CASAS VACÍAS

Tenía muchas expectativas sobre este libro y la verdad debo decir que me dejo sin palabras, por un lado esperaba una trama diferente y me encontré con dos historias de vida de mujeres muy diferentes pero con un dolor en común, creo que el punto de partida de la obra es cuando una de esas mujeres pierde a su pequeño, y el punto de partida de la otra mujer es su contexto, su vida (que complicado). Al leer este texto me preguntaba una y otra vez sobre la necesidad de la empatía, de llegar a entender los sentimientos de las personas, que el amor de una madre es algo que no se puede describir, que a pesar de todo seguimos viviendo en una sociedad machista, que cerrar los ojos puede ser el inicio de una tragedia. Es un libro en el que uno no puede parar de preguntarse cuál es el sentido de la vida para algunas personas? Cómo el egoísmo y la falta de amor nos llevan por senderos que no caben en la cabeza. Este libro me ha dejado un nudo en la garganta pensando en lo difícil que es ser madre, que es no poder serlo, lo difícil que es estar sola y sentirse rechazada en un mundo donde solo caben pocos. Muy emotivo, pienso que es bueno y psicológicamente uno queda indispuesto … me toco muchas fibras 😭😭 ! Que sociedad tan complicada en la que vivimos !!

Tengo un poco sentimientos encontrados con este libro. Por un lado me gusta, no sé si pese a su dureza o si precisamente por su dureza. Me ha parecido 100% real, creíble, todo, tanto la historia como las sensaciones y sentimientos de las dos protagonistas. Una historia de dos mujeres, dos pérdidas y un único niño. Por otro lado, y pese a lo real, no he conseguido empatizar con ninguna de ellas, y no por sus cagadas ni sus imperfecciones sino porque me han parecido profundamente gilipollas. Ambas.

Este es un libro para reflexionar, crudo, realista en muchos sentidos, agobiante y sincero en su contexto, un libro que habla de maternidades malogradas, autoimpuestas, no deseadas o deseadas pero no posibles, que marcan el doloroso camino de al que se enfrentan algunas mujeres al no estar preparadas para ello o simplemente en donde las circunstancias y el ámbito donde se encuentran no les permite experimentarlo.También plantea dos formas de relación de pareja, donde el amor realmente no esta presente, solo la cotidianidad, la calentura, el compromiso por "estar presente" o el capricho. Realmente es un texto estremecedor donde dos mujeres, experimentan la maternidad desde dos puntos de vista opuestos, una desde la perdida del hijo con circunstancias especiales a causa de un robo, y la de la mujer que se lo lleva por ser para ella imposible o difícil de concebir el propio, donde nos narran sus inseguridades, sus miedos, sus odios, sus anhelos y como lo enfrentan desde sus trincheras destrozando su alrededor.Una historia donde la autora describe dos realidades sin vergüenza y sin tapujos donde deja ver que el ser madre no es fácil cuando las circunstancias que las rodean realmente no están sustentadas con bases solidas.Quizás yo no podre entender nunca lo que es ser madre y sin embargo es palpable el sufrimiento interno de ambas mujeres y ese es el punto del libro, poder trasmitir ese sentimiento y esas emociones que nos hagan vibrar de desesperación o impotencia.

Como duele este libro. Es desgarrador, demoledor. hace daño en muchos sentidos.

