Como la pasión y poderío olfativos del protagonista de El perfume, el instrumento que es a un tiempo orgullo y condena del músico de El contrabajo, posee la rara virtud de encarnar en una particularidad obsesiva las paradojas y dobles fondos de la vida, a
Una historia corta deliciosa. Un anciano cuenta la historia de su niñez, deteniéndose en la historia del señor Sommer, un hombre que se dedica a caminar incesantemente. Nadie le conoce realmente y no saben el por qué de esas extensas caminatas. Una novela corta recomendable para pasar un buen rato. Además, tiene bellas ilustraciones. Gracias a @brownchoco por su reseña, que me animó a leerla.
No comprendía cómo podía habérseme ocurrido una idea tan tonta:¡suicidarme por un moco! Porque ahora acababa de ver a un hombre que estaba huyendo continuamente de la muerte.
cuando, por la noche del mismo día, yo me asomaba a la ventana antes de acostarme, veía en el camino del lago la figura alta y delgada del señor Sommer que se movía rápidamente como una sombra.