TOKIO BLUES

Yo creo que Murakami no es mi escritor. Leí 3 libros de el, este, Kafka en la orilla y El elefante desaparece. Ninguna me convenció del todo, no digo que sean malos, ni mucho menos, pero se ve que no son para mi, y quiero creer que no soy la única lectora que no ama a Murakami. Kafka en la orilla ya lo comenté me resultó demasiado rebuscado y no logró convencerme. Todo me pareció forzado. Increíble. Esta novela es menos exigente en ese sentido dado que es mucho más realista no que otras obras de Murakami, pero tampoco logro identificarme con los personajes. Las escenas de sexo me resultaron vulgares y los personajes son todos todos tan excéntricos, es tanta excentricidad junta que me cuesta mucho conectar con el relato. Yo no conozco gente perturbada como Naoko. Y sumada al resto de los personajes es simplemente demasiado. Si lo leíste y no te cierra no te sientas solo y que quienes quieren leerlo mejor se guíen por otros reseñadores o como nos llamemos. Si me gustaron muchos párrafos u oraciones sueltas, incluso las escribí en una libreta y les quería dejar algunas: “Pensé en infinidad de cosas que había perdido, en las personas que habían muerto, en las que me habían abandonado, en los sentimientos que jamás volverían”. “Solo leo libros de autores muertos hace 30 años. No es que no crea en la literatura contemporánea, pero no quiero perder un tiempo precioso leyendo libros que no hayan sido bautizados por el paso del tiempo.” Esta es mi frase, que me la paso leyendo clásicos, podría haber leído otro de Tolstoi en vez de Murakami, suerte para Murakami que mucha gente lo lee a pesar de ser contemporáneo. “Me sentí culpable por no haberme acordado antes de él. Tuve la sensación de que lo había abandonado. Pero aquella noche, cuando volví a la habitación, pensé lo siguiente: han transcurrido dos años y medio. Y él sigue teniendo diecisiete años.” De todas formas no considero que sea una pérdida de tiempo ni mucho menos, está muy bien escrito, tiene fragmentos que me gustaron mucho pero en el global no puedo conectar realmente con la historia.

Un libro que rompera tu corazón en mil pedazos. Murakami nos presenta una historia devastadora que nos habla acerca del suicidio y de lo que pasa con aquellas de las personas que lo viven desde la perspectiva de perder a un ser querido, un amigo o un amor. Además este libro nos hace reflexionar mucho acerca de la necesidad de encontrar tu lugar en el mundo.

Tokio Blues de Haruki Murakami, la trama de esta novela gira entorno a la relación de Watanabe y el amor que siente por Naoko y Midori.Es una historia basada en los cambios que se presentan en la adolescencia, los temas que se desarrollan hacen parte de la vida diaria de los personajes: el amor trágico que produce la soledad; el suicidio; el dolor relacionado con la perdida de seres queridos; la melancolía; la locura; la sexualidad; la familia; la lealtad; el amor hacia las personas que ya no están presentes, pero que siguen haciendo parte del presente y futuro de las personas a través de los recuerdos; pero también hay una voz de esperanza que invita a reflexionar en la convivencia con el sufrimiento, para valorar los momentos significativos que se comparten con las personas que están acompañándonos en el camino de la vida.

Me ha parecido una historia bastante triste, un poco lenta, llena de personajes poco menos que " extraños", adolescentes en plena efervescencia. El personaje principal, Watanabe, y su amor dividido e indeciso. Un poco frustrante, aunque algunas partes si las he disfrutado .

Curioso. Encaja perfectamente con lo que esperaba del autor. Es un libro donde se desarrolla el mundo interior de un joven universitario enamorado. Pero a la ve envuelto en un mundo de muerte, soledad y gente rara y excepcional (como su protagonista). Como su nombre indica, el relato es todo un blues finamente interpretado. Y como todo blues que se precie, ha de ser escuchado (o leído) cuando toca. Y en este momento de mi vida, ya tocaba.

