Ambición, sexo, poder: la gran novela sobre la forja de un imperio.26 de noviembre de 1504. La reina Isabel la Católica acaba de morir y ya se empiezan a escuchar las voces de la mayoría de los nobles de Castilla, que reclaman a Juana la Loca como su verdadera reina. Fernando de Aragón intenta llegar hasta donde sea necesario para impedir que su yerno, Felipe el Hermoso, le arrebate el gobierno de las tierras castellanas.Entretanto, la casa de Austria, mediante una política de pactos y enlaces matrimoniales, pugna por convertirse en la familia más poderosa de Europa. Todos los países de la cristiandad, papado incluido, se enredan en una serie de luchas por el poder en las que el sexo, la violencia y el crimen se utilizan como armas para conseguir sus fines políticos. En medio de todos esos conflictos, una familia de judíos conversos, los Losantos, luchará por sobrevivir a la Inquisición, aunque para ello tenga que renunciar a sus propias raíces.Los Austrias. El vuelo del águila es la gran novela de un tiempo y de un imperio que sentó las bases de un mundo nuevo: nuestro mundo.
En este primer volúmen de la saga de los Austrias, el autor se centra en Fernando el católico, personaje que muchas veces ha estado a la sombra de Isabel la católica o su nieto Carlos I, así como en todos los sucesos históricos, los cambios constantes de alianzas políticas, matrimoniales, etc . La forma de narración del libro utiliza momentos concretos, importantes en la historia enlazándolos a través de cartas, informes de diplomáticos, espías o familiares, hace que su lectura sea rápida, amena y en ningún momento embarazosa y sin correr el peligro de perderse. Para mi el único defecto que le encuentro al libro son los personajes de ficción, importantes en este tipo de libros donde la historia principal puede ser conocida de antemano por muchos lectores. En este caso nos encontramos una familia de médicos judío-conversos, con personajes demasiado arque-típicos de muchas novelas, que los hace previsibles, así como el devenir de su historia que para mi gusto es demasiado predecible. Todo y ser una buena lectura, a uno le queda la impresión que el autor le reluce más el ser historiador que no novelista, que las tramas históricas las trabaja muy bien, pero como decía anteriormente, la parte que puede dar un plus en el libro, la ficción propiamente dicha, queda coja al optar por arquetipos de la ficción histórica, sin arriesgar un ápice.
Aquella misma noche Fernando, muy excitado por lo ocurrido en Córdoba, visitó el lecho de germana. Le hizo el amor tras ingerir en la cena una vuena racion de huevos cocidos y criadillas de toro guisadas con vino tinto y un buen manojo de hierbas aromáticas.
_Qué tipo de hombre esperabas que saliera de semejante mezcla de humores? _Pues un hombre como el rey don Carlos, capaz de dejar embarazada a su propia abuelastra.
No somos lo que queremos ser, sino lo que podemos ser; no somos lo que anhelamos, sino lo que compartimos.
La hija ha de obedecer al padre, aunque a veces salga alguna tan díscola como Juana.
Como veis, los dos dos somos iguales, mi señor padre, y ambos pretendemos lo mismo:el trono de Castilla.