Nunca podré expresar el impacto que experimenté al abrir la puerta: era arrancar tu propia tumba para desembocar en el misterio.
Si te estás muriendo, lárgate. Si estás sufriendo, muévete. No existe más ley que la del movimiento.
Es muy posible que nuestra vida no tenga valor artístico. Razón de más para que la literatura sí lo tenga”.
Haz hecho a alguien feliz siendo clara. Hay que atreverse a decir que no. Nada resulta menos amable que crear falsas esperanzas. La ambigüedad es la fuente del dolor.
Decirle a alguien que se ha terminado es feo y falso. Incluso cuando ya no piensas en alguien. ¿Cómo dudar de su presencia dentro de ti? Un ser que ha contado para ti, siempre cuenta.