ELENA SABE

Por momentos me resultó un poco raro de leer. El texto es continuo y salta de un tema a otro de forma veloz en el mismo párrafo. Es el primer libro que leo de la autora y me gusto mucho la historia aunque no me fascinó. Me fue predecible el final pero aún así seguiría leyendo de esta autora sin dudarlo.

Relato emotivo y duro . Una novela corta pero intensa q acerca al drama del Parkinson aunq de fondo hay una historia q es por lo que "Elena sabe " ... Totalmente recomendable

Duele la soledad, la vejez enferma....

Qué duros suelen ser los libros sobre enfermedades... Por lo menos yo los sufro tanto!!! Más cuando la enfermedad es “tan puta” como la de Elena. Más cuando, de alguna manera, te pega de cerca. Elena se nos mete en las entrañas desde la primera página. Es una anciana con Parkinson que intenta demostrar que Rita, su única hija, fue asesinada y no se suicidó como cree la policía, la justicia y su círculo cercano. Pero Claudia Piñeiro, la autora de esta breve e intensa novela, nos hace sufrir junto Elena cada uno de sus dolores o dificultades físicas como así también el horror que una madre siente al perder a un hijo: ✍“Nadie puede conocer tanto de su hija como ella, piensa, porque es madre, o porque fue madre. La maternidad, Elena piensa, garantiza ciertos atributos, una madre conoce a su hijo, una madre sabe, una madre quiere. Así dicen, así será. Ella quiso y quiere aunque no lo haya dicho. Aunque se peleara desde la distancia, aunque discutiera como si lanzara latigazos y no acariciara ni besara. Una madre quiere. ¿Seguirá siendo madre ahora que no tiene hija? Se pregunta. Si la muerta fuera ella Rita sería huérfana ¿qué nombre tiene ella sin su hija? “ Volvamos a la terrible enfermedad que sufre Elena, “Ella” es una protagonista más de esta novela. Y comprobamos como algo tan simple como caminar puede convertirse de un momento a otro en un tortuoso procedimiento: ✍“Se trata de levantar el pie derecho, apenas unos centímetros del suelo, moverlo en el aire hacia adelante, tanto como para que sobrepase al pie izquierdo, y a esa distancia, la que sea, mucha o poca, hacerlo bajar”. O tomar un medicamento puede requerir de un gran esfuerzo sobrehumano y de una serie de movimientos ingeniosos hasta lograr el objetivo, o no: ✍“Elena toma a pastilla que le toca y espera, sentada en el sillón de la casa que salió a buscar esa mañana, con un gato que acaba de conocer sentado a sus pies… tiene la pastilla en la boca, la siente a medio camino, con la esperanza de que baje lo que falta. Mientras tanto no puede decir nada, la pastilla subiría el tramo que bajó y tendría que empezar todo el trámite otra vez”. "Elena sabe" es mucho más que un libro sobre el Parkinson. Abre un debate tan actual en estos días! Un tema que acaba de cambiar para siempre: la clandestinidad de los abortos. Pero no sólo eso. Piñeiro vuelve a elevar la apuesta. Y abre una discusión mucho más intensa e interna sobre la maternidad, el derecho a decidir sobre nuestros cuerpos, sobre las mujeres que no quieren ser madres, sobre las mujeres que nunca serán madres, sobre las mujeres que no supieron ser buenas madres o lo fueron a su manera: ✍“A Elena le llevó mucho tiempo subir al vagón y Rita se puso nerviosa pensó que se iban a quedar abajo entonces la subió a los empujones le puso las dos manos abiertas en el culo y la subió de prepo. Se acuerda, casi la tira. Poné voluntad mamá, le dijo, y Elena le contestó no me rompas las pelotas porque ella voluntad ponía y pone sino no estaría ahora sentada en este otro tren sola mirando cómo los árboles se corren unos a otros por el rabillo del ojo. Pero a veces, Elena ahora sabe, la voluntad no alcanza. Rita también lo terminó sabiendo, cree, si es que en aquel lugar a donde fue a parar, aquel donde acabaremos todos, uno por fin sabe”.

Me gusto mucho y si bien hay varios temas que surgen de la historia, hay uno principal que nos interpela dejándonos para reflexionar.

Excelente!

De lo mejor de Claudia Piñeiro! Conmovedora historia.

Diálogos que vuelan. Torbellino de sensaciones.