Primera novela de la trilogía BERGMAN. Constituye la presentación en sociedad del psicólogo criminalista, Sebastian Bergman. Un joven de dieciséis años ha sido brutalmente asesinado. Un brillante equipo policial, dirigido por el experto criminólogo Torkel Höglund y el eminente psiquiatra criminal Sebastian Bergman, sigue la pista al asesino.Todo son callejones sin salida y secretos por todas partes. Un misterio de difícil resolución y una trama adictiva hasta el insomnio. La fuerza de Larsson, el atractivo de House y la intriga de Twin Peaks
El inicio de una saga policial protagonizada por el increíble Sebastian Bergman, psicólogo que se las trae por su inimitable personalidad, y que ya se ha reseñado a la perfección oportunamente en La Columna de Nani, por lo que se tratará de no ser reiterativo. Se trata de una novela agil, con trama sencilla pero atractiva, en donde lo verdaderamente importante no es el caso policial que se está investigando (en este caso el cruento crimen de un adolescente y su extraña vinculación con el colegio de elite al que concurre), sino los personajes que conforman el equipo de investigación compuesto también por Bergman. Estos son los verdaderos protagonistas, cada uno con su vida, sus problemas, sus conflictos y sus relaciones... Son los que perdurarán a lo largo de toda la saga (ya son seis libros) y la verdadera razón por la que cuando se termina un caso se quiere ya comenzar con el otro, ya que cuesta desprenderse de estos personajes tan bien delineados, particulares, interesantes y -por que no- finalmente entrañables. En fin, una lectura dinámica, cómoda y atrapante para entretenerse mucho y pasar un rato realmente agradable junto a Bergman y sus “amigos”...
Esperaba mucho más del libro y fundamentalmente de los autores, de los que había leído excelentes críticas de su trabajo en la serie Bergman. El personaje central, Bergman, está muy bien creado, es absolutamente pedante y odioso. La historia es buena, pero tiene muchas vueltas de tuerca y algunos detalles que lo único que aportan son más páginas a un libro que ya de por sí es largo. Hay algún detalle al final que es muy inverosímil y quita puntos al texto.
Librazo, buena historia, buena presentación de los personajes, buenos y sorpresivos giros. El primer libro que leo de este autor pero no el último
El primero de una saga que continuaré leyendo. Te atrapa con sus giros inesperados. Me ha gustado mucho
Excelente. Llegó en el momento en que creí que nada de este género volvería a sorprenderme. No podré ni quiero escapar de este serie. Se los super recomiendo.
Es un muy buen policial, lo mejor es su personaje principal, Sebastian Bergman, insufrible psicólogo forense que no tendrá escrúpulos a la hora de obtener lo que quiera. La historia es muy buena, llegando a un buen final y con una historia paralela que se desarrollará en la saga completa. Muy recomendable.
El departamento informático de la comisaría era una broma. Para K. D. habría sido más fácil aprender a volar que rastrear el origen de un mensaje de correo electrónico.
Lo irónico del caso era que ellos no creían nada cuando habían ido a casa de los Lundin para hablar con él. Pero la fuga por la ventana, en calcetines, había aumentado de forma considerable tanto su interés como el grado de sospecha.
Salieron en el coche al tranquilo silencio de la madrugada. El sol aguardaba bajo el horizonte a que se fuera la noche. En la radio sonaba Héroes, de David Bowie
"Nadie cambia. Lo que sucede es que damos vueltas en torno a un mismo eje y a veces mostramos caras diferentes, pero en el fondo siempre somos los mismos."
Sebastian se levantó con brusquedad. - Estoy hasta los huevos. Me voy a casa de este tipo a preguntarle a su mujer si sabe algo. ¿Te quedas con él?
Era como una batería eléctrica, que para funcionar necesitaba el polo positivo, pero también el negativo. De lo contrario, se sentía vacía.