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Sinopsis de EL SABOTAJE AMOROSO

Con El sabotaje amoroso, Amélie Nothomb, volvió a demostrar por qué se ha convertido en uno de los más sugestivos fenómenos de las últimas décadas: es una escritora jovencísima de una enorme madurez que conecta con las inquietudes de su tiempo y las plasma en ficciones contundentes. El sabotaje amoroso recoge las conmovedoras vivencias de su infancia en China. En el gueto de los diplomáticos del barrio de San Li Tun, en Pekín, la narradora, que entonces tenía siete años, se enamora de una bellísima niña italiana, Elena. Ella le enseñará, con la cruel ingenuidad de la infancia, todos los padecimientos del amor. Nothomb es magistral tejiendo los géneros–el lirismo, el exotismo veraz, la voz profunda y tierna a la vez de quien aprende precozmente los laberintos de la pasión y se ve obligada a reflexionar sobre ellos–, y eso hace de esta novela una aventura irresistible en la senda de Lolita y de Ada o el ardor.

9 reseñas sobre el libro EL SABOTAJE AMOROSO

Preciosisiissimo


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FRASES DEL LIBRO EL SABOTAJE AMOROSO

Ver el rostro de la persona que uno ama, sobre todo si ese rostro es hermoso, basta para saciar un corazón poco alimentado .


Publicado porEdd62

.¿ existe historia más halagadora para una chica que la Iliada ? Dos civilizaciones se despellejan sin piedad, hasta las últimas consecuencias, el Olimpo interviene, la inteligencia militar conoce su nobleza, un mundo desaparece, ¿y todo por culpa de quién? De una hermosa chica.


Publicado porEdd62

Si Platón hubiera sido niña un solo día, habría sabido que el cuerpo puede ser todo lo contrario: el instrumento de todas las libertades, el trampolín de los más deliciosos vértigos, la rayuela del alma, la pídola de las ideas, joyero de virtuosidad y de velocidad, ...


Publicado porLuis Peña

Y las miradas de Helena eran cada vez más insistentes, cada vez más desgarradoras, porque cuanto menos concebido está un rostro para la dulzura, más desconcertante resulta su dulzura, y la dulzura de sus ojos sagitarios y la dulzura de su boca de malvada me congestionaban.


Publicado porLuis Peña