Una prosa de Isabel Allende, sus recuerdos íntimos y de la visión de su Chile natal. Según confiesa la propia autora, su voluntad era armar la idea que tenía de su país como si se tratara de un gran rompecabezas formado por hombres, mujeres y paisajes. Así, rememorará la casa de la infancia, poblada de mascotas semisalvajes y de fantasmas, de vida en permanente estado de ebullición, donde destaca sobre todas la figura de su abuelo. Más tarde vendrá el abandono del país y la aparición de la nostalgia, tema central de la obra. En su conjunto se trata de un libro ameno, lleno de amor y de humor que reconstruye, desde la evocación, la vida, la felicidad añorada y los espacios más queridos de esta excelente autora chilena.
Compré este libro en mí viaje a Chile, me ayudó mucho a comprender una sociedad que me parecía tan distante a la mia. Isabel Allende hace un recorrido por su vida y su país tan querido logrando transmitir un poco de su cariño al lector. Un libro hecho de nostalgias que forman parte de la identidad de un pueblo. Recomendable para conocer Chile.
"El oficio de la literatura me ha definido: palabra a palabra he creado la persona que soy y el país inventado donde vivo."
La memoria está condicionada por la emoción; recordamos más y mejor los eventos que nos conmueven, como la alegría de un nacimiento, el placer de una noche de amor, el dolor de una muerte cercana, el trauma de una herida.
Así es la nostalgia: un lento baile circular. Los recuerdos no se organizan cronológicamente, son como el humo, tan cambiantes y efímeros, que si no se escriben desaparecen en el olvido.
"California es mi hogar y Chile es el territorio de mi nostalgia. No crea Ud. todo lo que digo,tiendo a exagerar y, tal como lo advertí al principio, no puedo ser objetiva cuando de Chile se trata"
"Soy escritora porque nací con buen oído para las historias y tuve la suerte de contar con una familia excéntrica y un destino de peregrina errante. El oficio de la literatura me ha definido: palabra a palabra he creado la persona que soy y el país inventado donde vivo".
"Tanto me he incorporado a la cultura californiana, que practico meditación y voy a terapia, aunque siempre hago trampa: durante la meditación invento cuentos para no aburrirme y en terapia invento otros para no aburrir al psicólogo"