GABRIELA, CLAVO Y CANELA

Esta es la historia de Ilhéus, un pueblo costero del Brasil de 1925. Y en él encontramos una sociedad anclada en el feudalismo, donde los terratenientes , poseedores de las plantaciones de cacao lo dominan todo, gobiernan y someten al pueblo bajo sus leyes. Una sociedad patriarcal donde el hombre rico es libre de hacer lo que quiera, puede tener esposa y tantas amantes como su economía le permita, puede ir a los cabarets, a los bares y divertirse con los amigos. La mujer debe casarse, si tiene suerte, con un hombre rico que la mantenga, y quedarse en casa para el cuidado de los hijos y el hogar. El marido se convierte en su amo y si se produjera un desliz por parte de ella, tiene derecho a matarla, la ley lo ampara. Una sociedad llena de prejuicios, violencia, muerte y pecado. Y luego está Gabriela, desbordando dulzura y sensualidad por todos los poros de su piel, morena como la canela. Una chica con una pureza abrumadora, ingenua, sin un ápice de maldad, con una personalidad poco madura pero con mucha luz. Su único objetivo es ser feliz haciendo lo que quiere en todo momento. Su manera de ver la vida es la libertad, sin límites, sin prejuicios, sin etiquetas, sin preocuparse de lo que piensen los demás, sin importarle si una actitud entra en los cánones sociales del momento, y sin entender porqué debería comportarse de otra manera. Pero qué pasa cuando una persona como Gabriela vive en una sociedad como Ilhéus, acaba casándose y se va viendo privada de esa forma de vida que para ella es lo natural y se le van cortando las alas. Pues lo mismo que a la flor cuando pasa a adornar un jarrón o a un pájaro cuando se le encierra en una jaula, que entristece, se marchita, pierde la alegría de vivir. Aunque Gabriela no se conforma, es rebelde por naturaleza, pero con una rebeldía pasiva, sin hacer ruido, sin molestar, sin protestar, sigue viviendo a su manera. La historia de Gabriela y Nacib es la más destacada pero en esta novela el protagonista es el pueblo y el progreso que experimenta gracias a las personas valientes y rebeldes que no se conforman con seguir haciendo las cosas que siempre se han hecho, que entienden que los cambios son positivos y nos brindan la esperanza para todos los pueblos que también en la actualidad siguen anclados en el pasado y para los que creen que ya lo cambiaron todo y lo desconocido, lo diferente, les da miedo. Una novela costumbrista que no te deja indiferente, con un final demasiado romántico, al que le falta pasión y tragedia, pero adecuado para que nos llegue el sentimiento de esperanza que seguramente quiso transmitir el autor. Y lo mejor, haber descubierto a Jorge Amado, un autor con una pluma deliciosa y una musicalidad narrativa que me ha encantado, gracias a la propuesta de lectura conjunta de @JuliaBl y haber compartido con ella un montón de impresiones y reflexiones juntas.

Jorge Amado me llevó a Ilhéus y me la pasé muy bien con todas las personas que conocí y compartí. Me sentí hechizada en ese universo y la idiosincrasia de este pueblo donde mandaban los coroneles que no todos eran coroneles, porque muchos de ellos habían pagado para ser nombrados, en los años en que Ilhéus era conocido por su cultura del cultivo del cacao. Una Ilhéus que empezó a ser transformada con nuevas calles, importación de automóviles, se hacían carreteras, se publicaban periódicos, se fundaban club de baile, cines y bibliotecas. Pero para muchos el progreso era una obscenidad. Cambios políticos, los nuevos gobernantes gente joven, los nuevos opositores de los coroneles que impartían las leyes. Y Gabriela una mujer imposible de limitar, hacía lo que le daba placer y rechazaba lo que no le gustaba, amando con sinceridad, sin ataduras, sin etiquetas, sin apariencias al sirio Nabib.

