Área 81

Este fue el estreno con el famoso maestro del terror: King .... El libro te lleva a soñar, a dejar volar la imaginación, a pensar y creer en los niños .. ..soñar no está de más..... también te da una lección sobre la solidaridad. Me gustaron algunas metáforas o relaciones que hace el autor al comparar textos del libro con lugares como KFC o Buger King, o con canciones, eso me saco un par de sonrisas, x la forma como están escritas... La historia me engancho al comienzo y me entretuvo, pero no me deslumbró..... Ios protagonistas son varios, pero Rachie me encantó en su rol. De todas formas, cuidado al pasar por el Área 81.....

Relato corto e intenso, solo el gran Stephen King puede escribir de semejante forma, me tuvo en tensión hasta el final del relato, mezclando inocencia, terror, alcohol y helados Te invito a que entres en el área 81 y por favor ten cuidado .... reto de @marenpergamino e @Irandy2002 nº5: libro corto menos de 150 páginas

La curiosidad puede ser una gran cualidad o no. Pete Simmons, un niño de diez años, decidió hacer uso de esta característica tan representativa para el ser humano y prefirió internarse en las zonas prohibidas del Área 81. Quería demostrar que él era mucho más valiente, yendo en contra de las indicaciones de su hermano que le dijo que se mantuviera a la vista. Hizo caso omiso a todo tipo de indicaciones con grandes letras mayúsculas, porque claro! No son indicativos suficientes para un niño que decide seguir con su determinación. Es la primera vez que llego a este autor. La verdad es que me ha sorprendido demasiado. He sentido una característica particular que cuesta explicar, quizás no sea miedo pero sí mucha ansiedad, quería correr dentro del libro y decirles “no ven que toda la situación es rara, alejate!!!” que frustrante. Pero buenooo, los adultos pecan de imaginación y es mejor investigar, y “ayudar”. Un relato súper cortito de lectura ligera que fascina ✨

Con gusto a poco, con ganas de más. La historia es definitivamente buena y bien de King. El formato tan corto hace que típicos detalles y ambientaciones tan propias del autor pierdan fuerza o desaparezcan. Si fuera un libro de otro narrador probablemente habría sido más indulgente y hasta se habría ganado alguna estrella más. Pero cuando lees semenjante personaje, esperas y exiges mas de él.. La fama le precede y en este caso le fue contraproducente

Es el relato mas corto que he leído hasta ahora de King, y a pesar de eso no pierde nada su esencia, es tan corto que es difícil adentrarse en la trama y no hacer ningún tipo spoiler. En uno de sus libros más reciente, “El visitante” nos da el lema de que “El mal puede tener muchas caras”, en este caso el mal es un objeto, más específicamente un carro, se que no es la primera vez que apuesta a este estilo de relato donde un coche tiene vida propia, pero si creo que es el más sanguinario por así decirlo. Acá el terror a mi modo ver se va perdiendo con lo fantasioso y sobrenatural, lo que si nunca se pierde es la angustia, el desespero y la tensión que sufren los protagonistas, a pesar de eso por más fuerza que uno haga porque los personajes no realicen algunas acciones, se vuelve bastante predecible de lo que va a pasar a cada personaje que va entrando en el relato. Como nos tiene acostumbrado el Maestro, los niños son cruciales en el inicio y desenlace de la historia, dando claras muestras de nuevo de su afinidad con los pequeños, lo que intenta es plasmar la visión, los temores, la curiosidad y la forma de ver la vida desde el punto de vista de un menor. El final te deja con ganas de más, me pareció un poco abierto, ojalá pudiera explotar y desarrollar más esta idea en otra historia, ya que es sumamente interesante e innovadora. Es un relato aceptable y recomendable que en un par de horas te lo lees, la capacidad imaginativa de King no tiene limites y esta historia es un gran ejemplo.

Novela corta del maestro Stephen king, sobre un niño de nombre Pete, que un día después de ser rechazado por su hermano mayor para acompañarlo a divertirse con él y sus amigos, decide aventurarse a una estación de servicio abandonada de nombre "Área 81" en la que, después de emborracharse y quedarse dormido, despierta y descubre muy cerca de la rampa de entrada un auto estacionado totalmente cubierto de lodo, dos niños llorando a cierta distancia del auto y algunos autos más que habían llegado al lugar mientras él dormía, pero sin ninguno de los conductores a bordo o cerca del lugar. 🧐 ¿Qué misterio envuelve este lugar y el auto extraño completamente cubierto de lodo? Léelo y lo descubrirás. 😱 El libro me gustó y a pesar de no causarme terror, sí me mantuve enganchado y en suspenso a la historia desde el inicio.

