EL SENTIDO DE UN FINAL

Junio 2021 ".... Al acabar el colegio, nos prometimos amistad para toda la vida y cada uno siguió su camino. No sorprendió a nadie que Adrián obtuviera una beca para Cambridge. Yo estudié historia en Bristol,Colin fue a Sussex y Álex empezó a trabajar en el negocio de su padre. Nos carteábamos como hacía la gente, incluso los jóvenes de aquella época... " Tengo que decir que me da un poquito de miedo hacer esta reseña, tiene unas críticas muy buenas y según he visto en Alibrate las confirman, no hablaré del argumento porque ya hay bastantes reseñas al respecto, hablaré de mis impresiones. Pues ahí va mi bombita, es un libro que me ha costado leer, las tres cuartas partes se me ha hecho pesado, las diatribas filosóficas de los cuatro amigos, para mi eran interminables, me cuesta pensar que chavales de esa edad tengan ese tipo de conversaciones, yo al menos no las tenía, me preocupaba por vivir la vida y pasarlo bien no cuestionarme todo (era así de despreocupada) El libro para mí cambia en el último cuarto, ahí si es verdad que me meto en él y literalmente me lo bebo, porque me quedo tremendamente sorprendida con algo que no esperaba. Me quedan cuestiones sin resolver de las que casi no puedo hablar por no cometer spoiler, como el porqué a Verónica cierta persona le llama Mary, porqué es a Tony quien la madre de Verónica le deja el manuscrito y 500 libras entre otras preguntas. En todo ello se basa mi calificación que cambia como he dicho por el último cuarto del libro. 📌SI TE HA 😍GUSTADO 😍 MI RESEÑA O LA DE CUALQUIER OTRO USUARIO 💁🏽🙋🏼‍♀️DE ALIBRATE PINCHA EN EL LIKE QUE VA EN EL CÍRCULO 🔘CON UN 💙CORAZON GRANDE AZUL JUSTO ⬇️⬇️⬇️ A LA DERECHA, AL LADO DE DONDE DICE: ¿TE HA GUSTADO ESTA RESEÑA ? 📌📌

En este ataque publicitario que nos desborda, recibí un anuncio de una editorial comunicándome, ¿cómo se me habrá pasado?, que era el "día internacional de la croqueta", junto con un arsenal de libros sobre susodicho manjar. Si esta curiosidad ( y un poco de imaginación, porque entiendo yo que no hay nada más colectivo que una croqueta,¿ Quién pide,o se come una croqueta sola?) la uno a mis últimas lecturas, y más concretamente a la de "El sentido de un final", diría yo claramente que estoy inmerso en el mes del existencialismo 😁. Porque sobre esto escribe Julian Barnes, sobre la condición humana, sobre la responsabilidad Individual, y sobre todo, de sentimientos. Desde su adolescencia hasta su edad madura, Tony nos cuenta su vida, su visión de lo vivido, centrado en unos hechos acaecidos en su edad universitaria,y que le marcan para el resto. Uno de los principales motivos que hacen de este libro una maravilla es por la manera en que el autor nos hace partícipe de la historia: si eran tres amigos, con nosotros ya somos cuatro, y durante todo el texto nos lleva de la mano, y tenemos el mismo ansia de saber que el protagonista. Es una dicotomía sobre si vivimos la vida, o la vida nos vive a nosotros, y de una manera u otra, al final necesitamos saber que ocurrió, cómo fue, y de qué manera, para poder cerrar el círculo, y darle sentido al final. Es literatura sobre lo cotidiano, natural, sencilla, cercana, y de una profundidad exquisita. Lo recomiendo ávidamente porque me parece que es muy difícil escribir sobre sentimientos, y más a lo largo de una vida, y como lo hace este autor es para quitarse el sombrero, nos crea dependencia página tras página, y se devora en un pis pas. El final es brutal, todavía me duele la espalda del salto que dí. Leeré más de Julian Barnes seguro. No fue una lectura conjunta con @marenpergamino, pero como si lo fuera, porque la iba bombardeando con mensajes según iba leyendo. Y con la visión, y capacidad que tiene esta muchacha, se disfruta mucho más .🙄 Gracias

