EL PLAN INFINITO

El plan infinito narra la historia de Gregory Reeves, un gringo que se hace a sí mismo en el difícil mundo de los hispanos de California. Gregory quiere llevar a la práctica el peculiar «plan infinito» que se trazó a sí mismo en su infancia. Sin embargo, para conseguirlo debe recorrer un duro camino lleno de obstáculos: la marginación social, el racismo, el brutal contraste entre pobreza y riqueza, la guerra de Vietnam... Ésta es una de las novelas más logradas y apasionantes de la gran escritora chilena.

La historia de Gregory Reeves narrada por Isabel Allende nos lleva a esos lugares del ser de donde nace nuestra esencia, nos hace pensar en el fracaso y el exito mediante el personaje, como la vida puede tener sus variantes, pero sin embargo, hay algo en nosotros que siempre va a estar vivo. Cuando al finalizar de leer me enteré que la vida de Reeves está basada en el esposo de la autora, esta cuestión ,por lo menos para mí, le suma a la mística del libro.

En general, es un buen libro.

Es la historia de Willie Gordon, su marido. Pero ha cambiado el nombre. Relata la historia de su infancia y la religión inventada por su padre, a la que llamó el plan infinito. Más allá de ser el ex de Allende, Gordon tiene otra vida: hijo del fundador de una religión llamada El plan infinito, huérfano desde los seis años, teniente del Ejército en la época de Vietnam y abogado de inmigrantes hispanos en la Costa Oeste, con semejante resumé existencial no era extraño que ese material se volviera literatura.

Aburrido, no seguía una línea continua la historia. Hay muchos agujeros negros. No sabes cómo los personajes llegan situacoones, o resuelven otras. Eso hace que cómo lector pierdas la línea e interés en la lectura

Una obra muy buena, cómo todo lo de Isabel.

Mi gusto por los libros de escritoras, me ha dado esta vez la oportunidad de disfrutar de una historia de Isabel Allende. Con todos los ingredientes que me gustan. Retos, desafíos, ternura, sueños, guerra, sentimientos, aventura y, como siempre, un final que devuelve la fe. En uno mismo, en los verdaderos amigos y en el amor de la familia. La derrota no existe. Es bueno llegar al fondo. La única parte a donde podemos ir, desde ahí, es hacia arriba donde todo vuelve a brillar. Después de "El plan infinito", queda una hermosa sensación de plenitud, de confianza, de creer que entre más oscura sea la noche, siempre habrá un nuevo día de esperanzas y oportunidades. Reconfortante un libro así.