"Ella tiene alguna cosa...Algo que nadie tiene. ¿No la viste en el baile de año nuevo? ¿Quién arrastró a todo el mundo a la calle, a bailar el "reisado"? Creo que esa es la fuerza que hace las revoluciones, que impulsa los descubrimientos. No hay nada que me guste más que ver a Gabriela en medio de un montón de gente. ¿Sabes en lo que pienso? En una flor de jardín, verdadera, exhalando perfume en mitad de un ramo de flores de papel..." Gabriela viene escapando de la gran sequía en la zona del sertao brasileño y se dirige a la ciudad de Ilhéus en el nordeste brasileño. Buscando trabajo se emplea en casa del turco Nacib donde se dedica a hacer la limpieza y a cocinarle. De a poco va naciendo la pasión entre ellos. Grabriela es sinónimo de libertad, ella se pasea por las calles del pueblo meneando sus caderas y enamorando al pueblo entero, un pueblo bastante pacato y machista en su accionar. No conoce ni quiere atadura alguna, como un casamiento, ella actúa de acuerdo a su parecer. La ciudad de Ilhéus va transformándose de pueblo a gran ciudad gracias al mercado de cacao. Jorge Amado habla de esta época particular de la historia donde los coroneles se hacen de la tierra convirtiéndose en amos y señores. El autor hace un verdadero collage de los habitantes del pueblo, donde la mujer siempre se encuentra en segundo plano, sumisa a los hombres. Éstos pueden abusar de ellas y hasta matarlas sin que se haga justicia. Gabriela con su constante alegría y su cuerpo escultural va a desenmascarar la pacatería del pueblo. Jorge Amado plantea así una historia hermosa, con personajes entrañables, un humor irónico y una magia como solo el escritor bahiano puede lograr. Enamora desde el primer momento.

Jorge Amado, puntal de las letras brasileñas, , miembro de la academia brasileña de letras, Esta novela forma parte de una serie de novelas costumbristas dentro de lo que se conoció como “ciclo del cacao” Irónicas , mordaces, con una ácida crítica ala sociedad Bahiana y sobre todo a la época de los grandes estancieros, ( hacendados en Mexico) y militares que dominaban la zona. Todo comienza con un crimen pasional, donde un militar asesina a su esposa y un dentista que era su amante, A partir de aquí se develan la forma de vida de esta población y otras similares, donde la convivencia, de zafios, borrachines, prostitutas, militares, familias de Alcurnia y aventureros crean una sociedad donde la mentira y el engaño en todas sus formas es moneda corriente. En medio de esta Batahola, que por momentos resulta difícil de seguir, por la abundancia de nombres e interrelaciones, Amado nos presenta a su protagonista masculino, el Sirio Nacib, que es dueño del bar del lugar, y requiere de una cocinera, Pero sobre todo requiere, el afecto, la compañía de una mujer, cosa ala cual se consideraba inmune, A fin de solventar esta carencia, o ambas, contrata a una mulata joven, que viene huyendo de una hambruna provocada por la sequía en su lugar de origen, Gabriela Poco a poco se deja conquistar, se casa con ella, y caen sobre la pareja todas las historias, costumbres o calamidades propias de la zona, la época y la sociedad Bahiana, y de sus alejados municipios, So riesgo de ser iterativo la pluma de Amado, derrama ironía, cinismo, es festivo, jocoso, pero sobre todo crítico implacable de toda una forma de vida, supeditada en la evolución de esta zona tan favorecida por la naturaleza, y olvidada de Dios, Amena y Divertida lectura ligera, con un gran trasfondo social, muy recomendable, Lo que le ha valido múltiples representaciones gráficas, cine, teatro, televisión e incluso historietas,

Es una novela en la que se celebra la vida y el amor a partes iguales. Nos enamoramos del personaje de Gabriela por su belleza, vitalidad y optimismo. Una novela insuperable.

Un auténtico novelón que acoge varias historias paralelas, cada cual más potente, desde mezquinas relaciones sentimentales hasta complejos intereses políticos y sociales. La prosa de Amado, formidable, única en su estilismo, en su ironía y hasta en su sensación de cercanía.

Preciosa historia, cruda pero pese a todo optimista

La trama es bastante interesante y te va atrapando poco a poco. Quizá un poco falto de emoción e intensidad; sin embargo es un buen libro. Una mezcla entre política, amor, un pueblo con ansias de progreso en todos los sentidos, pues no se trata solo de un progreso económico sino también social, de costumbres, de amoríos y demás. En más de una ocasión me vi tentado a abandonarlo porque parecía que no avanzaba y se volvía muy plano, no predecible, pero sí plano.