CLAUS Y LUCAS

Con una primer parte adictiva, a medida que van pasando las hojas se vuelve más extraño. Al final se comprende la totalidad (o casi) de la historia. La técnica narrativa es bastante interesante, aunque no es a lo que estamos acostumbrados los hispano parlantes. La historia es excelente, dura. Tiene unos tintes humorísticos que me hicieron largar algunas risas. Muy recomendable.

En principio es una novela fácil de leer porque tiene los capítulos muy cortos. Lo primero que llama la atención es que tiene una narrativa totalmente descriptiva y objetiva por lo que la emoción te la va creando a partir de esa descripción y nunca te viene dada. No es hasta la tercera parte que de manera suave y sin dejar esa impersonalidad y distancia, vas entrando en una historia totalmente insospechada para mí, de manera que te obliga a reconstruir todo el relato y poco a poco va provocando un desbordamiento emocional del que creo que no eres totalmente consciente hasta el final. Yo la definiría como dura y fría. Realmente la incluiría en la lista de las de “un antes y un después”.

Una de las cosas que más me llamó la atención de El gran cuaderno fue el yo plural del narrador en primera persona. Claus y Lucas comparten una sola voz, con un estilo minimalista que se limita a contar lo que ven, sin opinar, sin juzgar: “Las palabras que definen los sentimientos son muy vagas, es mejor evitarlas y atenerse a la descripción de los objetos, de los seres humanos y de uno mismo, es decir, a la descripción fiel de los hechos”.Su voz simple y directa contrasta con la brutalidad de la guerra y la posguerra. Ambas son vistas desde la perspectiva de dos niños excepcionales: unos gemelos con una inteligencia práctica y una gran capacidad para adaptarse a un entorno hostil y endurecerse para sobrevivir. La prueba es un libro diferente desde el principio. El narrador cambia: abandona la primera persona. Ahora Lucas está solo. Es un joven que se mueve por un territorio roto, una cartografía de cicatrices. Sin dejar de ser práctico, e incluso duro, ayuda en lo que puede y escucha testimonios de los sobrevivientes de la guerra. Son vidas que se enredan con la suya, también quebrada, y que acaba complicándose todavía más mientras espera el regreso de Claus.Es una historia marcada por el dolor y el olvido. “Con el paso del tiempo, todo se borra. Los recuerdos se difuminan, el dolor disminuye. […] Disminuyen, se difuminan, eso he dicho, sí, pero no desaparecen”. Pero Lucas no olvida, sigue escribiendo para Claus. Ese hermano ahora ausente a tal punto que su misma existencia llega a ponerse en duda. Si el segundo de estos libros pone en duda lo relatado en el primero, La tercera mentira acaba por desdecir a los dos anteriores a la vez que los complementa. Más melancólico que los otros, la tragedia que cuenta es distinta, aunque algunos elementos y personajes son parecidos, pero la guerra y la posguerra todavía están presentes como telón de fondo.Y también están presentes las historias de los libros anteriores, como ficción dentro de la ficción, como reflejos distorsionados de su realidad. Al final, aunque el último libro parece encerrar la verdad, lo más sensato parece dudar también de él.Es impresionante la manera en que Kristof juega con el lector y con las posibilidades del narrador no confiable. Aunque mi favorito es el primero, los tres libros tienen lo suyo y la forma en que se relacionan es brillante.

Una excelente  trilogía , los tres libros son muy distintos, que dan vueltas en una misma historia, con diferentes enfoques en la narración e incorporando cada vez nuevos sucesos en la vida de estos gemelos, Claus y Lucas. No considero otra forma que leer los tres  libros seguidos.El libro que más me gustó fue el primero," El gran cuaderno", es el más crudo, el más shockeante. El segundo, " La pueba"  tiene un giro narrativo, nuevos personajes y por momentos descoloca .Y el tercero, "La tercera mentira" cierra la historia , replanteándonos que había de realidad en todo lo que hemos leido. Mezcla de verdad y mentira o de realidad y sueños .La guerra y la posguerra,un país fronterizo indefinido. Lectura muy recomendada.

Claus y Lucas – Agota Kistof Esta lectura reúne una trilogía compuesta por tres libros “El gran cuaderno”, “La Prueba” y “La tercera mentira”, que son reunidos en Claus Y Lucas. La lectura arranca con el primer libro que aborda de forma brutal los durísimos días en la vida de Claus y Lucas, dos hermanos gemelos que son dejados al cuidado de su abuela durante la guerra, es muy difícil hablar del libro sin recaer en datos que creo que deben ser descubiertos por el lector, sobre todo las dos siguientes partes. La prosa que maneja la autora es muy versátil, muy dinámica, profundiza y nos da la posibilidad de conocer esta historia desde los ojos de un niño de 11 años, hay crudeza, hay sadismo pero también hay sensibilidad e inocencia, y en esa conjunción nos introduce en su obra, la cual no queremos dejar de seguir. Un libro extraordinario, sorprendente, sin dudas una obra maestra de la literatura contemporánea que recomiendo efusivamente.