Se trata de una novela corta, ronda las sesenta páginas y cuando se termina, queda la sensación de haber leído más bien un relato, un muy bien formado relato. En la sinopsis ya se nos adelanta qué vamos a encontrar, qué premisa ronda el argumento: el lector acompañará a Pete que a través de los ojos y la mente de un niño de diez años nos va a mostrar cómo funcionan los engranajes mentales a esta edad. ¿Qué le preocupa? ¿Qué le resulta curioso? ¿Qué busca y qué quiere lograr? Su mente está llena de preguntas, de ejemplos y de experiencias y relatos que a esa edad suenan evidentemente, grandiosos, admirables. La ambientación es un tanto tétrica o mejor dicho, como suele decirse ahora, “creepy”, está claro que no es un relato de miedo ni tampoco un thriller realmente, pero vamos a encontrar elementos como ese coche abierto de par en par, un área de servicio abandonada con todos esos elementos que una vez fueron alarde de alegría para viajeros (máquinas de helados, recreativos..) y que ahora tienen un aspecto más bien de advertencia. El aura solitaria que rodea a Pete, y esa sensación que nos deja de que sus padres no pueden pasar demasiado tiempo con él y su hermano también nos aporta inconscientemente gran valor en el asunto de la ambientación, porque sin darnos cuenta construimos un entorno, como un micro-ecosistema para este personaje y esta historia, que aporta un cierto punto de tristeza o de impotencia acerca del ritmo que ha tomado gran parte de la sociedad en las últimas décadas. Me resultó muy muy interesante también la capacidad de King para trasladarnos a la mente del niño, y podemos asistir como “espectadores” silenciosos a ese tránsito paulatino que tiene lugar de la infancia a la adolescencia y que está plagado de esa mezcla extraña entre el anhelo de crecer y la seguridad de hacer “cosas de niños mayores”, y el instinto latente que sigue siendo infantil y que no abandona del todo a Pete porque, bueno, tiene tan solo diez años. Todo eso es más o menos lo que conforma el ambiente: Pete y su mundo, su personalidad, y por otro lado el entorno del Área 81, abandonada como tantas otras en Estados Unidos. Entran en juego los personajes y la estructura, ahora. La estructura externa es una división al uso por capítulos, con un sobre nombre breve que hace alusión directa a los protagonistas que van a intervenir en cada uno. Mientras que la estructura interna se basa en la aventura de exploración de Pete, y simultáneamente, lo que sucede con el susodicho coche. A la vez, se nos van a presentar distintos personajes en distintos capítulos que interactúan con la estructura interna, con el mencionado coche, y que aportan de nuevo, y de manera “seriada” más ambientación al libro: asistimos a distintas situaciones y personajes prototípicos que intervienen y que plasman como decimos un estereotipo en este tipo de ambiente, realizando un recorrido por distintos puntos de vista, y conjugando una narrativa absolutamente hábil, que hilvana a la perfección las partes que hablan de Pete, y las que tratan sobre el coche. Habilidad de la que por supuesto no tengo nada que decir, habiendo lo que hay escrito sobre King, que se posiciona como maestro absoluto de este tipo de narrativa. Me gustó mucho, lo recomiendo absolutamente como lectura rápida para momentos como este en la que se tenemos mucho tiempo, porque te intriga, se come el tiempo y te introduces a tope en la lectura, olvidando lo demás. “Si empezabas a comer mierda, acababa convirtiéndose en tu dieta habitual.”

¡Un cuento corto, adictivo y terrorífico! Solo King puede agarrar un objeto y convertirlo en algo tan horrible. La forma de escribir es tan perfecta que se mete en tu piel y temes por los personajes. No obstante, King no solo nos trae algo terrorífico, también una lección, de cómo unos niños muy valientes, en su inocencia salvan vidas. Mientras que los adultos tan poco creyentes caen en la trampa. Que un cuento te llene de terror mientras te da una lección, hacen de King uno de los mejores escritores que he leído.