LA PESTE

Entonces comprendíamos que nuestra separación tenía que durar y que no nos quedaba más remedio que reconciliarnos con el tiempo. Entonces aceptábamos nuestra condición de prisioneros, quedábamos reducidos a nuestro pasado, y si algunos tenían la tentación de vivir en el futuro, tenían que renunciar muy pronto, al menos, en la medida de lo posible, sufriendo finalmente las heridas que la imaginación inflige a los que se confían a ella. ♡

Cómo muchos me ví tentada en está época de pandemia en leerlo. La historia está basada en una epidemia de peste negra en la ciudad de Orán. Lo que más me hizo entrañable esta historia pese al sufrimiento es leer todo lo que el ser humano enfrenta en una situación así, en dónde de la alegría pasamos a la negación de la negación se pasa al tedio y a no tener nada en que pensar o anhelar para el futuro. Nos muestra la cruel realidad de perdida de separación de desilución pero siempre con ese toque un tanto poético que tenía de escribir Camus, logra hacer de una historia dramática algo tan entrañable!! Otra imagen que me ha dejado que muchos hoy en día no piensan más que en si mismo es de esa gente que lucha contra la enfermedad, lucha para salvar al enfermo. Esos médicos y enfermeros que día a día van a intentar salvar los enfermos y muchas veces terminan con la frustración de perder la batalla. Nos muestra por sobre todo el lado humano con sus bondades y maldades. Unos personajes que te conquistan, unos hombres que no parecen tener sentimiento y solo cumplen con su deber, pero que al final dejan transbordar tantos sentimentos que es imposible no quedar con un nudo en la garganta. Es una lectura que se debería releer cada año para dejarnos bien presente de que está hecho el ser humano y lo que soporta y lo que sufre callado

Una relectura de una obra que leí hace ya muchísimo tiempo, así como muchos más libros de Camus, premio Nobel de 1957, que me parecieron todos extraordinarios. Y ahora, conforme sigo mi lectura, me doy cuenta de que siempre se reconoce la buena literatura, es todo un clásico. Albert Camus describe su tiempo y su ciudad natal, Orán, una ciudad, antes de la epidemia, con una vida frenética y alegre, sin embargo, esta novela llega a trascender su espacio temporal y geográfico y llega a convertirse en una metáfora universal. Su narración describe perfectamente la atmósfera de Orán, ya sitiada por la peste, es un relato de la gran epidemia que causa centenares de muertes cada día, el contagio y la propagación de la enfermedad, el severo aislamiento que se impone, y también nos encontramos con los que se juegan la vida por salvar la de los demás. Sin olvidarnos que la peste también acaba aniquilando los valores, nos mata no solo el cuerpo sino también el alma. ¿A qué nos recuerda? La verdad es que en estos momentos, la novela se ha convertido en la realidad que nos está tocando vivir, es tan actual. El personaje más importante y protagonista es el doctor Rieux, que nunca se acostumbra a ver morir a sus pacientes, que además, al final del libro, sabemos que es el cronista de todo lo ocurrido en la ciudad, también que las puertas son abiertas y que además hay otros que prestan ayuda al doctor. Es un libro triste, como también es la vida cotidiana ahora, también es un libro sin esperanza, se comprende, teniendo en cuenta la época en la que se escribió, después de la Segunda Guerra Mundial y el recuerdo de una era de tortura y muerte en el mundo, que trasciende la anécdota sobre la epidemia de la peste que sufre la ciudad de Orán. En las situaciones de grandes crisis aparece lo peor de nuestra sociedad, lo más negativo, sale el egoísmo, la insolidaridad, la desconfianza… pero, por otro lado, también surge lo mejor de nosotros, la solidaridad, la ayuda, la respuesta inmediata a las necesidades… Así somos, solamente una gran catástrofe puede lograr deshumanizar pero también rehumanizar. Una clarísima doble vertiente.

Albert Camus escribió tres grandes novelas y ésta es una de ellas. Escrita unos años después del término de la Segunda Guerra Mundial, es una novela que tiene un gran parecido con la novela El Proceso de Kafka ; por la gran cantidad de alegorias que contiene en las que cabe distintos significados. Tomando como base el nacimiento en una ciudad Argelina (Oran, impecablemente descrita en la novela) nos trasmite toda una serie de conceptos para que reflexionemos sobre ellos: la necesidad de la importancia de la Solidaridad frente al interés púramente personal. La Ciencia frente a las concepciones Religiosas. La Soledad y Depresión de la persona durante el Confinamiento debido a la imposibilidad de relacionarse con los demás. "Un hombre es un hombre si tiene oportunidad de relacionarse con todos los demás" viene a decir en la Novela. Si tenemos en cuenta la fecha en que se hizo se puede considerar La Peste y su expansión como una alegoria contra el Nazismo o Fascismo y también contra el Stalinismo y su expansión. De que solamente como humanistas y demócratas podemos ejercer una relación social pacífica y duradera. Nos habla también del concepto de bien y de mal en cada persona. Que el bien y el mal están en toda sociedad, en cada ciudad o pueblo. En definitiva una novela para reflexionar sobre la existencia de como queremos vivir. Una novela atemporal.

La novela de Camus, revive con el coronavirus trascendiendo el horizonte del tiempo y de lugar. Y es que en las situaciones críticas, sale a flote tanto lo mejor como lo peor de la sociedad y se espera que los actos de solidaridad, generosidad y altruismo deberían estacar sobre la insensatez y el egoísmo. Camus concluye: "Hay en los hombres más cosas dignas de admiración que de desprecio".

Como no lo había leído, decidí abordarlo tras la pandemia del COVID-19. Lástima que no lo hiciera antes, pues refleja con precisión lo que vivimos en esos días (años) tan feroces, no sólo en el aspecto de la enfermedad en sí, sino en el comportamiento de los seres humanos ante este tipo de adversidades inesperadas e incontrolables. Tal vez entonces hubiera estado más preparado para sobrellevar lo que supuso la pandemia. Muy recomendable.

Lo entendí como una crónica y así logré cogerle el hilo, por momentos me aburrí y mucho, no logré que los personajes tomen forma en mi imaginación (siempre les pongo cara y los visto) pero si conseguí ver la ciudad, las ratas y los muertos, vi la peste. Logre también sacarle una verdad o varias, que el ser humano en esencia es y será el mismo, no importa de qué continente sea, que la vida nos va dejando lecciones pero no aprendemos, tomamos las mismas decisiones unos antes otros después, unas mejores otras peores pero en esencia son las mismas, descubrí que todos somos uno fragmentado, lo pense mientras preparaba un pastel de manzana con la última caja de harina que encontré en el mercado, en plena cuarentena, resulta que soy de Perú pero en España estaban haciendo lo mismo, resulta que todos de alguna manera casi mágica decidieron hacer un pastel de manzana o de fresa ese día, con la última caja de harina que encontraron en el mercado.

Una ciudad es azotada por una peste, ante la parsimonia de las autoridades y la falsa calma de la población, el cronista trata de relatarnos de forma objetiva los trajines y repercusiones que estos tuvieron dentro de la psiquis de la sociedad, durante y después de la peste.