LA MUERTE DE IVAN ILICH

Ésta fue una lectura interesante acerca del jurista Iván Ilich, sus recuerdos y sus pensamientos en sus últimos días de vida, mientras la conciencia de la proximidad de su muerte lo volvía vulnerable y lo obligaba a reflexionar respecto a sus decisiones.

El León nos narra el drama de una vida (Iván Ilich) que se va extinguiendo en medio de su soledad, de la nimia sensibilidad de la sociedad ante la llegada de su muerte, Ivan Illich se ve atormentándose ante la irreversibilidad del tiempo y cuestionándose como debió haber sido su vida. —¡Ha terminado! —dijo alguien a su lado. Él oyó esas palabras y las repitió en su alma. «La muerte ha terminado —se dijo—. Ya no existe.» Lectura recomendable.

Es fantástico de principio a fin, es filosofía en un nivel básico y la forma en la que finaliza la historia fue perfecta.

Lectura intensa y cortita que acabas en una hora, siendo una dura crítica a la sociedad aristócrata rusa de la época...La muerte siempre ha estado presente en nuestra vida, se supone que somos seres conscientes de que vamos a morir algún día pero pocas veces lo pensamos, me parece brutal como se narra en la lectura ese intolerable dolor físico de una enfermedad y la espeluznante intuición de que la muerte se acerca, te mira, y se acuesta a tu lado, pero también el dolor de ver a tu alrededor indiferencia, sintiendo tremenda soledad. De esos libros que te hacen recapacitar sobre cómo estamos llevando nuestra vida haciéndote reflexionar sobre las decisiones que tomamos, y lo que consideramos éxito y felicidad en la vida.

La novela se pudo titular también "Vida. pasión y muerte de un burócrata del viejo régimen". Iván Ilich un burócrata profesional, arribista, egoísta e insensible, sin ninguna cualidad destacable le sirve e Tolstoi como modelo de una parábola de un régimen podrido hasta sus cimientos como lo fue el zarista. Dicho burócrata inútil pasa sus últimas semanas de vida agonizando de cáncer. Es en ese momento que la novela pasa a otro nivel: la agonía humaniza al personaje y lo saca de la cocificación de pequeño burgués satisfecho de sus logros para otorgarle la estatura de un ser humano sufriente, reflexivo, amargado, infeliz, ambivalente y contradictorio que analiza la miseria de su propia existencia y, como el "Rosebud" de Citizen Kane de Orson Welles, acude a su niñez perdida. Brillante relato, magistralmente construido. Tólstoi, con trazo brillante, nos conduce por un camino sin retorno. Un clásico que debemos revisar de cuando en cuando, muy ilustrativo en cuanto es casi un documental sobre la agonía y la muerte.

Después de leer la excelente crítica de Rafa Pérez, me decidí a leer esta novela. Es mi primera incursión con Tolstoi, y me convenció el hecho de que sea una novela corta. La verdad que me pareció maravillosa, no solo desde el punto de vista literario, sino sobre todo desde el punto de vista humano. El juez que analiza su vida y se juzga a sí mismo en sus momentos finales. Prefiero no agregar nada más y recomendar que lean la crítica de Rafa Pérez.

Una obra que descifra los pensamientos de un moribundo y el enfrentamiento con su realidad, tanto la vivida en el pasado como la actual. Cuando se trata de dolor todos somos egoístas, e Ivan representa esa parte de nosotros que nos hace creer que todo nos afecta sólo a nosotros, entendemos que, enfrentarse a la muerte es la oportunidad de hacer un alto y revalorar lo que somos y a quien tenemos. Espero no llegar a ser un moribundo como Ivan para entenderlo y hacer algo al respecto.

Cuando se está al borde de la muerte y lo único que importa es la verdad, o la búsqueda de esa verdad, la de cada uno. De eso trata La muerte de Iván Ilitch. Sagaz crítica de Tolstoi a la aristocracia y a un modo hipócrita de entender la vida.