Con respecto a la lectura de este libro tenía muchas expectativas ya que había oído muchos comentarios sobre este, y la verdad la historia como tal no me engancho mucho, me pasó como con la caja de galletas tenía que acabarlo. Sin embargo rescato para mi en esta lectura dos reflexiones que hay con respecto a la muerte: "La muerte no se opone a la vida, la muerte esta incluida en nuestra vida". "Mientras vivimos, vamos criando la muerte al mismo tiempo". Esto me hizo recordar que para los japoneses lo importante no es el final de las cosas sino lo que se vive, se aprende y disfruta en la vida cotidiana porque en sí ya conocemos cual es el final de esta. Con respecto a los personajes me gustaron los de Reiko una mujer madura con una historia triste que decidio no dejarse morir en el lugar donde se encontraba desde hacía varios años y Midori una joven alocada, honesta y algo perversa.

Me gustado bastante, empecé muy fuerte con Murakami con la muerte del comendador, pero su forma de describir es increíble, los personajes, los espacios, todo en sí. Tokio Blues es un libro interesante en si, te hace reflexionar sobre el tema aun hoy en día, todavía tabú, sobre el suicidio, y como afrontar tales pérdidas. Hay en mitad de la lectura una pequeña laguna en la que me frene un poco, pero de repente te envuelve hasta el final.

Es el primer libro que leo del eterno candidato a premio Nobel, pero el reciente premio Princesa de Asturias me animó a husmear sobre este escritor y a escoger este libro. Tengo que decir que la escritura de Murakami me ha resultado muy reconfortante. No del tipo de pintar la naturaleza con música clásica de fondo, sino del consuelo que se tiene cuando se observa la transparencia de toda la fealdad de nuestro lado oscuro. Porque temas oscuros hay muchos representados en esta historia, en la que destaca la enfermedad mental en toda su detallada descripción, la cual puede verse en uno de los personajes principales. A su manera, Murakami explora el Japón de finales de los 60 desde los ojos de Watanabe, un estudiante de la universidad, en una hermosa historia de madurez que analiza el triángulo amoroso formado por Watanabe y sus amigas Naoko y Midori. Mientras Watanabe y Naoko están unidos por la muerte de un íntimo amigo, Midori es alguien a quien Watanabe conoce en la universidad y con quien se encariña profundamente. Estos tres personajes representan la devoción, el amor, el desamor, el arrepentimiento, la pérdida, el vacío, la autocompasión y a veces, la esperanza. Aunque la historia se cuenta desde el punto de vista de Watanabe, son las chicas las que se han ganado mi corazón sin duda, ambas como polos opuestos de una misma intención. Mientras Naoko, a pesar de todo, representa el declive de la vida, Midori, tras una infancia y adolescencia difíciles, brilla como un rayo de esperanza. Vivir esas dos vidas a través de Watanabe ha sido una experiencia que en ocasiones me ha puesto la piel de gallina. Hay tantos temas esenciales en esta novela que cada uno merecería su propia reseña, pero el que más me ha llegado ha sido la capacidad de Murakami para transmitir lo que significa estar roto por el dolor y cómo aferrarse a la vida; cómo se puede estar enamorado del pasado, pero también atraído por una provocativa mirada al futuro. Es una historia que describe de forma reflexiva cómo a lo largo de la vida acumulamos cicatrices, lloramos de dolor por la pérdida de un ser querido, nos perdemos y sentimos una soledad paralizante, pero al final, con cierto pesar, nos curamos y con suerte ese sufrimiento nos hace más fuertes. La historia podría resumirse por un lado como una historia de desventuras y por otro como una melancólica exploración del amor adolescente. El estilo de Murakami es sencillo pero con una riqueza poética que deja casi cada línea colgando como una posibilidad simbólica. Hay libros con historias emocionantes llenas de adrenalina, historias románticas, deprimentes o espeluznantes, y luego hay otros libros que te dejan sentimientos, como este, que trata de las relaciones humanas a las que no se puede dar un nombre ni una definición clara, pero son casi imprescindibles para recordarnos y apreciar los dos tesoros básicos de las personas: el amor y la vida. Tokio Blues es mucho más que una simple historia de amor y de madurez, es una profunda y atractiva reflexión sobre el sentido de la vida y los sentimientos.