LAS HIJAS DE LA TIERRA

No me gustó!. Un libro monótono, con falta de fuerza, diría que le falta "alma". No me identifiqué con ninguno de los personajes. Todos están desdibujados. No expresan dolor, alegría, sufrimiento o temor. Todavía estoy tratando de dilucidar que es lo que me quiso contar la autora!. Le sobran páginas y le falta corazón!.

Libro ameno y de fácil lectura, sin más

Las hijas de la tierra es la segunda novela de la escritora Alaitz Leceaga. La historia nos introduce en la vida de las hermanas Veltran-Belasco, quienes viven en las afueras de un pequeño pueblo de La Rioja, en una época en que las mujeres son consideradas menos que nada, no tenían ningun valor, ni tan solo para su familia, eran invisibles. Nuestras protagonistas además son pelirrojas y zurdas, en una sociedad además supersticiosa...os imagináis su mote no? Las endemoniadas. Al otro lado tenemos a Rafael, su hermano mayor, el heredero, el que cree que por el simple hecho de haber nacido hombre tiene derecho a todo. A lo largo de la historia somos testigos de la evolución y crecimiento de las hermanas. De como Gloria, la mayor, sueña en un mundo de hombres como sería el despertar de Las Urracas, su finca, con sus vides y tierras tan dormidas como la sociedad, mientras esta sometida a una tía cruel, un padre ausente, una madre muerta y un hermano déspota, que siempre gana. De como Teresa, la mediana es estigmatizada por lo que es, por ser una mujer mucho más inteligente que todos los hombres de San Dionisio, su pueblo, juntos. En una época en que las mujeres no tenían que ser ilustradas, cuando llegaban a cierta edad se acabaron sus estudios....ellas estaban allí para estar al servicio y ser la sombra de los hombres. Y de como la pequeña Verónica, un ser de magia y luz, pasa de ser una dulce e inocente niña a una bondadosa mujer. Pero esta historia no habla sólo de las Veltran-Belasco y su lucha, es una historia de mujeres. De Gabriela, la profesora, de Diana la vinatera, de Jimena, la alcaldesa consorte y de todas las hijas, esposas, hermanas y madres que intentan unirse y hacerse valer en un mundo de hombres. Personalmente, y a pesar de no ser una de las protagonistas me encantó Jimena, con sus luces y sus sombras, un personaje que no sabes por donde te va salir pero a medida que la autora la va creando vas descubriendo sus secretos y las razones de porque es como es. La historia logró engancharme desde prácticamente el principio. A medida q avanzas en la lectura te sumerges es ese San Dionisio de finales del s.XIX, en una historia muy bien relatada y con unos personajes muy bien construidos, la verdad me ha gustado mucho la pluma de esta autora. Consigue que tengas claras tus simpatías y odios desde casi el principio pero a su vez les da a los personajes una evolución y madurez a lo largo de la historia muy bien construida. Recomiendo encarecidamente la lectura de este libro, y si no le pongo el máximo de puntuación es por unos pequeños detalles del final, que yo personalmente habría cambiado (pero eso es personal). Desde luego yo seguiré leyendo a la autora. Y tú, a que esperas para empezar a leer?

Alaitz Leceaga (Bilbao, 1982) es una apasionada lectora de novelas victorianas de terror y sagas familiares y eso se nota en sus libros. Me pasó con su primer libro "El bosque sabe tu nombre" (dejo abajo el link de la reseña) y me ha sucedido igual con este: nada más empezar a leer te sientes atrapada en la historia, envuelta en ese aura de sucesos "fantásticos" situados entre la realidad, el miedo y la leyenda, en este caso de una saga familiar en La Rioja a finales del siglo XIX y no puedo dejar de leer. El tiempo de la narración está claramente dividido según se desarrolla la historia y las partes vienen determinadas por los giros que sufre la trama, algunos me han sorprendido y eso es algo que me gusta y que te engancha a seguir leyendo para descubrir cómo se van resolviendo. Se nota la buena documentación de la autora para hablarnos del mundo del vino y al mezclar tradición, misterio, traición, intriga, pasiones, crímenes... consigue una magnífica novela donde las protagonistas son las mujeres, una especie de Falcón Crest de época. Los personajes están bien estructurados, tanto los principales como los secundarios, la historia también y la narrativa de la autora me gusta mucho. Apasionante y adictiva, lo recomiendo sin dudar.

Ha sido una historia que me ha llegado, me ha atrapado y he disfrutado. Una novela que transmite muchos valores, que critica el nulo poder de la mujer en la sociedad de la época y que a través de los personajes la autora va a darles valía.

No me ha terminado de enganchsr

Como en su anterior libro, el bosque sabe tu nombre, Alaitz Leceaga consigue crear una novela novela diferente y apasionante, aunque haya momentos a mitad de la historia en que la lectura se haga un poco monótona y lenta.

Una historia entretenida y muy bien narrada. Se hace corta.