En la última entrega de la saga Asylum, nos invita a un viaje escalofriante, en donde todo parece estar en juego. La escuela secundaria por fin se terminó. Y ahora, Dan, Abby y Jordan están felices de poder compartir un último viaje juntos, antes de que comience el resto de sus vidas. Pero parece que el pasado está empeñado en seguirlos a donde sea que vayan. Primero se dan cuenta de que los están persiguiendo, y tomándoles fotografías. Luego, llegan los mensajes de texto de alguien que no esperaban. De alguien que está muerto. Y después, el pasado de Dan parece estar a la vuelta de la esquina. Tal vez, esta sea su oportunidad de saber de dónde viene y por qué la muerte parece acompañarlo a todas partes. ¿Quién es quién? ¿Cuál es el destino final? Para saber la respuesta, antes deberán conocer cuál es el límite entre el pasado y el presente, entre la cordura y la locura, entre el bien y el mal.
Que hermoso! No se que decir la verdad, me gusto mucho. Me pone triste el tener que separarme de Dan, Abby y Jordan, pero aún me falta leer El Director y Escape del Asylum, así que aún no me separo del mundo creado por Madeleine Roux. No me llego a asustar pero la historia me resultó muy interesante y cuando terminaba un capítulo quería seguir con el otro, es medio adictivo.
En la provincia de la mente, lo que uno cree que es cierto, es cierto o se vuelve cierto.
Los hombres no son prisioneros del destino, sino prisioneros de sus propias mentes.
Ese era el asunto cuando alguien te mentía, que era casi imposible volver a creerle.