CASAS VACÍAS

Me arrepiento de haber leído este libro. Es excelente, lo sé y sería un 5 si yo pudiera leer sin sentir. Pero no puedo. Tendré algún tornillo suelto, pero a mí me hizo daño. Siento el cuerpo lleno de angustia y el pecho oprimido por imágenes que no podré olvidar. Cierro los ojos y sigo viendo a ese niño de 3 años, que cuando voltea tiene la cara de mis hijos. Y juro que no puedo parar de llorar. Lloro por las mujeres golpeadas, lloro por las que quieren ser madres y no pueden y por las que lo son pero no quieren. Pero sobre todo lloro porque es un libro reseco y muerto. Siempre se dice que no hay nombre para quienes perdieron un hijo porque el lenguaje por mas poderoso que sea, no tiene forma de asir, explicar ni transmitir esa clase de dolor. Pues aquí la autora te demuestra que hay algo aún peor...y es cuando tu hijo desaparece. Cuando nunca sabes, cuando siempre esperas. Cuando no tienes una tumba donde llorar , ni mente, corazón o cuerpo porque eres toda desesperación e incertidumbre. Y no solo lloro como madre. También lloro porque nací en un país diezmado, donde la palabra desaparecido tiene peso, forma y rostro. Y es la de toda una generación asesinada. Somos un pueblo acuchillado y sangrante donde, a pesar de los que quieren negarlo u olvidarlo, todavía hay mujeres vacías y rotas que después de tantos años siguen buscando a sus hijos. Y me encantaría que viniera alguien me viera llorando y me dijera que no sea boba, que es todo mentira, que es todo inventado...pues nadie puede. Este libro fue solo dolor para mi. No lo tendría que haber leído.

MARZO 2021. LIBRO 30 Casas vacias es el horror de una madre frente a la desaparición de un hijo, sientes el vacío y el terror más absoluto para una madre que es que te arranquen a tu vida que son tus hijos, no hay nada peor para un ser humano que es sobrevivir a tus hijos y la herida siempre abierta al dolor si ese hijo desaparece porque alguien te lo roba con tres años y unas circunstancias personales de un ser especial, alguien se lo lleva y lo aparta de tu lado cuando lo tienes jugando en un parque y desgraciadamente estás distraída hablando por el móvil con tu amante ¿Cómo es posible vivir con eso? "Porque a vivir con la pérdida se vive, pero a respirar se aprende" pero si le añades culpa... Es muy buen libro pero muy duro, hay veces que te tienes que parar porque es imposible seguir. Casas vacias también habla de un segundo tema muy duro que es la violencia de género, la aceptación de esa violencia como algo normal como trampolín envenenado para cumplir un ansiado deseo de maternidad, de cómo soportar todo tipo de vejaciones por querer ser madre. Recomiendo este libro pero haciendo la advertencia de que es duro y difícil. 📌📌SI TE GUSTO ESTA RESEÑA O LA DE CUALQUIER OTRO USUARIO DE ALIBRATE EL LIKE VA EN EL CORAZON GRANDE AL LADO DE DONDE DICE: ¿TE HA GUSTADO ESTA RESEÑA ? 📌📌

Dos madres, dos maternidades, dos puntos de vista que se alternan para contarnos en primera persona dos experiencias que huyen del concepto socialmente esperado. Dos mujeres que rompen estereotipos para mostrarnos el lado más oscuro de la maternidad, aquello que nadie cuenta, aquello que la mujer calla. Dos mujeres sin nombre, porque no son ellas las que hablan, son todas las madres que sufren la experiencia en silencio. Ser madre debe ser un momento de satisfacción, de sentimientos de plenitud y realización, de amor incondicional y felicidad absoluta. Pero, ¿qué pasa cuando eso no es así?, cuando el único sentimiento es un profundo vacío, una inmensa culpa y una tristeza absoluta. Qué pasa cuando la maternidad no viene acompañada del deseo de ser madre o cuando, por el contrario, ese deseo se convierte en obsesión porque no se cumple. La autora nos muestra aquí la parte de la maternidad más cruel y desgarradora que pueda existir, pero tan real que rompe el corazón y desgarra el alma del lector. La historia de dos mujeres, que mientras una se hunde en la pena y la desesperación por la pérdida de un hijo desaparecido, la otra vive envuelta en la esperanza por hacer de su sueño una realidad conseguida mediante un acto espeluznante. Dos historias devastadoras y en el centro, un inocente niño de tres años. La violencia doméstica, la desigualdad social y la soledad forman parte también de la vida de estas mujeres. La precariedad emocional las inunda y las llena una amarga existencia. Dos mujeres que representan a las que sufren la lacra social de los niños robados. Brenda Navarro se proclama como una gran escritora de las letras mexicanas con su primer libro. Con un estilo propio que hacen de esta obra una brillante novela, llena de inteligencia. Una autora más que pone la literatura latinoamericana entre las mejores ofertas del momento. Una novela muy recomendable, a la vez que cruel y devastadora, que, aunque al principio cueste empatizar con las protagonistas, acaban por pellizcarte el corazón y dejártelo destrozado.

