UN MUNDO PARA JULIUS

Esta es una magnifica obra de Bryce, hay mucha ironía en el lenguaje y pensamientos de una sociedad limeña que aun se mantiene en todos los extractos sociales. En algunos pasajes se puede ver una prosa con bastante humor aunque viniendo de Bryce puedo decir que quizás algunos pasajes los escribió ( entre Pisco y Nazca ) en un estado de alcoholismo propios de él en donde desenmaraña rinconcitos de su mente. En esta obra no se maneja un manual de Carreño, aquí el gringo y apitucado también tiene su jerga sus modos y también le gusta los brazos y piernas prohibidas. Las pobrezas no son económicas sino más bien de sentimientos, de tenerlo todo pero a su vez sentir que tu núcleo está disperso en este plano o en otro. Particularmente me causo nostalgia la parte del colegio de Julius me hizo recordar a muchos momentos de mi niñez . Los apodos , las chanzas , las peleas, las picas, las profesoras (monjas) hasta cuando te pedían que colabores para hacer que la institución mejore,, etc. - tremendos usureras las buenitas de las monjas- . Y aunque el final no es glorioso, despeja algunas dudas en el mundo imaginario de Julius Una obra recomendada, no vas a encontrar palabras con sabor a mármol. Disfruten la lectura!

“Un mundo para Julius” es una de las principales novelas de la literatura peruana del siglo XX, publicada originalmente en 1970 y reconocida en 1972 con el Premio Nacional de Literatura de Perú. La novela relata la vida de la oligarquía limeña como una clase decadente cuya existencia gira entre viajes al extranjero, campos de golf, cócteles y reuniones sociales; una vida por lo demás frívola y totalmente desvinculada del auténtico establecimiento de vínculos filiales. Es una novela compleja que va más allá del relato de una historia, pues se adentra en la mentalidad social peruana del siglo XX, con sus discriminaciones, diferencias e injusticias. Julius, es el pequeño protagonista de la historia y es a través de él que conocemos dos mundos totalmente antagónicos: el de la clase aristocrática y adinerada, a la que pertenece su familia; y el mundo en el que se desenvuelven sus sirvientes con sus limitaciones y carencias.La novela nos presenta la soledad que experimenta el pequeño protagonista. Quien se encuentra alejado de su familia por la forma de percibir las cosas: para él la servidumbre es mucho más que la gente que se encarga de hacerle la vida más sencilla, son personas con las cuales comparte vivencias y de las cuales recibe el cariño y la atención que su familia le ha negado. A lo largo de las páginas aprendemos a querer al protagonista, pues es imposible empatizar con él debido a esa inocencia, ternura y amor que nos transmite. Sin embargo, hacia el final, descubrimos que Julius debe abandonar ese mundo en el cual se ha desenvuelto y enfrentarse a una realidad que es dura por su crudeza y está alejado de toda inocencia infantil.Un punto central y comentario aparte, merece el narrador de la historia, que cambia constantemente de técnica narrativa; es un narrador que utiliza el lenguaje coloquial propio de la clase social alta limeña y que está impregnado de giros lingüísticos que estilizan su discurso. El narrador de la historia merece las palmas por su vitalidad y riesgo técnico; sin embargo, muchas de su frases pueden sonar chocantes ya que dan a conocer ese distanciamiento entre las clases sociales en el Perú, ese juzgamiento a la forma de vida y la apariencia de la clase humilde y trabajadora, es probable que el autor lo haya concebido así para darle ese toque de ironía a fin de destacar que lo más importante en la vida no es lo que se tiene sino lo que se siente y agudizar la complicada situación que tienen que vivir los pobres en el Perú; o quizás para evidenciar el trato discriminatorio que se da entre la clase alta y la trabajadora; de todos modos, esa visión del narrador y ese lenguaje hacen que por momentos tenga uno ganas de abandonar su lectura. Sin embargo, en honor a la verdad, existen páginas en las que la ternura y la inocencia están a flor de piel. Escenas como el entierro de Bertha o la recaudación para las misiones en el salón de Julius son picos narrativos muy bien logrados.En resumen, “Un mundo para Julius” es una gran novela que puede resultar difícil de leer, no por la técnica narrativa o por los giros lingüísticos que se utiliza, sino por esa visión de clase alta que se cuela entre sus líneas. Sin embargo, su lectura puede resultar, y de hecho resulta, una experiencia literaria especial.

La novela retrata a un sector de la oligarquía limeña, y Julius, el niño, con su infinita inocencia, nos da cuenta de las desigualdades de esa sociedad.

La primera vez que lo empecé (a las 14 años) lo dejé, no me enganchó la manera de escribir de Bryce Echenique. En mi segundo intento, ocho años después, me di cuenta que una vez que te acostumbras a los párrafos largos y te sumerges en el personaje es difícil dejar de leerlo. El punto de vista de Julius te permite amar a los personajes que él ama, sentir rencor por las personas que él siente rencor y volver a. despertar la curiosidad que todo niño tiene a esa edad.

05Mar2020 - 16Abr2020 "Se escapaba hacia la sección servidumbre del palacio que era como un lunar de carne en el rostro más bello" "Papá murió cuando el último de los hermanos en seguir preguntando, dejó de preguntar cuándo volvía papá de viaje, cuando mamá dejó de llorar y salió un día de noche, cuando se acabaron las visitas que entraban calladitas y pasaban de frente al salón más oscuro del palacio, cuando los sirvientes recobraron su mediano tono de voz al hablar, cuando alguien encendió la radio un día, papá murió" " No todo lo que lleva hábito es Santa Rosa" "Porque solo el miedo los llevaba hacerse promesas y a decirse cosas que realmente no eran necesarias pero que eran tan hermosas" "El despecho era un sentimiento huraño que, mezclado con el licor, podía llegar a ser un despecho enfurecido" "A cada uno su pena, pero a todos la alegría"

Según Gabriel Márquez es una de las mejores novelas escritas por un autor latinoamericano. Yo no logre engancharme, me aburrio

Me impresionó esta novela, por la ternura e inocencia que transmite el personaje (Julius) y por su crítica a las desigualdades. Incorporando elementos biográficos, Bryce consigue mostrarnos el mundo de la clase alta limeña a través de un lenguaje fluido y mezclando sutilmente la ironía, la inocencia, la soledad y alegrías en la Lima de un niño llamado Julius. El entorno de Julius, es un mundo que no quiere mirar más allá del mundo que lo rodea. Un entorno que muestra una falta de sensibilidad y por ello, Julius no logrará comprender a su familia. El mundo que si le agrada a Julius, es territorio prohibido... es el de los criados de la casa. Con ellos pasa la mayor cantidad de su tiempo, conversando, divirtiéndose... olvidando en esos momentos del mundo superficial que rodea a su familia. La novela emana dulzura y ternura bajo la atenta mirada del pequeño y adorable Julius.

Un mundo para Julius es una novela encantadora y sumamente entrañable. El autor retrata una realidad propia de muchos países latinoamericanos desde la mirada de Julius, un niño de lo más noble y sensible. Los personajes habitan dentro de una zona residencial limeña, donde la servidumbre contrasta con los de la clase privilegiada. Un gran retrato de esa Lima llena de desigualdades económicas y sociales, discriminación y la falta de empatía de muchos; persistente hasta hoy.