PLATERO Y YO

¡Si, al hombre que es bueno debieran decirle asno! ¡Si al asno que es malo debieran decirle hombre! I

Inmarcesible en el tiempo, tan tierno y lleno de vida. Platero un amigo ideal, un sueño fraternal tan puro.

Un maestro de la prosa poética y todo un referente para mí. Libro imprescindible para niños y adultos.

Maravilloso. Pura poesía en prosa, rico en descripciones. Su cortos capítulos van desde personajes pintorescos del lugar y de la época en un mundo rural, pasando por lugares de la campiña y de la naturaleza, y situaciones vividas con su asno maravilloso, con el que se entiende a la perfección en sus paseos por la zona. He disfrutado con el libro, hacia tiempo que quería leerlo, y no me arrepiento, antes tenía que haberlo leído, y lo leeré mas veces, será mi libro de cabecera. Me encanta la relación narrador-asno, para mí, muy semejante a la que yo tengo con mi sabueso.

Esta es la historia de Platero y Juan Ramón, un burro y su dueño que viven en Moguer disfrutando de la belleza de la naturaleza de sus tierras, recopilado en las memorias de Juan Ramón, quien se las describe a su adorado burro. Cuando era pequeña, leí este libro y recuerdo aún el dolor que me causó la muerte de Platero. Se me hacía injusto, pero con el tiempo tuve que comprender que así es la vida, y que todo tiene un fin. En el libro hacen mención a unas cuantas muertes de conocidos de Juan Ramón y Platero, además de detallar con hermosos adjetivos los paisajes que les rodean y los momentos memorables que pasaron juntos. Es un libro que, sin duda, siempre adoraré por la tristeza que me infunde y jamás seré capaz de olvidarlo.

💖Es una narrativa en prosa poética, en primera persona, que acompaña de una primavera a otra las andanzas del poeta por Moguer, su aldea natal, en la compañía de un burro llamado Platero, un compañero inseparable. 📖El comienzo de este libro es alegre, vivaz, dulce y muy emocional; se podría esperar que fuera una lectura sencilla puesto que se descubre en cada capitulo alguna osadía distinta a la anterior. Sin embargo, habitualmente va tomando forma a manera de ser toda narración no apta para aquellos que carecen de la comprensión por la poesía y metáforas. 🤗Platero y yo es un magnífico poema en prosa donde Juan Ramón Jiménez describe el ambiente y la vida de la gente simple de su pequeña aldea andaluza, y también la afección que lo une al burrito Platero, que unas veces le sirve de confidente, y otras es el verdadero sujeto de la acción. 😍Platero es como aquella mascota que consideramos de nuestra familia – nuestro ser amado – obviamente nos duele mucho cuando fallece y sentimos que algo nos hace falta dentro de nuestra vida diaria, ya que son a quienes acudimos cuando estamos felices, tristes o preocupados. Nuestros compañeros de aventuras, bromas, trabajo y momentos de soledad.

Tierna y deliciosa obra de prosa poética, que narra las vivencias compartidas entre su autor, Juan Ramón Jiménez, y su entrañable burro Platero. Es un homenaje a su compañero de vida y al pueblo que fue testigo de su amor (Moguer, Huelva). Es una sucesion de escenas costumbristas en las que describe magistralmente los colores de su tierra como el pintor que también era, siendo un adelantado a su tiempo en su manifestación de amor y respeto por la vida de las mascotas, así como contra el maltrato animal. Conmueve la dulzura con la que Platero es tratado como un niño, haciéndole partícipe en todo, hablándole de todo en esta bella personificación que hace de su burro. Los tres últimos poemas (el libro tiene 138) provocan las lágrimas de una manera abrupta, ya que del relato dulce se pasa inesperadamente a la lectura y experimentación del dolor, engrandecido aún más por la belleza y la delicadeza de las palabras escogidas. Se encuentran figuras literarias como la metáfora y la personificación, constantes en todo el libro. Lectura apacible, fácil y exquisita de un Premio Nobel de Literatura, de un andaluz universal. Y, por supuesto, lectura imprescindible para los amantes de los animales, ya que se verán reflejados y tendrán la orgullosa sensación de que una obra literaria apreciada internacionalmente reflejó a principios del siglo XX el legítimo sentimiento del animalismo.

Toda la ternura y enseñanza de un dulce jumento. Recomiendo a todos los niños de la Tierra.