La novela con la que Murakami creó la nueva mitología de nuestro tiempo.Un joven publicista ha publicado, en una de sus campañas, una fotografía, aparentemente anodina, que lo ha puesto en la mira de un influyente grupo industrial. Y es que en la fotografía aparece un rebaño de ovejas y carneros en un prado, pero uno de esos carneros tiene un poder muy especial. La monótona y en absoluto extraordinaria vida del joven, fumador empedernido y recién divorciado, da una insospechada vuelta de tuerca, pues debe embarcarse en una extraña búsqueda: tendrá que viajar al norte de Japón para encontrar a toda costa a ese peculiar carnero, pues le va en ello la vida. Si a esa línea argumental se le añaden una misteriosa joven con unas orejas exquisitas, un amigo huido (el entrañable «el Rata»), un político conservador, un profesor obsesionado con los ovinos y un maniaco-depresivo disfrazado de chivo (el Hombre Carnero que aparecerá en Baila, baila, baila), esta novela se convierte en una de las más singulares obras maestras del más célebre autor japonés de la actualidad.
Siendo muy sincero, debo decir que si bien el libro me gusto y lo considero bueno, no me atrapó como algunos otros del mismo autor.
Los elementos dejados a libre interpretación suelen ser marca de Murakami. Este libro me ha emocionado en varias partes, creo que tiene un nosequé especial dentro de la producción del autor.
Nuevo libro que leo de Murakami y me ha vuelto a pasar lo mismo que con los anteriores. La historia en principio resulta intrigante, sigues y sigues leyendo únicamente porque quieres ver como logra salir Murakami del embrollo en el que él mismo se ha metido y por lo general suele salir bien. En cuanto a lo negativo, el protagonista es muy insulso... algo que es habitual en todos los libros del autor, al menos en todos los que me he leído. La protagonista femenina le da un poco de sabor, pero no es suficiente. La historia es demasiado enrevesada e inentendible por momentos, seguro que hay un simbolismo y una profundidad que no logro entender.
La caza del carnero salvaje es absolutamente cautivante, Murakami logra envolverte en su universo desde las primeras páginas; la intriga, incertidumbre y lo inusual se mezclan a lo largo de una novela que se deja leer vorazmente. Súper recomendable!
Murakami nos coloca este libro para llevarnos a un viaje por Japón. Nos muestra la vida como una búsqueda constante. Nos transporta por la incertidumbre, por algo que se debe resolver ya(según el contexto) pero, nos presenta este narrador-personaje con su curiosa personalidad que se acepta y puede aceptar las consecuencias sean cuales sean. Creo que es un buen consejo para la vida. Una actitud hacia el porvenir incierto. Una forma de afrontar lo que se tenga que afrontar sin poner expectativas ni catastrofes en el futuro, solo resolver desde el presente, que es lo que único que tenemos.
En una ciudad donde pululan más de diez millones de seres humanos , sólo había dos personas a quienes pudiera llamar . Y , para colmo ,estaba divorciado de una de ellas.
El tren llevaba dos coches , y los pasajeros éramos unos quince en total , lo único que vinculaba a las personas que viajábamos en aquel tren era el poderoso lazo de indiferencia y tedio .
Hay sueños simbólicos , y hay una realidad simbolizada por tales sueños . O bien , hay una realidad simbólica y hay sueños simbolizados por la realidad.
Cierto autor ruso escribió que aunque el carácter pueda cambiar , la mediocridad no tiene remedio.
Hay cosas de las que uno se olvida, otras desaparecen y otras mueren. Y no hay prácticamente nada de trágico en ello.
—¿Por qué crees que me infravaloro? —pregunté. —Porque solo vives en una de tus mitades —afirmó ella—. Tu otra mitad permanece intacta en alguna parte.