Me siento totalmente incapaz de valorar esta lectura, me ha destrozado por dentro. Esa falta, esa culpa, ese castigo, me ha devorado. Porque cuando somos adultos, cada una de nuestras decisiones afecta a las personas que nos rodean, incluso el simple hecho de mirar el móvil un momento, puede cambiarnos la vida para siempre. Y desde el momento en que decidimos tener un bebé, ya nada vuelve a ser lo mismo. Está claro que cada niño es un mundo, al igual que cada maternidad es única. Ahora imaginaros que vuestro hijo o hija desaparece con tres años, no puedo, ni quiero, imaginarme en esa situación. Una vez dejé de ver a mis dos hijos durante 5 minutos y tuvieron que dejar una silla en la tienda en la que estaba para que me sentara porque las piernas no me sostenían, cada día doy gracias porque todo se quedara en un susto pero… ¿y si uno de los dos no hubiera vuelto a mi vida? ¿Si hubiera nacido con una enfermedad o un síndrome raro? O incluso, ¿y si nunca me hubiera logrado quedar embarazada? Pues esta lectura me ha removido todo eso y mucho más, he vuelto a tener esas pesadillas raras que tuve durante los embarazos y que todo el mundo consideraba normal menos yo, lo primero que hice cuando nacieron mis hijos, y no es coña ni un cliché, fue contarles todos los dedos. Eso es, en esencia, todo lo que contiene este pequeño libro, de los relatos de varias formas de ser madre. Está escrito en primera persona desde el punto de vista de dos madres, una lo fue biológicamente, la otra no pudo serlo, aunque era su mayor ambición. Es tan pequeño que no llega a 200 páginas, pero pesa mucho, golpea fuerte y sabe a sopa contundente. Es una lectura que no es fácil, que deja un agujero dentro, pero que aconsejo porque de en cuando, es bueno sentir que tenemos un corazón latiendo en el pecho.

Casas vacías es una historia intensa, desgarradora y muy cruda. Trata un tema fuerte, como es la desaparición de un hijo, además de esto, la maternidad es el otro eje de la novela. Es un libro que provoca reflexión continua y será difícil que te deje indiferente.  Me ha gustado mucho el estilo de la autora, he disfrutado de su forma de organizar la narración y, he sentido que trata un tema duro de una forma original. Me parece imprescindible para cualquier amante de la buena literatura.

"Casas Vacías" es una novela original, cruda y devastadora, difícil de olvidar. Ambientada en la Ciudad de México. Es un libro bien escrito, con un lenguaje agudo, directo y preciso que retrata lo doloroso que puede ser la maternidad. La historia es narrada a dos voces, por dos mujeres que son idénticas en su soledad y madres de diferente manera. La maternidad es inigualable. Sin embargo, el paquete completo conlleva sentimientos de angustia, preocupación y miedos. Desde el momento en que llega un hijo, nada volverá a ser igual. El libro me gustó, sin embargo puede herir susceptibilidades por lo crudo del relato. Si eres madre, te será difícil no relacionarte.

Tristemente hay maternidades que imponen la sociedad, la familia o la pareja. El entorno acaba pesando demasiado y no todas las mujeres se atreven a decir NO y enfrentarse a todo. Acaban siendo madres sin desearlo. Mientras, hay otras que mueren o matarían por serlo, es su único objetivo en la vida para ser felices. Un sentimiento que puede convertirse en obsesión, llevando q actos despreciables. Así son nuestras protagonistas, dos polos opuestos en todos los sentidos, de mundos y realidades muy distintas, que relatarán sus sentimientos más íntimos sobre lo que implica ser madre. Y en medio un niño de 3 años que desaparece, dejando un dolor que lo arrasa todo, porque no sabes si tu hijo está vivo o muerto o lo que le pueden estar haciendo. Me ha encantado el libro a pesar de su dureza, con un estilo muy directo, sin tapujos, que atrapa desde la primera página. Aunque reconozco que no es para todos, sí lo recomiendo. Impacta y duele porque sabes que esto sucede en la vida real 😔.

Brutal, desgarrador, durísimo (mucho, mucho, mucho), pero no puedes dejar de leerlo. Una historia de dolor y de contradicciones en torno a la maternidad (deseada o no deseada), al duelo, a la pérdida, a la violencia o a la culpa, con una escritura especial. Es difícil empatizar con los personajes, pero también creo que muestran a la perfección nuestras propias contradicciones y nuestras propias miserias. La autora consigue que horrores como la desaparición de un niño, su secuestro por otra mujer o el "odio" entre una madre y su hija adoptiva parezcan reales como la vida misma. Es cierto que nos plantea situaciones muy extremas, pero el egoísmo con el que actúan los personajes es totalmente real y puede resultar hasta humano. La violencia también juega un papel muy importante desde diversas facetas (violencia machista, violencia doméstica, violencia psicológica...) Y, la verdad, no sé qué más decir. Es un libro difícil de reseñear. Hay que leerlo. Y creo que hay que tener el ojo bien puesto en esta autora. (28 de agosto de 2021)