Una conmovedora novela sobre nuestro presente. Los besos en el pan cuenta, de manera sutil y conmovedora, cómo transcurre la vida de una familia que, de las vacaciones, vuelve decidida a que su rutina no cambie, pero también la de un recién divorciado al que se oye sollozar tras un tabique, la de una abuela que pone el árbol de Navidad antes de tiempo para animar a los suyos... Muchos vecinos, protagonistas de esta delicada novela coral, vivirán momentos agridulces de una solidaridad inesperada, de indignación y de rabia, pero también de ternura y tesón. Y aprenderán por qué sus abuelos les enseñaron, cuando eran niños, a besar el pan.
Me ha gustado esta novela con sus múltiples personajes. Una mezcla de vidas entrelazadas que conforman un barrio cualquier de Madrid superando una crisis económica. He visto a las personas tan bien retratadas que me ha parecido muy real.
Esta novela, social, es una brillante descripción de un barrio, de sus gentes y sus problemas. En plena crisis del 2008 los habitantes de un barrio pobre de Madrid luchan por sobrevivir y llevar su vida lo más dignamente posible. Al principio nos desorienta un poco debido a la cantidad de personajes y de historias paralelas, pero poco a poco va dibujando un barrio a través de muchos de sus integrantes con sus diferentes circunstancias, vidas y problemas. Al final nos queda un mapa humano detallado de los habitantes del barrio.
Real. Pura y dura, la realidad, que aunque suene a qué pasó en una época anterior, sigue pasando a día de hoy, agravado actualmente por la pandemia que hemos sufrido. Varios casos en varias familias, y todos perfectamente identificables en nuestro día a día
Tiempos difíciles, crisis e incertidumbre son los protagonistas de esta novela. La escritora nos relata la vida de un pais/ barrio que podemos identificar en cualquier parte del mundo. Familias de diferentes niveles socio- económicos sobreviviendo a la precariedad donde los mas afectados son los niños. Me gusto mucho la reivindicación de la pobreza que no es vista como un defecto de la sociedad si no como parte de la cultura de cada pais , donde ser pobre no significa ser malo (...) sino por el contrario estaba lleno de esperanza, historias, lucha y felicidad siendo ese el mayor legado que los adultos dejaban a los mas jovenes preciar lo que se tenia y lo que no conseguirlo con esfuerzo y dignidad.
Un retrato muy bueno y actual de los distintos personajes de un barrio del Centro de Madrid, con la crisis económica y social como protagonista. Una novela que conmueve por ser una triste realidad que ha afectado a muchas personas.
«El último lunes de agosto, es un día de verano con una luz ya otoñal, como si el sol estuviera cansado de quemar, o se hubiera cubierto la cara con un velo de gasa.
“ Hay que ser muy valiente para pedir ayuda, ¿sabes? Pero hay que ser todavía más valiente para aceptarla.”
Hay que ser muy valiente para pedir ayuda, ¿Sabes? Pero hay que ser todavía más valiente para aceptarla.
Ahora , cuando ha llegado el momento de elegir , se da cuenta de que las cosas buenas , las personas a las que ha querido , las que le han querido a él , los momentos y los lugares donde ha sido feliz ocupan casi la totalidad de su memoria .
«Cuando se caía un trozo de pan al suelo, los adultos obligaban a los niños a recogerlo y a darle un beso antes de devolverlo a la panera, tanta hambre habían pasado sus familias en aquellos años en los que murieron todas esas personas cuyas historias nadie quiso contarles.