Una novela que nos sumerge en la época en que comienza la forja de Barcelona en el siglo XI. La Barcelona medieval abriga entre sus murallas dos historias, ambas marcadas por el amor y la ambición: la de un joven campesino que logra cambiar su destino con la única esperanza de prosperar, conseguir la ciudadanía y hacerse así merecedor del amor de una joven de alcurnia, y los amores adúlteros del conde de Barcelona, que sumen a la ciudad en un peligroso conflicto político. Te daré la tierra une con maestría ficción e historia para mostrar el fresco vívido de una ciudad en la que los pactos, el linaje, las intrigas palaciegas, la ambición comercial y la convivencia entre diferentes religiones se tiñen con las emociones más intensas: pasión, amistad, envidia, honor y venganza.
Largo, muy largo,pero interesante. Te quedan ganas de saber qué ocurrió con los personajes después. Si conoces la historia, sabes que siguió siendo de interés.
Cuando la partida de ajedrez se acaba, el peón y el rey van a parar a la misma caja.
No hay buenos ni malos negocios, son las personas que los regentan las que los hacen buenos o malos.
Mi estatura puede ser pequeña, señor, pero siempre he entendido que la verdadera altura de un hombre se mide por la distancia que media entre sus cejas y el nacimiento de sus cabellos
El ser humano puede subsistir treinta días sin comer, tres sin beber agua y uno sin ser halagado.
El amor es como el fuego y el viento; si la hoguera es pequeña, el viento la apaga, y si es firme la aviva.
Monseñor, desde muy pequeña aprendí que nadie como el que la sufre, es capaz de explicar la historia. Asimismo me consta que el único capital irrecuperable que tiene el hombre es el tiempo..."