Samuel Sotomayor tiene una deuda pendiente: Sus padres fueron asesinados y él debe encontrar a los homicidas. Al lograr su venganza, en la que involucra a más de un amigo, comprenderá que ésta carece de sentido y que, en lugar de hallar sosiego, podrá perder hasta su vida.
No es de los mejores libros de Mario, por lo que al compararlo con otros de sus libros te das cuenta de el avance que ha tenido Mario en su escritura y narración, la historia es entretenida y no es complicada leerla, se lee rápidamente, sí, te sumerge en el personaje principal y en parte empatizas con todo lo que siente, a veces puede sentir como si hubieran dos escritores existiendo co-existiendo en el mismo espacio, es de esperar de Mario sus personajes solitarios, catárticos que nos hacen cuestionarnos y introducirnos a nuevas experiencias y emociones, La frase final fué el mejor complemento.
Ojo por ojo, diente por diente será el mejor aliciente cuando se trata de venganza. Cobrar lo que se arrebata es la mejor forma de construir mentalidad. Este libro Mario induce sobre los caminos de la venganza, del odio, y de todos esos sentimientos negativos que abundan en nuestra sociedad. Somos la construcción de nuestros actos y de las cicatrices que van dejando. El personaje de Samuel nos hace tocar fondo y meditar por lo que llevamos. ¿Vivimos o existimos?