Ésta es la historia de una familia cuya ambición y sed de poder la llevarían a la cima del mundo, y la crónica del alto precio que pagaron por ello. La vida de la familia del Cardenal Rodrigo Borgia, durante el Renacimiento. Puzo escribe acerca de los pecados, las pasiones y la ambición del Papa Alejandro VI y sus hijos César, Lucrecia, Juan y Jofre.
Mientras la implacable peste negra asolaba Europa, una nueva cultura empezaba a florecer en las ciudades y el estudio de las grandes civilizaciones clásicas iniciaba una época de esplendor para las artes, las letras y la ciencia. En Roma, la restauración de un único trono papal auguraba una nueva etapa de poder y fausto del papado, pero al mismo tiempo la corrupción amenazaba a la iglesia. Altos mandatarios eclesiásticos visitaban los burdeles y mantenían varias amantes, aceptaban sobornos y comerciaban con las bulas papales que perdonaban los pecados más atroces. Así era la vida en el Renacimiento. Así era el mundo de Alejandro VI, el Papa Borgia, y de sus hijos César, Juan, Lucrecia, y Jofre. Esta es su historia, el retrato fascinante de una familia cuya ambición y sed de poder la llevaría a la cima del mundo , y la crónica del alto precio que pagaron por ello.
Una novela que cuenta la historia de una familia española con ambición de poder. Cuenta como llega el padre de familia a ser Papa y el rol que juegan sus hijos en ese poder. Otro dato interesante es como trae personajes de la vida real a la ficción, como Maquiavelo y Da Vinci
Se decía que en Roma todo tenía un precio; con suficiente dinero se podían comprar iglesias, perdones, bulas e incluso la salvación eterna
El poder en sí mismo no tiene ningún valor. No es más que el ejercicio fútil de la voluntad de un hombre sobre el de otro. El poder por si sólo no es un ejercicio de virtud
Con los ojos entornados por el placer y la cabeza inclinada hacia atrás en abandono, Alejandro pensó que el placer que lo invadía tenía que ser un regalo de Dios. ¿Pues quien, sino el Señor, podría proporcionar a los hombres esa gracia?
Se decía que en Roma todo tenía un precio; con suficiente dinero se podían comprar iglesias, perdones, bulas e incluso la salvación eterna.
Se decia que en Roma todo tenía un precio; con suficiente dinero se podían comprar iglesias, perdones, bulas e incluso la salvación eterna
Somos una familia - dijo el papa... - Y la lealtad a la familia debe estar por encima de cualquier otra consideración