Gran historia , y mejor forma de escribirla. simplemente fascinante. Es la historia de Tony, pasando de su juventud, y llegando a la vejez. Historia que no dista a la realidad, narra desde las relaciones personales de amistad, las relaciones sentimentales, pasando por el sexo, y algo de drogas, relaciones toxicas etc... como la vida misma, tan real. Lo que más me gustó fue, como viaja toda una vida en tan solo 186 paginas, te traslada de una edad temprana, hacia la madurez, hasta llegar a la vejez de una forma que ni te enteras; casi sin darte cuenta. Las historias que te trasladan sin darte cuenta de una de edad temprana, a otra mas avanzada. O de un escenario a otro sin apenas darte cuenta, y cuando lo haces, ya te has devorado medio libro. me fascinan, y este lo hizo. De esta inmensa historia me llevo un moraleja que he aplicado desde siempre en la vida: cuando se acaba una relación, sea de amistad, sentimental etc... no seas grosero, no quieras hacer daño por mucho que se lo merezcan, la vida te devuelve lo que das, vive y deja vivir; la leyes del karma.

Julian Barnes nos deleita una vez más con su magnífica escritura y sus reflexiones filosóficas. Esta vez sobre la manera cómo el tiempo va transformando nuestros recuerdos, cómo vamos creando un nuevo pasado a nuestra conveniencia para que no nos dañe nuestro ego cuando la realidad es demasiado dura para aceptarla. Y lo hace a través de los recuerdos de juventud evocados en primera persona por Tony. Unas experiencias vividas marcadas por la llegada de Adrián a su grupo de amigos, un chico brillante que les abre el mundo a nuevas perspectivas sobre la existencia y la muerte, y sobre la libertad para elegir si deseamos seguir aquí o terminar con esa vida que nos ha sido regalada sin haberla pedido. Hasta que esas amistades que parecía que iban a ser eternas toman distintos caminos, se van distanciando y finalmente debido a un acontecimiento inesperado se rompen definitivamente. Ahora, ya mayor, a Tony le tocará volver a armar las piezas de su pasado para recomponer los hechos que lo han llevado a recibir una herencia que incluye un diario. Y descubrirá lo engañosos que pueden ser sus propios recuerdos. Partiendo de esta premisa el libro bien podría haber merecido sus cinco estrellas, pero algo ha fallado. Me ha resultado poco creíble el grado de deformación de la realidad que experimenta Tony. Creerse a ese nivel sus propias mentiras no creo que pueda extrapolarse a los efectos naturales de supervivencia ante hechos miserables, sino a un nivel de egocentrismo y a una inmadurez que le impiden enfrentarse a la realidad y ser consciente del daño que pudo causar a los demás. A veces los remordimientos no bastan para hallar la calma y el perdón. El autor además nos deja con muchas incógnitas sin resolver que a mí me han impedido acabar de comprender algunas cosas. Quizás es un recurso para que sintamos lo mismo que el protagonista, para que experimentemos la sensación de no entender tu propia vida, pero a mi un poco más de información sí me ha faltado. Y para terminar, un final que no he entendido, fuera de lugar. Las expectativas creadas a lo mejor me han jugado una mala pasada. Es un buen libro, pero no es perfecto para mí.

Este libro es una imagen de la vida. Recuerdos, amigos, amor, traición, nacimiento y muerte. En una ventana al interior de cada uno. A los anhelos y errores de juventud, como se contemplan al final de la existencia luego de una vida de nuevas experiencias. En este libro Tony se enfrentara a “fantasmas” del pasado que de una u otra forma dejaron heridas en su alma que con el paso de los años fueron escondidas pero nunca entendidas ni asimiladas. Un remordimiento oculto en el que solo bastaba una chispa para volver a herir y sangrar. Una verdad que busca salir a la luz de alguna forma. Es un libro para leer con calma, en forma pausada. Si bien es relativamente corto, con un lenguaje fluido y entendible te permite reflexionar sobre temas tan profundos como lo importante de cerrar etapas en la vida, dar un final a todo aquello que nos atormentó en algún momento, no solo por nuestra tranquilidad sino por la del que está o estuvo a nuestro lado. Con un final sorprendente, Julian Barnes demuestra por que fue merecedor del premio Man Booker por esta obra (2011) la cual disfruté y seguirá dando vueltas en mi cabeza por un tiempo. MAYO 2021