Un libro que refleja lo terrible que es la guerra, especialmente para los niños. Agota Kristof cuenta lo peor con un lenguaje totalmente despojado y crudo.

Esta edición de Libros del Asteroide contiene las tres novelas que conforman el tríptico sobre la historia familiar de Claus y Lucas, dos hermanos gemelos que viven en un país no identificado durante la Segunda Guerra Mundial. En «El Gran Cuaderno», que es la primera novela, son dos pequeños cuya madre lleva a vivir con una abuela que no conocen debido a que no puede alimentarlos. La abuela es una mujer vieja conocida como “la Bruja”, pues los vecinos sospechan que mató a su marido. Vive en la última casa de una pequeña ciudad y vive de su huerto y de sus animales. Es la mujer más ruin y fría que se puedan imaginar; a sus nietos los llama únicamente “hijos de perra”. Los niños comienzan a trabajar el huerto y aprenden a cuidar de los animales. Pero pronto la ropa que llevaron comienza a gastarse y romperse y de la abuela no deben esperar nada, así que comienzan a realizar pequeños trabajos que les permite tener su propio dinero. Claus y Lucas son muy inteligentes, y se adaptan al duro medio al que han ido a parar mediante la realización de ejercicios que pronto los vuelve insensibles al dolor físico y emocional. Esta novela es descarnada, brutal; los ambientes y personajes son sórdidos, crueles. La maldad campa a sus anchas. Sus capítulos son breves y tiene la particularidad de estar narrada en la primera persona del plural, pues Claus y Lucas se sienten una sola entidad que piensa, siente y actúa en igualdad. Estas características hacen que la historia sea mucho más impactante, y le confiere gran agilidad a la lectura, aunque es imposible no detenerse ante el choque que pueden producir algunos capítulos. «La Prueba» es una novela muy diferente. Esta vez sigue los pasos de Lucas, pues los hermanos se han separado al final de «El Gran Cuaderno» y Lucas se ha quedado en la casa de la abuela. Aquí el narrador es omnisciente, los capítulos son algo más largos y los recursos narrativos se valen un poco más de la poesía, algo que me encantó. Me conmovió mucho esta novela, quizás debido a la sensación de pesadumbre que produce la lectura de la primera. Seguir a Lucas durante los años de adolescencia hasta convertirse en un hombre de treinta años, atisbar la vida también mediante los ojos del pequeño Mathias, otro niño condenado al dolor; me gustaron los personajes secundarios: Michael, el insomne, Victor, el librero, Peter, amigo incondicional hasta el final. Las últimas páginas son un mazazo, totalmente inesperado. Y aún faltaba «La tercera mentira», de la que no puedo decir mucho, porque el título ya es bastante sugestivo. Ha vuelto Claus, y tiene que dar su versión de la historia, de la vida, de la verdad o la mentira. Lo que nos cuente pondrá en duda todo lo que creíamos adivinar después del final de «La Prueba», nos recordará la finalidad de la historia que no es lo que cuenta sino quien lo hace... Claus ha vuelto a su país, a la ciudad de su infancia, treinta y cinco años después de haberse marchado. Viene en busca de su hermano Lucas, una presencia onírica, viene buscando ponerle fin a la “soledad mortal” en la que ha vivido todo este tiempo. Su angustia tendrá un remedio inesperado también. “Inesperado” quizás sea la palabra para definirlo todo en relación con este libro. Sobre todo, inesperado ha sido el placer que, pese a todo lo que cuenta, me ha provocado leerlo. Considero que es un libro para volver a leer más adelante. Agota Kristof comenzó a escribir tarde, después de haber vivido muchas cosas. «El Gran cuaderno» fue su primera novela, que le granjeó gran éxito de críticas, aunque antes ya escribía poesía y dramaturgia, y esto último se nota muchísimo sobre todo en la primera novela. Su obra literaria no es muy amplia, pero «Claus y Lucas» dejan con ganas de leer todo lo demás. En español su teatro ha sido compilado por editorial Sitara, y este año se espera la publicación de sus cuentos por parte de Alpha Decay. Después de tan largo comentario solo me queda hacer hincapié en recomendarles su lectura.

Excelente, desgarrador.