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Sinopsis de EL MONSTRUO PENTÁPODO

Raymundo Betancourt es el ciudadano modelo: profesionista honesto y responsable, solidario y comprometido con el bienestar de su comunidad. Pero como la vida no sólo es trabajo, también se permite dos sencillos placeres cotidianos: los chicles de canela y las niñas que mantiene secuestradas en su sótano.

77 reseñas sobre el libro EL MONSTRUO PENTÁPODO

Este es un libro que llevo dándole de lado casi un año. Incluso fue uno de los propuestos en un club de lectura con muy buen criterio pero lo primero que pensé fue ME NIEGO, NO PIENSO LEERLO. Porque ésta es una historia de terror tremenda. Como se puede ver, si estoy escribiendo esta reseña es porque fui infiel a mí misma y al final lo leí .Éste es el análisis de mi lectura y mis impresiones. Érase una vez un señor muy simpático, cordial, socialmente integrado y muy competente profesionalmente. Este señor es el perfecto vecino, un buen jefe , nada lo hace recelar de él. Le gustaba merodear por los patios de juegos de los colegios, los parques infantiles, los lugares frecuentados por niños porque sentía verdadera pasión por éstos. El no tenía hijos pero se sentía fascinado por las criaturas de corta edad, le gustaba hablar con ellos, los observaba y hasta vigilaba sus vidas. Tenía un perro al que los niños adoraban y se acercaban cuando lo veían con él. Vivía en una casa en la que tenía un lugar secreto, inaccesible , el lugar perfecto para que un niño pueda jugar y divertirse. A partir de aquí, la historia no se puede contar porque hay que leerla. Todo la historia es un relato de ficción pero hay demasiados detalles reales. Hay muchos seres como él, así como historias muy parecidas en donde se busca la confianza, las falsas promesas y en donde se da una relación perversa, sórdida y en donde la desigualdad a todos los niveles es más que manifiesta, demasiado cruda, demasiado cruel, demasiado frecuente. Mientras lo leía me debatía entre la náusea que me producía y el deseo de abandonarlo así como la avidez de seguir leyendo porque la historia, aunque la intuyes , te obliga a no renunciar a llegar hasta el final. Fue inevitable no sentir asco, un odio permanente y una impotencia por no estar cerca del escenario y derribarlo todo para desviar el curso de la historia. Lo peor de todo es que señores ( o señoras) como el de la historia se encuentran en todos los puntos del planeta. Pueden ser nuestros vecinos o la persona que todas las mañanas nos saluda o nos ofrece algún servicio. Personas adaptadas socialmente que preservan celosamente el mayor de sus secretos. No son enfermos, son seres despiadados que se aprovechan de la inocencia y la confianza de los más débiles. Nunca reconocerán que su perversión es un delito con consecuencias que pueden cambiar la vida de sus presas o incluso acabar con ellas. Sin embargo ,la consecuencia para los que perpetúan su perversión no es suficientemente justa. No voy a recomendar leerlo a quien muestre o sienta sensibilidad por historias muy muy reales porque no es una historia más.Es una historia de terror que te mantiene en shock permanentemente.


EL MONSTRUO PENTÁPODO Antes de comenzar con esta nefasta historia, quiero aclarar que estamos ante una novela plagada de expresiones morbosas, enfermizas y crudas, con el sufrimiento a flor de piel desde el inicio hasta el final. Conocemos la vida del ingeniero Raymundo Bentancourt, decente, empático y respetuoso que, en confabulación con su especie de esclava/amante, una mujer marginada por su baja estatura (enanismo), obsesionada, mantienen en cautiverio a una niña de seis años en una especie de cárcel, el sótano de su casa y lista para abusar sexualmente de ella cada vez que se le antoje. Pero ¿Cuál es el móvil de un Pedófilo? ¿Qué lo lleva a estos pensamientos macabros? Quiero aclarar que esta novela tiene un excelente arranque, comienza con una energía característica de la autora, buscando un lenguaje profesional, casi de cine, y cuidando mucho la forma versada de transmitir la idea central. Y es que, además de una acertada descripción, un gran contexto, se nota el movimiento, sin embargo, claramente la novela alcanza unas escenas de una crueldad eminente que llega a causarnos repulsión, también hay que agregar que muchas de ellas SOBRAN!!! volviendo un tanto cuesta arriba el desarrollo de la historia principal, y que por lo tanto restan ese efecto sorpresa que en este tipo de novelas el autor busca causar. Por otro lado, creo que ha ayudado un tanto el uso del diario en la historia, pero el mismo al adelantarse a los hechos ocurridos, puede fácilmente hacer spoiler al más pilo. En general, la novela cuenta con momentos realmente extraordinarios, donde la temática logra ponerte los pelos de punta, y querer entrar a cambiar la historia, pero que a mi pensar, pudo sacarse mejor partido y el final se le salió de las manos a la autora. Lo que cuesta pensar es que cuando vemos noticias sobre abuso sexual, nos consolamos diciendo que “estos infortunios no nos van a suceder a nosotros”, pero a estas alturas, ya no se puede fiar de nadie, porque no hay refugio en la maldad del ser humano. La bestialidad humana, mezclada con la pedofilia tiene su propio idioma, su tono monocromático, su propia trascendencia. Se edifica y se arruina a sí misma en las manos de quien la sostiene. Un tema no apto para sensibles, pero recomendado para conocer sobre este tema, que es una realidad con la que debemos vivir.


