incómodos. Una novela y una denuncia que fue galardonada con el premio Nadal 2021