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Sinopsis de DOÑA FLOR Y SUS DOS MARIDOS

Una novela que plasma todo el sabor, el humor y el encanto de la vida bahiana. Repentinamente viuda a los treinta años, Doña Flor, siempre desgarrada entre la voluntad y el instinto, se casa en segundas nupcias con Teodoro, el metódico y pudoroso farmacéutico de Bahía, con quien pretende estabilizar su vida. Pero, para su sorpresa, pronto se verá requerida de nuevo por su primer marido, el incorregible Vadinho, un sensual, holgazán y juerguista calavera que volverá del más allá con sus capacidades amatorias intactas, dispuesto a poner a prueba la relación de la ejemplar pareja.

9 reseñas sobre el libro DOÑA FLOR Y SUS DOS MARIDOS

Florípedez escribe a Jorge Amado dándole un consejo de la mandioca y mediante este acto nos presentan a doña Flor e inicia con las costumbres de un sepelio y como este se lleva a cabo para los dolientes; así avanzando en la historia yendo de un tiempo a otro se mezcla de costumbres que colman y perfilan a los personajes, el contexto de Bahía y la conquista de una joven. El escritor cuenta la vida de Flor y nos inmiscuye hasta la ¡cocina!, donde somos testigos de suculentos platos que se preparan y sirven en “Sabor y arte.” La vida de esta joven esposa es caótica debido a su esposo Badinho, el opuesto a ella, un pícaro sin remedio, como si ello fuera poco se suma la madre de Flor, una mujer de las que se afirma es peor que la peste, el hambre y la guerra. Esta historia ha hecho salir múltiples sonrisas y risotadas de las buenas. La des fortuna de doña Flor no solo es por la llegada de Badihno a su vida, sino también por la perdida de este, donde se evoca la lucha de la mujer por acatar ciertas directrices de la sociedad y el ser fiel a los sentidos, dando lugar al misticismo bahiano que se configura en las creencias traídas por los esclavos a través de lo que fue el mayor puerto de trata de esclavos. Tras la muerte de su esposo en pleno carnaval de Brasil, Flor queda destrozada y con cierta tranquilidad que le ofrece su nueva vida sosegada, hasta que el deseo de ser querida sucumbe a ella tras tener un pretendiente ferviente que espera por ella y resulta ser un vividor; pero acontece que desde el más allá su cuerpo ha llamado a Badinho, es allí donde se mezcla la seducción y el recato. Pronto Flor se casa con Teodoro, un hombre ceremonioso y recatado, que no logra satisfacerla en la cama debido a su acostumbrada relación con su anterior marido, quién logra venir desde el más allá sintiendo el llamado de Doña Flor. Es ahí donde inicia la lucha de flor por no traicionar al marido y por ser feliz con ambos. En un tono irónico, burlesco y coloquial en que se atreve a escribir Jorge Amado, pinta las costumbres de Bahía, que bailan al son de carnavales, amores, pasiones y odios. Se entreteje la vida de una mulata llamada Florípedez Paiva Madureira Solo la muerte saca a la luz el significado de la vida. Jorge Amado Brasil 1966


Cuando uno piensa en literatura brasileña, el primer nombre que surge es Jorge Amado y de sus novelas, según yo, es la más conocida es ésta. Es una historia ambientada en Bahía y publicada el 1966. La protagonista viuda y casada en segundas nupcias con el respetable y tranquilo Teodoro, se ve requerida nuevamente desde el más allá por Vadinho, su anterior marido, jugador, bebedor, infiel, pero fogoso amante. Así con esa premisa, nos va relatando con idas y venidas en el tiempo la historia amorosa de Doña Flor.Con tinte románticos y muy divertida, esta historia es inolvidable y hay película del año 1976 actuada por Sonia Braga. (lista Top América Profunda)


Si bien la prosa costumbrista, de realismo mágico es inigualable, creo que hoy le sobran 200 páginas a la historia. Con todo y eso es una obra hermosa y que no debe dejar de leerse hasta el final.


Doña Flor, simpática mujer que se mueve entre la pasión, el deseo, la aventura y la certeza, la estabilidad, la costumbre....interesante propuesta hecha por Jorge Amado en el año 1966. Te sumerge en las costumbres bahianas y principalmente en su sazón.


Sentí cada uno de sus sabores


En un derroche de magía, color y costumbrismo, Jorge Amado contruye una obra que une las plurivoces de Brasil desde su más íntima concepción. Es simplemente una novela llena de ironía, sátira y critica social. A pesar de que fue publicada en 1966 algunos de sus discursos son muy actuales y lo presenta desde diversos personajes, cada uno con sus conflictos e ideales firmemente arraigados. Es simplemente una obra que se puede disfrutar y que te ofrece una lectura amena, sin embargo es posible encontrar escenas que bien podrían no estar y no afectarían a la trama.


Para mi fue una delicia, la descripcion de olores y sabores, el erotismo con el que añora y la formalidad rígida de su actual vida!


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FRASES DEL LIBRO DOÑA FLOR Y SUS DOS MARIDOS

¡Qué diferencia con Vadinho...! El era como una avalancha incontenible que la arrastraba, dominándola, y decidiendo su destino.


Publicado porLizana Tarín

Con un grito salido del hondo de las entrañas, se echó sobre vadinho, besándole los cabellos, el rostro pintado de carmín, los ojos abiertos, el atrevido bigote, la boca muerta, para siempre muerta.


Publicado porLizana Tarín

Ahí yacía, desnudo, cómo le gustaba estar en la cama, la pelusa dorada cubriéndole los brazos y las piernas, la mata de pelo rubio en el pecho, la cicatriz del navajazo en el hombro izquierdo. ¡Tan bello y masculino tan sabio en el placer!


Publicado porLizana Tarín

No solo la desvestida íntegramente sino que, pareciéndole poco todavía eso, la palpaba y jugaba con todas las partes de su cuerpo, de curvas amplias y recovecos profundos donde se cruzaban la sombra y la luz en un juego misterioso.


Publicado porLizana Tarín

Doña Flor intentaba cubrirse, pero él le arrancaba la sabana entre risas y dejaba al aire mos duros senos, las hermosas nalgas, el pubis casi sin vello. La tomaba como un juguete; un juguete o un cerrado capullo de rosa que él hacía abrirse en cada noche de placer.


Publicado porLizana Tarín

Y qué mujer resistía la labia de vadinho Donde flor seguía la mirada de Ieda, descubría los trémulos pucheritos de moza. No cabía duda, ¡ay! Vadinho era incorregible.


Publicado porLizana Tarín