Ésta es la historia de una familia cuya ambición y sed de poder la llevarían a la cima del mundo, y la crónica del alto precio que pagaron por ello. La vida de la familia del Cardenal Rodrigo Borgia, durante el Renacimiento. Puzo escribe acerca de los pecados, las pasiones y la ambición del Papa Alejandro VI y sus hijos César, Lucrecia, Juan y Jofre.
Excelente libro, una de las familias más codiciosas y con ansias de poder que buscan alcanzar la cima sin importar cuánta desgracia le ocurran a las demás personas por ellos.
El autor nos transporta al Renacimiento, al mundo de Alejandro VI, el Papa Borgia, y de sus hijos César, Juan, Lucrecia y Jofre. Ésta es la historia de una familia cuya ambición y sed de poder la llevarían a la cima del mundo, y la crónica del alto precio que pagaron por ello.
Excelente. Muy bien investigada, minuciosa y para los que gustan de la Historia, puede ser incluso instructiva además de amena.
La intriga y el deseo de poder del papa Alejandro VI y de sus hijos es de lo mejor de esta obra. La narrativa te atrapa desde el primer capítulo.
El mejor libro de todos. Sucesos sorprendentes, buena trama, personajes bien desarrollados. Y lo mejor de todo, hecho histórico. Considero que los lannister de GOT se inspiraron en ellos. Tengo la edición con la cara de Lucrecia
Se decía que en Roma todo tenía un precio; con suficiente dinero se podían comprar iglesias, perdones, bulas e incluso la salvación eterna
El poder en sí mismo no tiene ningún valor. No es más que el ejercicio fútil de la voluntad de un hombre sobre el de otro. El poder por si sólo no es un ejercicio de virtud
Con los ojos entornados por el placer y la cabeza inclinada hacia atrás en abandono, Alejandro pensó que el placer que lo invadía tenía que ser un regalo de Dios. ¿Pues quien, sino el Señor, podría proporcionar a los hombres esa gracia?
Se decía que en Roma todo tenía un precio; con suficiente dinero se podían comprar iglesias, perdones, bulas e incluso la salvación eterna.
Se decia que en Roma todo tenía un precio; con suficiente dinero se podían comprar iglesias, perdones, bulas e incluso la salvación eterna
Somos una familia - dijo el papa... - Y la lealtad a la familia debe estar por encima de cualquier otra consideración