1. ALIBRATE
  2. HUMOR Y COMEDIA
  3. EL ASOMBROSO VIAJE DE POMPONIO FLATO

HUMOR Y COMEDIA

EL ASOMBROSO VIAJE DE POMPONIO FLATO

EDUARDO MENDOZA

Calificar:

7,0

155 votos

Sinopsis de EL ASOMBROSO VIAJE DE POMPONIO FLATO

Las andanzas de un detective romano en el Nazaret del siglo I. En el siglo I de nuestra era, Pomponio Flato viaja por los confines del Imperio romano en busca de unas aguas de efectos portentosos. El azar y la precariedad de su fortuna lo llevan a Nazaret, donde va a ser ejecutado el carpintero del pueblo, convicto del brutal asesinato de un rico ciudadano. Muy a su pesar, Pomponio se ve inmerso en la solución del crimen, contratado por el más extraordinario de los clientes: el hijo del carpintero, un niño candoroso y singular, convencido de la inocencia de su padre, hombre en apariencia pacífico y taciturno, que oculta, sin embargo, un gran secreto. Cruce de novela histórica, novela policíaca, hagiografía y parodia de todas ellas, El asombroso viaje de Pomponio Flato es la obra más insólita e inesperado de Eduardo Mendoza, y también una de las más ferozmente divertidas. Como en el Quijote se ponían en solfa los libros de caballerías, aquí se ajustan las cuentas a muchas novelas de consumo, y se construye, al mismo tiempo, una nueva modalidad del género más característico de Eduardo Mendoza: la trama detectivesca original e irónica, que desemboca en una sátira literaria y en una desternillante creación de inagotable vitalidad novelesca.

22 reseñas sobre el libro EL ASOMBROSO VIAJE DE POMPONIO FLATO

Advertencia: Esta novela no debe ser leída por personas sensibles, que detestan las burlas a sus credos religiosos y que aborrecen los dudosos complementos a la Historia Sagrada (en otros tiempos al buen Mendoza por escribir estas barbaridades, lo hubieran quemado tres veces en la hoguera, tras sumario juicio). Tampoco debe someterse a lectura de críticos literarios de alta alcurnia, (podrían contagiarse de los males estomacales del protagonista). Porque esta novela (novelita corta en realidad) es para gente de a pie, que le gusta leer por leer, que ama disfrutar un par de tardes sin complicarse (al menos en esas dos tardes), o le apetece descongestionarse después de haber leído La Araucana o El Péndulo de Foucault. Y que puede ser creyente o no y de serlo, tomarse las cosas con tolerancia. Porque de que es una novelita sacrílega e irreverente, efectivamente así es. El argumento no puede ser más sencillo. El noble romano Pomponio en el siglo I busca en el Asia Menor, ciertas aguas que le alivien las crónicas molestias intestinales a que hace referencia su apellido. Y llega a la aldea de Nazareth en Judea, donde los romanos están listos para crucificar a José, el carpintero del pueblo, acusado de haber cometido un crimen. Jesús, el pequeño hijo del carpintero, lo contrata para que encuentre al verdadero culpable. En sus investigaciones, conocerá a María, la madre de Jesús. Se va descubriendo que es una familia muy querible, especial y que guarda secretos. Y hay otras personas que años después aparecerán en otro libro muy leído, el Nuevo Testamento, como son Juan, María Magdalena, Mateo y Barrabás entre otros. Personajes bíblicos y un tema de riesgo en esta creación literaria, con una historia que fluye muy naturalmente, con toques de humor permanentes nacidos de la pluma de este pagano escritor. Una obra divertida, mezcla satírica de novela histórica y trama detectivesca. Llegué a este libro sin ninguna expectativa y salgo de él con la sensación de haber pasado buenos ratos, con algunas risas a mi haber. En todo caso, al humor irónico y cínico de don Eduardo, hay que ayudarlo con una favorable disposición.


