Vibrante homenaje a la Nueva York de los años treinta, la gran urbe de los clubs privados, los bares de jazz y los imponentes edificios con marquesina y portero de uniforme, esta novela fue uno de los debuts más sonados de 2011 en Estados Unidos. Con una fiel ambientación, diálogos afilados como puñales y un ritmo efervescente, Normas de cortesía relata el aprendizaje de una joven ambiciosa que lucha por sobrevivir en la ciudad de las mil caras, una selva donde las mejores oportunidades conviven con infinitas tentaciones y peligros. En la Nochevieja de 1937, las jóvenes Katey Kontent y Eve Ross salen dispuestas a exprimir a fondo la libertad que promete Nueva York. Se dirigen a The Hotspot, un bar de tercera fila donde se toman el jazz lo bastante en serio como para que nadie moleste a dos chicas de buen ver, y donde la ginebra es suficientemente barata como para beber un dry martini cada hora. Cuando los tres dólares que llevaban se agotan, aparece en escena Theodore Tinker Gray, un joven cachorro de la aristocracia de Nueva Inglaterra, luciendo una sonrisa arrebatadora y un abrigo que Katey y Eve no podrían pagar con sus sueldos de un año. Juntos acabarán celebrando la llegada del año nuevo en Times Square, en una noche que marcará el principio de una amistad que transformará sus vidas.
Si solo nos enamorásemos de quienes son perfectos para nosotros, el amor no causaría tanto revuelo.
“A modo de breve aparte, permíteme observar que en momentos de intensa emoción –ya provocados por la ira o la envidia, la humillación o el resentimiento-, si lo que vas a decir hace que te sientas mejor, lo más probable es que sea inoportuno.”
Cenar en un buen restaurante era la máxima expresión del lujo. Pues ¿qué era la civilización sino el ascenso del intelecto desde el estancamieto de la necesidad (cobijo, alimento y supervivencia) al éter de lo exquisitamente superfluo (poesía, cartera de mano y alta cocina)?
La mayoría de la gente tiene más necesidades que deseos. Por eso lleva la vida que lleva. Pero el mundo lo dirigen aquellos cuyos deseos aventajan a sus necesidades.