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Sinopsis de LOS DIVINOS
Un relato recóndito, vertiginoso y profundamente perturbador contra el feminicidio. En esta novela, la autora trasciende el crimen narrado para llegar, a través de él, hasta los recovecos más oscuros de toda una cultura. Fuimos cinco, los Tutti Frutti. Digo que fuimos cinco, y aún lo somos. Porque no ha pasado lo que podría pasar, si es cierto que ocurre. A partir un crimen verídico, Laura Restrepo ha construido esta ficción. Los personajes que en ella figuran no existen fuera del mundo imaginado. Pero la tragedia de la víctima es brutalmente real. Página tras página se va revelando el oscuro andamiaje que pudo haber detrás, hasta llegar al brillante y ostentoso mundo de los Tutti Frutti, cinco hombres jóvenes de la clase alta bogotana, vinculados entre sí desde la infancia por una hermandad juguetonamente perversa y levemente delictiva. A lo largo de sus vidas cotidianas se va prefigurando, inexorable como un sino, el camino que conduce a esta transgresión intolerable, esta suerte de anuncio de Armagedón que hará estallar la resignación y la conciencia de todo un país.Los Divinos es un extraordinario ejercicio de comprensión y reinterpretación de los hechos.
21 reseñas sobre el libro LOS DIVINOS
En una Colombia acostumbrada a la violencia narco, estatal y paraestatal, el 4 de diciembre de 2016 una noticia sacude al país: una niña ha sido abusada, torturada y muerta. Infanticidio para unos pocos, femicidio para muchos, este hecho estremece por los detalles del mismo y por el perfil del victimario. La autora narra desde la ficción y en lenguaje coloquial, el medio en que el monstruo ha vivido, pero también hace una radiografía de una sociedad divida por castas que detentan privilegios en desmedro de aquellas personas que no pertenecen a ellas. Duro y excelente libro. Le pongo un 10.
Laura Restrepo, primer libro que tengo oportunidad de leer de esta autora, pero me ha dejado un buen sabor de boca. Su narrativa impecable! La historia -por estar inspirada en un hecho verídico- es por demás desgarradora e impactante.
Este libro me lo recomendaron tanto y así mismo me costó tanto leerlo. Una historia fuerte pero interesante lleno de detalles y frustraciones, el conflicto interior de cada personaje hacía que voltee la página. No sé si lo recomendaría, no sé si lo disfruté, solo sé que lo terminé con mucha angustia en mi corazón.
Me recomendaron tanto leer este libro que lo compré sin saber de qué se trataba. Se me paró el corazón varías veces y hasta pensé en dejarlo porque la historia es fuerte, y te Estrella con la realidad de muchas jovencitas. Me puse fuerte, me amarré el corazón y lo terminé. Buen libro, fuerte, duro, llore mucho pero buen libro.
Desde el punto de vista del amigo del criminal, estuvo bueno. Una lectura suave pero siento que me quedó debiendo.
Un hecho aberrante, novelado, contado desde la óptica de uno de los amigos entrañable del sujeto que cometió tal atrocidad. Muy rico literariamente, muy descriptivo, aunque con demasiada terminología propia del país de origen, donde aparentemente el crimen fue noticia. Interesante libro aunque por momentos tanto análisis de cada persona que integra este grupo de amigos, lo torna un poco lento.
Siempre he sido muy fan de Laura Restrepo y esta novela no es la excepción, la narración es espectacular, los personajes están muy bien construidos, me pareció muy interesante ver la discusión interna entre lealtad y moralidad del personaje principal, creo que invita también a plantearnos una cuestión muy vigente desde el feminismo y es: ¿por qué no polemizamos muchos comportamientos machistas y de personas que tenemos a nuestro alrededor?
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FRASES DEL LIBRO LOS DIVINOS
Nada marca tanto a un hombre como el momento en que descubre cuál es su verdadera perversión
Pero cabe preguntarse si tras la maldad relativa no se esconde una absoluta. Bajo la maldad tolerada, ¿gravita una maldad intolerable, esperando que llegue el momento?
Apenas niños grandes, tanto hoy como ayer. Adultos infantilizados, yo mismo el primero, porque desde luego no me salvo. La inmadurez nos une y nos vincula a una marca transnacional: somos la generación que se niega a crecer.
Los vivos ya estamos acostumbrados y los muertos olvidados y no hay quien registre el catálogo. La violencia pesa y pasa, así sin más, pasa y arrasa, y la muerte se ha ido volviendo vida cotidiana.
En situaciones así uno engaña a su propia cabeza, quiere hacerle creer que las cosas no son tan graves como parecen.
Dicen que cuando uno se va, es porque ya se ha ido. Me animo a glosar: cuando te suicidas, es porque ya estás muerto.