Me doy cuenta que con la edad me he vuelto mucho más sutil. Que elijo las palabras a utilizar tras una profunda reflexión, y que en ellas siempre busco una sonoridad, un compás. El boinés, más que un idioma, que también, es una forma de expresión distinta cuyo único y perverso cometido es contrarrestar al lenguaje de los eruditos con monóculo y palo de escoba en el culo. Frente a la caspa que derrama en tinta blanca aquel que rescata del diccionario palabras en desuso, la boñiga de vaca. Contra la fragancia vaporosa del elitista, el frescor aromático del sobaco de un Vikingo. Ocurre también que en estos rincones literarios donde compartimos nuestras experiencias como lectores, tendemos a renunciar a lo que la naturaleza nos da, evitando palabras tan diarias, como cagar, pedo, o eructo. De hecho, existe una norma no escrita del decoro, donde el uso del boinés anticipa una mala reseña porque no sabemos romper con nuestros prejuicios. Mendoza mezcla ambos lenguajes en la sonrojante novela que nos ocupa, y el resultado es como el bote de ambientador que rocías en el cuarto de baño tras tus trabajos de jardinería porque ha de entrar la suegra después: Un olor más fétido y desagradable que el primario. El libro arranca con una diarrea de elefante que nuestro flatulento protagonista padece por beber en aguas tan turbias, que no hay asomo de vida en ellas. De manera accidental, Flato llegará a Nazaret y allí tendrá que resolver un crimen del que culpan a un carpintero llamado José a petición de su hijo Jesús. Van por buen camino aquellos que piensan que la madre del cordero se llama María y que por las calles de la ciudad nos encontraremos a muchos personajes bíblicos y, hasta al buey del Belén. Lo curioso es que el autor no los sitúa en un entorno religioso, sino que actúan como ciudadanos corrientes y, como mucho, absurdos. La trama detectivesca no es más que una excusa para las verdaderas intenciones de Mendoza: una sátira burlesca que escapa en la intención, de la crítica y que no es apta para la gente que confunde los conceptos de tolerancia y respeto. Por menos a muchos los quemaron en la hoguera no hace tanto tiempo. Híbrido entre novela histórica, thriller policíaco y, siempre, descabellado humor, lo justo es valorarlo como merece, pues aun siendo muy complejo el arte de hacer sonreír, el libro no nos aporta nada más ni nada nuevo. Bien, a secas y sin matices, aunque yo disfruto más con estos textos que con Virginia Wolf. No hay literatura buena y mala como no hay lectores mejores o peores. El hecho de que el lenguaje sea gourmet o boinés no desemboca en la excelencia. Al fin y al cabo, nadie encuentra un manjar en la bellota pero si, en el cerdo que de ella se alimenta. Consejo: échense de vez en cuando unos pedos al reseñar.


Una fábula histórica como el mismo autor aclara al final, hecha como travesura para divertirse un rato. Lectura sencilla sin muchas más pretensiones que pasar un rato.


12/2021 📘 🇪🇸 Novela detectivesca de las consideradas menores de Mendoza que con ironía, frescura, entretenimento, humor, sátira y diversion desarrolla una trama durante la época de la infancia de Jesús . Lectura fácil y entretenida además de sugerente e interesante, aunque a veces te lleve a tirar de diccionario.


¿Quieres probar algo diferente...? aquí lo tienes... En 192 páginas encontrarás un libro de humor y misterio, que con unas pinceladas de hechos y personajes históricos de la vida de Jesús, se recrea una ficción que recuerda a David Safier, en 'Jesús me quiere', pero ambientado en la antigüedad, concretamente en el siglo I en Palestina. Creo que es bastante respetuoso con los personajes y va jugando hasta con ternura con sus historias. Aunque las personas que tengan una creencia muy arraigada y sean especialmente sensible a que nombren a personajes de la Biblia creando una ficción nueva,igual no les agrada. Me sobran las primeras páginas, demasiado escatológico e incluso llegando a ser absurdo. Por lo demás, es un cuento que quiere entretener y divertir, me parece inteligente cómo entrelaza historia del nuevo testamento y lo poco que se cuenta de la vida de Jesús en la infancia. He leído poco de Eduardo Mendoza, pero viendo cómo es capaz de desenvolverse en una novela tan peculiar, me dan ganas de leerle más


Algo diferente, original y divertido a ratos.


Novela corta que se lee de tirón en una tarde, el libro es a ratos divertido, tierno y en ocasiones infantil y otras veces escatológico e incluso aburrido. Pomponio viaja a Nazaret y allí se ve envuelto en una situación detectivesca investigando a un José carpintero, siendo ayudado por un niño Jesús, situación surrealista como el libro. No es de los libros que recomendaría


¿Qué decir nuevamente de esta enorme obrita del maestro Mendoza? Solo esto: ¡léanla y disfrutenla como he vuelto a hacer yo! ¡Gracias don Eduardo!


MÁS LIBROS DEL AUTOR EDUARDO MENDOZA


TAMBIÉN SE BUSCÓ EN HUMOR Y COMEDIA