Un relato satírico de la naturaleza del totalitarismo en la era comunista y criticó rápidamente la invasión soviética en 1968. Un estudiante universitario y miembro del Partido Comunista checo envía a una compañera de clase una postal en la que se burla del optimismo ideológico imperante. Lo denuncian y es expulsado de la universidad y del Partido, y al caer en desgracia se abre ante él un infi erno. Atrapado entre dos amores, vivirá un cúmulo de situaciones grotescas.
Ambientada en Morariva (Checa) a mediados del siglo XX, narra la historia dw Ludvik cuya vida da un giro por la falta de humor político de una generación fanatizada en los ideales del partido.
A excepción de las descripciones folclóricas y de costumbres me ha interesado muchísimo, entiendo que a algunas personas esos párrafos les puden ser de interés. Intenso en pensamientos que son universales. Estupenda novela.
Potentísima historia para retratar la locura y la idiotez de una época histérica y autoritaria. La solemnidad de una revolución sin sentido del humor. Un espectáculo.
Un libro muy crudo ya que relata la vida de un joven llamado Ludvik cuya vida se desmorona por completo al realizar una simple broma sobre el comunismo. La historia aborda reflexiones y emociones acerca del odio y la venganza, además Ludvik encuentra el amor en dos facetas muy diferentes de su vida: la primera donde es totalmente feliz y la segunda con su vida desdichada. Definitivamente lo recomiendo.
El perfil político y comprometido de alguien que tiene que abandonar su país por razones politicas. (Pensemos que en su senilidad recién retornó a Praga y a Brno!)
"Me puse a cantar en voz alta, no me dio vergüenza, sentí cómo desaparecían los años, las preocupaciones, las tristezas, las miles de escamas grises..."
Todas aquellas caras eran verdaderas. No tenía, como los hipócritas, una cara verdadera y unas caras falsas. Tenía varias caras porque era joven y yo mismo no sabía quién era y quién quería ser"
Sería tan sencillo encontrar la calma en el mundo de la imaginación. Pero yo siempre he tratado de vivir en los dos mundos al mismo tiempo y no abandonar uno de ellos por culpa del otro"
Un valor vulnerado y una ilusión desenmascarada suelen tener el cuerpo igual de mortificado, se parecen, y no hay nada más fácil que confundirlos.
El optimismo es el opio del pueblo. El espíritu sano huele a idiotez. ¡Viva Trotsky!