¡Por Dios qué libro! No es que no supiese en lo que me estaba metiendo como me pasó con Pandora, aún así es todavía mas desgarrador por tratarse de niños. La autora aborda en este caso la pedofilia, desde un punto de vista que a mí me ha resultado muy novedoso, la pareja cómplice. De vez en cuando aparece alguna noticia en las que el monstruo tiene pareja y que ésta le ayuda o lo encubre, siempre me he preguntado cómo es posible, será por estar igual de perturbada, será por miedo, será amor ciego ……. En fin, un libro que me ha mantenido el corazón en un puño y un nudo en la garganta todo el tiempo pero que no he podido dejar hasta terminarlo de un tirón.


El monstruo pentápodo es una novela escrita por la mexicana Liliana Blum y publicada en el año 2016. El título procede de una frase de la novela Lolita, de Nabokov, que dice: Soy un monstruo pentápodo, pero te quiero. La novela transcurre en Durango, México. Trata de ser una exploración sobre el tema de la pedofilia. Nos narra la vida de Raymundo Betancourt, un ciudadano "normal" que sabe seducir y caer bien a los demás, que hace obras de caridad y es amante de los animales y los niños. Pero este personaje lleva una doble vida, ya que secuestra a niñas pequeñas y las lleva a su sótano, donde realiza todo tipo de aberraciones. A su lado está Aimée, una mujer con acondroplasia (enanismo) que se convierte en su cómplice porque lo ama y cree ser amada por él. Es difícil valorar una novela como ésta. No puedo decir que sea mala, porque nos lleva a plantearnos cuestiones como si la pedofilia es una enfermedad o no, si el pedófilo nace o se hace o sobre los límites que no deberíamos traspasar cuando amamos a alguien. Pero tampoco puedo decir que me haya gustado, porque es una novela que no está hecha para agradar, sino para incomodar. En mi opinión, es demasiado explícita, y en algunos momentos he llegado a sentir malestar físico y emocional, dada la crudeza de las descripciones. La propia autora, en una entrevista, dijo que le gustaban los temas escabrosos. Me lo creo. El personaje de Raymundo es asqueroso, y tampoco llegas a empatizar con Aimée, aunque te explique sus sentimientos en su diario y sus cartas, y aunque también sea en parte una víctima de los engaños de Raymundo. En definitiva, es una obra muy dolorosa, te desgarra contándote el infierno por el que pasó la niña Cinthia y su madre, desesperada por encontrarla. No sabría si recomendarla o no, pues por una parte nos alerta de situaciones que pasan en la vida real, pero, por otra parte, lo que cuenta es demasiado repugnante. Es una novela que no te deja indiferente.


Si con la lectura de Lolita de Nabokov me sentí incómoda, terminando con la sensación de querer no haberlo leído, con esta me ha pasado algo parecido. Escrito a dos voces, desde el punto de vista de Raymundo, un depravado al que le gustan las niñas no mayores de ocho años y su pareja. He sido testigo mudo de las peores bajezas de un ser humano, de cómo ha ido desvariando desde miradas a niñas en un parque hasta el secuestro y violación de unos cuerpos demasiado pequeños, no preparados para determinados actos adultos. Se me ha revuelto el estómago en un par de ocasiones, porque la forma en que narra algunas circunstancias ha provocado que no me quitara la imagen de mi cabeza. Lo que más miedo me ha dado es que hay personas (por llamarlas de alguna manera), con esos gustos horrendos, y que, como el propio protagonista, lo justifica. ¡No, señores y señoras! ¡No está bien abusar de menores! Si en algún momento tienen esas inclinaciones, mejor se compran una muñeca hinchable a la que no puedan destrozar la vida. ¿Y qué decir de Aimeé? ¿Se puede un ser humano enamorar de un monstruo? Personalmente, no hay excusa posible para aquel que ve sufrir a una criatura indefensa y se calla, por miedo, por amor o por lo que sea, es totalmente antinatural. Voy a aconsejar esta lectura a los lectores a los que les gusten las emociones fuertes, que no sean sensibles.


