ÉSTE ES EL MAR

¿Por qué algunas estrellas de rock se convierten en leyendas y otras no? ¿Por qué despiertan ese fanatismo extremo en adolescentes que los endiosan? En esta novela, Enriquez busca explicar estas cuestiones, pero desde la fantasía. Admito que, al principio, esta novela me pareció un poco extraña y su premisa no me convencía del todo, pero poco a poco me dejé llevar por la forma en que Enriquez trabaja a sus personajes (en especial James Evans, el cantante de Fallen, que se elevará a leyenda de la mano de Helena) y por el misterio de esos seres capaces de convertir a un músico en algo cercano a un dios. Enriquez escribe sobre el fenómeno de las fans y el amor que sienten por sus ídolos; sobre el amor como tal y su lucha contra el tiempo, para sobrevivir en el recuerdo; sobre la soledad de esos seres condenados a la eternidad, a olvidar, porque “cuando el tiempo es infinito, el olvido resulta inevitable”. Lo que al principio me pareció una historia demasiado extravagante acabó por atraparme, porque crece para convertirse en un libro de una belleza desoladora y lacerante. Y aunque no fuera impredecible, acabó por sorprenderme gracias a lo entrañables que me resultaron sus personajes.