Une lo útil y cotidiano con la matemática por medio de leyendas e historias nos enseña, de manera lógica y deductiva, cómo se resuelven los problemas que allí se exponen. Bagdad, siglo XIII: el pastor Beremiz Samir tiene la costumbre de contar los corderos, las hojas de los árboles, los cocos, los rebaños, y así se convierte sin saberlo en un gran calculador. Un día conoce a Salim, que impresionado por su habilidad para resolver los problemas matemáticos más complejos, se ofrece a presentarle ante el jeque. Y en un largo periplo el sabio pastor irá encontrándose con poetas, astrónomos, hombres poderosos, sabios, demostrando su conocimiento de los secretos de los números y la sencilla sabiduría que le ha convertido en un hombre feliz.
Me encantó como une la vida cotidiana con la matemática y la forma en que te atrapa. Comenzar a leer este libro, te lleva a una aventura dónde podés amar los números y buscar juegos con ellos de tal manera que no podés dejar de leerlo hasta la última página.
Es una novela que enseña matemática, historia, geografía y hasta religión. Es fiel al contexto que presenta, la Edad Media árabe. Los problemas matemáticos que presenta están muy bien engarzados a lo largo de la trama, lo cual hace de Beremiz Samir, el protagonista, todo un héroe literario. Es una obra conmovedora, ideal para leer a comienzos de la adolescencia. También es excelente para utilizar en clase.
Es un libro que apesar de tener matemáticas las vuelve atractivas al lector, así como también vuelve interesantes las historias de Hombre que Calculaba cada vez que se cuenta las azasñas de cómo resuelve los problemas Un libro muy recomendado
Muy buen libro. Para iniciarse en el mundo de la literatura y las matemáticas. Combinación perfecta en este caso.
El libro me encantó, me hubiera encantado antes de llegar a secundaria haberlo leído. Transmite ese amor a las Matemáticas que todo estudiante debería llegar a tener. Para un universitario los problemas son sencillos pero el libro se disfruta demasiado, la idea esta clara.
Cada, ave, con las alas extendidas, es un libro de dos hojas abierto en el cielo. Es un gran crimen robar o destruir esa pequeña biblioteca de Dios
Que tu sabiduría no sea humillación para tu prójimo. Guarda el dominio de ti mismo y nunca te abandones a la cólera. Si esperas la paz definitiva, sonríe al destino que te hiere; no hieras a nadie.
El apasionamiento es para nosotros, lo que el color del vidrio para los ojos. Si alguien nos agrada, todo lo aplaudimos y disculpamos; si, por el contrario nos molesta, todo lo condenamos o interpretamos de modo desfavorable.
Observando, señora, a las tribus salvajes y la forma de actuar de los niños, es obvio que los dedos son la base de nuestro sistema numérico.
El peor sabio es aquel que frecuenta a los ricos; el mayor rico es aquel que frecuenta a los sabios.
Las palabras cabalísticas me dejan indiferente; no creo en el poder oculto de las letras ni en la fuerza misteriosa de los símbolos humanos.