"El Monstruo Pentápodo" es una novela cruel y perturbadora. La trama gira sobre una temática densa que es incómoda e invita a reflexionar en profundidad. Desarrollada en el norte de México. Es un libro bien escrito. La narrativa es intensa. Por un lado, te asquea, al grado de querer abandonar. Sin embargo, por otro, te incita a seguir leyendo. Algo contradictorio. Lo sensato era haber abandonado y no sucedió. La historia está bien construida, permite al lector desarrollar sus fantasías. Liliana Blum te toma de la mano y te empuja al foso donde se esconde una bestia que podría ser un vecino o cualquiera persona. Raymundo, Aimeé y Cinthia, los personajes de la historia. Un triángulo, que dadas las circunstancias de la vida, repentinamente viven juntos. Quizá fue, la oportunidad de uno, la vulnerabilidad del otro o la debilidad lo que los junto. La realidad es que son los personajes perfectos para construir una historia capaz de transmitir compasión, coraje, dolor y otras sensaciones. Sí eres sensible, sigue de largo, éste libro no es para ti. Si decides leerlo, comprobarás que nadie está exento.


Un hecho antinatural que día a día los monstruos rondan y asechan no desde las sobras, caminan como personas comunes. Leer sobre el tema es tan incómodo, perturbador, la escritora no escatima con detalles no fue agradable. La frase que dice la cómplice al final se me grabó El mundo es al mismo tiempo el infierno de unos y el paraíso de otros.


Raymundo parece ser un ciudadano ejemplar; trabajador, honesto, amable y además hace obras benéficas en su comunidad, pero tiene un secreto y este es que le gusta secuestrar niñas y mantenerlas ocultas en su sótano. Cuando encuentra una nueva víctima; el monstruo se fija en Aimeé una mujer con enanismo y un claro autoestima bajo, la enamorará para poder manipularla para que así le ayude en sus oscuros propósitos. Debo empezar diciendo que este libro me dejo mal cuerpo cuando lo terminé y la realidad es que no es una lectura fácil. Toca un tema sumamente sensible como lo es la pedofilia y lo hace tan bien, que te termina destrozando por dentro. Peeeero, aquí viene la típica frase de: " me ha dejado sentimientos encontrados". Y es que por una parte y como ya he dicho, la lectura te resulta incómoda y repulsiva porque además es bastante cruda y descriptiva y llega un momento en que sientes que la autora se pudo haber ahorrado ciertos detalles, pero por otra parte siento que es un libro bien escrito con un desarrollo muy bien hecho y que además hace muy buen manejo de la psicología de los personajes. En general es una lectura dura que sin lugar a dudas te deja horrorizado pero a pesar de ese horror hay que reconocer que la autora hace un magnifico trabajo y te lleva a donde te debe de llevar y te hace crear conciencia. Después de salir del shock y de por fin poder asimilar lo que acababa de leer puedo decir que el libro me gustó, aún asi, no me atrevería a recomendarlo.


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FRASES DEL LIBRO EL MONSTRUO PENTÁPODO

El era un camaleón con la capacidad de parecer un hombre normal a los ojos del mundo.


Publicado porMr.Amparo

Ella dice que los hombres merman la vida de una mujer, que escarban, lo roban todo hasta que llega un día en que no hay nada, sólo un hueco en donde ese hombre estaba. Con el tiempo se vuelve un agujero insignificante, como una espina chiquita que se clava en el dedo y desaparece


Publicado porsmartinez143

A veces creo que así debe ser el infierno: pensar y recordar las cosas más dolorosas, las más vergonzosas, las que nos hacen sentir como cucarachas para toda la eternidad


Publicado porPaloma88

Me pregunto cuántas atrocidades están sucediendo en este mismo instante en que mi pluma recorre el papel. Es para helar la sangre, todo lo qué pasa pero desconocemos. El mundo es al mismo tiempo el infierno de unos y el paraíso de otros.


Publicado porMeyling

Yo te amé como a nadie, de verdad. Te sigo amando. Eso nunca lo dudes. Es sólo que las cosas pasaron así. Era difícil que terminaran de otra manera


Publicado porAssarrya

A donde quiera que posara los ojos, Raymundo veía muerte. Las calles atestadas de cadáveres caminantes que bajaban a borbotones del transporte público y atravesaban de un lado a otro como vacas idiotas, sin considerar los cruces peatonales


Publicado porAssarrya