¿Quién dijo que cuanto más tiempo vivimos menos comprendemos? Julián barnes nos mete en la piel de un hombre de más de 60 años, con toda una vida sencilla y sin sobresaltos al que de repente le llega un asunto de su pasado el cual le hace retroceder hasta su juventud. A partir de ahí perdido en sus recuerdos, se vuelve un personaje muy complejo debido al fuego sin extinguir interno que le provocó su gran amor de juventud. Excelente libro que no puedes leer de deprisa, tienes que parar, releer y encajar bien la cuestiones que replantea para comprender el sentido al que te quiere llevar. Escrito de una manera excepcional y a veces complejo, se queda corto en cuanto a páginas pero una vez terminado son de los que no puedes dejar de pensar en ese final incomprensible

12/2021 EL SENTIDO DE UN FINAL La novela no narra una historia apasionante, ni tiene un final que nos tenga en vilo, de hecho el título no se refiere al final de la novela, sino a la lógica que pudiera haber detrás del suicidio de uno de los personajes. La novela es un juego de memoria, lo que creíamos firmemente con veinte años lo dudamos a los cuarenta y lo sabemos falso a los sesenta. Recordamos con meridiana claridad cosas que no fueron ni remotamente como las recordamos . La vida es en consonancia al recuerdo. Como ejercicio de estilo es magnífica. La novela desgrana pensamientos sobre la vida, el envejecimiento y las barreras generacionales pero también sobre la idealización del pasado, esa construcción voluntaria: la memoria. LO QUE ACABAS RECORDANDO NO ES SIEMPRE LO MISMO QUE LO QUE HAS PRESENCIADO.

En "El sentido de un final" (2011, título original "The sense of an Ending"), Julian Barnes nos cuenta la historia de amistad de tres jóvenes, Tony, Alex y Colin que durante su último año de Instituto suman a su logia a un cuarto integrante, Adrian Finn, que se distinguía del resto por demostrar una inteligencia y sabiduría descomunal para un joven de su edad y tener una composición familiar distinta al resto. El paso de los años y una serie de circunstancias mutaron la dinámica de esta amistad y por sobre todo el eje principal es la relación que tanto Tony como Adrian tuvieron con Verónica quien fue novia de ambos en distintos momentos de su vida (aclaro, no es un triángulo amoroso en sentido estricto). La historia se "dispara" cuando muchas décadas después, un envejecido y solitario Tony, recibe, inexplicablemente, una herencia muy particular de la madre de Verónica. Aquí se enciende el aquelarre, el magnífico disparador por el cual Barnes se luce reflexionando sobre varias cosas a saber: 1. como nuestra mente borra inconscientemente con el paso del tiempo hechos, actitudes, circunstancias que no han sido menores, sin embargo no las recordamos tal como fueron (Freud algo sabía de esto no?); 2. Cuan esencial es para el ser humano "cerrar" temas abiertos, así hayan pasado 40 años, necesitamos poner fin a las cuestiones que nos han marcado y no pudimos cerrar debidamente y esta historia es una demostración de ello y por último y no menos importante 3. Como una persona puede llegar al final de su vida comprendiendo que la vida "le pasó" "le resbaló" y no hizo nada para generar cambios sino que fue pasivo mientras que otros "salieron a buscar" la vida y la modificaron según sus criterios. Magníficamente describe la relación del protagonista con su ex esposa y su hija, como así también la valoración del momento en que uno toma conciencia que está más cerca del hoyo 18 que del 1 (por usar una metáfora golfística). Esta es una constante casi obsesiva en la obra de Barnes (ver reseñas de "Niveles de vida" y "La mesa limón"). Y hay más..... lo mejor del libro es que está tan genialmente escrito, que recién en la última página cerrará la historia y comprenderá el lector muchas cosas en un final absolutamente inesperado. Creía que Barnes era un excelente escritor, pero después de leer este libro, lo considero EXCEPCIONAL (con mayúsculas). Bajo ningún aspecto dejen pasar esta lectura, he dicho.....🤣🤣🤣