La historia de Elías, una lección de esperanza para el hombre contemporáneo, nos plantea hasta donde podemos determinar nuestro destino. El profeta Elías recibe de Dios la orden de abandonar Israel. En un mundo regido por supersticiones, conflictos religiosos y tradiciones profundamente arraigadas, el joven profeta deberá enfrentarse a una avalancha de acontecimientos que le conducirán a un definitivo cara a cara con Dios.
Lo único que el hombre no debe hacer es olvidar el Dios tan grande que tiene. Quien no duda de sí mismo es indigno porque confía ciegamente su capacidad y peca por orgullo.
Un niño siempre puede enseñar tres cosas a un adulto: a ponerse contento sin motivo, a estar siempre ocupado con algo y a saber exigir con todas sus fuerzas aquello que desea.
Cuando atrasamos la cosecha, los frutos se pudren, pero cuando atrasamos los problemas, no paran de crecer.
Un niño siempre puede enseñar 3️⃣ cosas a un adulto: a ponerse contento sin motivo, a estar siempre ocupado con algo y a saber exigir con todas sus fuerzas aquello que desea🤓📚