Casas vacías, primera novela, de Brenda Navarro ella es una escritora mexicana, socióloga y economista , Actualmente vive en Madrid. En realidad les comento que esta novela me dejo con mucho que pensar, mucho por reflexionar, me llevo a una autoevaluación y comprensión de mi vida y las de otras mujeres tanto de mi familia como la vida de las mujeres en general. Casas Vacías es una historia fuerte, sobre maternidades abrumadoras, honestas, sin tapujos. Dos voces de mujeres muy diferentes, una de condición social muy baja que desea sobre todas las cosas ser Madre y no puede serlo y otra de una condición social media que es madre y que en el fondo de su corazón no deseaba serlo, lo consideraba una carga, y ese sentimiento la llenaba de remordimiento. estas dos mujeres nos permiten conocer, mediante sus monólogos pensamientos internos , las dudas que las paralizan, sus traumas, sus deseos reprimidos, la culpa y el dolor que sienten, y que a la vez tratan de sofocar de ahogar y parecer fuertes e indiferentes ante los demás , es una novela que también habla del instinto de supervivencia, del paso de víctima a victimario. De la violencia patriarcal, de las luchas de poder, de la vulnerabilidad y la responsabilidad personal y del desamparo. Te hace repensar, reflexionar tus propios sentimientos, tus vivencias, la forma en cómo has abordado tu vida y logras empatizar con ellas, puedes incluso excusarlas y entenderlas, ellas son heridas abiertas, dos cuerpos como”casas vacías”. Ambas podrían ser cualquiera: la vecina, la amiga, una conocida, o nosotras mismas. Mujeres falibles, imperfectas, que lloran, que se rebelan, que gritan, se imponen, se deprimen, que no son las buenas buenas, que también hay violencia en ellas y también pueden ser malas, como dijo Brenda Navarro en una entrevista:”Cuando nosotras aceptemos que somos violentas, podremos empezar a gestionar esto. Igual con los hombres. Si aceptamos la monstruosidad, también podemos aceptar que construimos cosas bellas. La trama habla sobre una mujer que por estar mandándose mensajes con su amante, pierde a su hijo mientras este jugaba en el parque… al mismo hay otra mujer que se roba a ese niño. Un niño que primero se llama Daniel, y después será rebautizado como Leonel: un niño autista, personaje que sirve de proyección a los sentimientos y deseos más íntimos de las dos protagonistas. A esas dos voces principales se le agregan personajes secundarios con fuertes personalidades: las parejas, Fran y Rafael, Vladimir, la niña Nagore, las suegras, el abuelo y los amigos de Rafael… Personajes nítidos, aparejados con la realidad. La novela toca algunos puntos socioculturales, pero la premisa principal es la maternidad, pero no esa maternidad idealizada, sino aquella que viven muchas mujeres, una maternidad llena de aristas, tales como el arrepentimiento, el miedo, las inseguridades, los celos, la soledad y el dolor. Recomendadisimo !!

Ufff! Qué historia tremenda! Casas vacías es una novela dura como una puñalada en el corazón que te obliga a pensar en la existencia misma y cómo un segundo pueden cambiarlo todo para siempre. Casas vacías refleja la realidad, pero también aborda problemáticas cotidianas: los cuidados, la violencia, la culpa, la memoria. Me gustó, pero también me dolió mucho.

Angustia. Mucha. Tristeza. Desolación. Dolor. Vacío. Enojo. Pena. Desconsuelo. Congoja. No alcanzan los sinónimos para nombrar los sentimientos que me produjeron todas las maternidades reflejadas en este libro. Las maternidades y las madres. Y los hijos. Y las ausencias que lastiman y las presencias que hieren. Dos voces que se levantan en contra del silencio, la violencia y los mandatos, y abogan a favor del deseo y del derecho a decidir sobre el propio cuerpo. Una extraordinaria novela que ya entra entre mis mejores lecturas del 2020!

He terminado con el corazón roto. Este libro, que se vuelve un relato oscuro y muy serio, nos cuenta la historia de dos mujeres (con diferentes situaciones económicas, sociales y familiares) involucradas en un evento desastroso: la desaparición de un hijo. Una lo pierde, otra lo rapta. Sin embargo, la historia no trata de bandos, de quien es la buena y la mala, simplemente nos quiere contar el difícil proceso de ser una madre. Temas de desaparición, abuso, violencia sexual, psicológica y física, problemas familiares, clasismo, racismo, discriminación, todo esto viene en este corto pero sincero libro. La autora nos “pinta” una historia que podrías haber escuchado como chisme alguna vez en tu vida, porque, aunque quieres creer que es ficción, sabes que estas terribles cosas suceden. Libro fascinante, te atrapa muy rápido, pero como repito, te hace sufrir y reflexionar sobre la situación actual en nuestro país. Me quedo con esta frase: Todos queremos el futuro porque es una promesa de que en algún momento se nos va a quitar la estupidez.