UNA NAVIDAD DIFERENTE

Lectura ligera y medianamente entretenida. Primer libro leído de John Grisham: ¿realmente la navidad vuelve así de locos a los yankis? Sé que trata de ser una sátira, pero estoy seguro que hay muchas familias así en USA. Por otro lado, me ha parecido algo prejuicioso respecto del personaje peruano y fuera de lugar el hecho de que esperasen que fuera “más oscuro”. Al final queda la sensación de haber presenciado Otra típica americanada donde todo lo que pueda salir mal, se soluciona con trabajo y unión para llegar al clásico final feliz.

Lectura ligera y medianamente entretenida. Primer libro leído de John Grisham: ¿realmente la navidad vuelve así de locos a los yankis? Sé que trata de ser una sátira, pero estoy seguro que hay muchas familias así en USA. Por otro lado, me ha parecido algo prejuicioso respecto del personaje peruano y fuera de lugar el hecho de que esperasen que fuera “más oscuro”. Al final queda la sensación de haber presenciado Otra típica americanada donde todo lo que pueda salir mal, se soluciona con trabajo y unión para llegar al clásico final feliz.

Muy bueno, quizas no tanto como los otros, algo distinto, aborda el tema de la navidad y lo que quizas muchos hemos querido hacer y numca nos atrevemos, muy linda historia.

¿Somos capaces de sustraernos a las convenciones sociales? ¿Sí? ¿En qué grado? Sí somos capaces de opinar sobre ellas, de distinguir su cualidad de absurdas en algunas de sus manifestaciones, de identificar el porcentaje de hipocresía con que todos las aderezamos. Aunque también sentimos que las necesitamos, pero… ¿para qué? Quizás para transitar por caminos conocidos, al lado de aquellos con quienes solemos hacerlo, por seguridad, por miedo a que cualquier cambio, aunque deseado, nos pueda desestabilizar. Pero… ¿Y si, en realidad, seguir esas convenciones también nos otorga una pizca de satisfacción, identificación con el otro, ciertos lazos que, dependiendo de su flexibilidad, nos permiten permanecer unidos y, al mismo tiempo, tener margen de movimiento, a pesar de nuestras diferencias? Todas estas preguntas nos las plantea John Grishman en Una navidad diferente, sin análisis profundos, pero con una recreación al detalle de las relaciones interpersonales (matrimonio, padres e hijos, vecinos), a través del diálogo de los personajes y de la reproducción de sus pensamientos. Y analiza cómo se tejen los vínculos, desde los más superficiales a los más íntimos, a través de los actos y no de las palabras. Ante la perspectiva de pasar la Navidad lejos de su hija Blair, Luther y Nora analizan de manera crítica la versión más frívola de estas fechas: el despilfarro económico, la angustia de soportar a las multitudes en los establecimientos, la hipocresía que suponen ciertas felicitaciones, las discusiones que provoca colocar la decoración navideña. Y deciden saltarse la Navidad por ese año. Es entonces cuando se pone de manifiesto la naturaleza de sus relaciones y el valor que le otorgan a los diferentes vínculos establecidos.

¿Somos capaces de sustraernos a las convenciones sociales? ¿Sí? ¿En qué grado? Sí somos capaces de opinar sobre ellas, de distinguir su cualidad de absurdas en algunas de sus manifestaciones, de identificar el porcentaje de hipocresía con que todos las aderezamos. Aunque también sentimos que las necesitamos, pero… ¿para qué? Quizás para transitar por caminos conocidos, al lado de aquellos con quienes solemos hacerlo, por seguridad, por miedo a que cualquier cambio, aunque deseado, nos pueda desestabilizar. Pero… ¿Y si, en realidad, seguir esas convenciones también nos otorga una pizca de satisfacción, identificación con el otro, ciertos lazos que, dependiendo de su flexibilidad, nos permiten permanecer unidos y, al mismo tiempo, tener margen de movimiento, a pesar de nuestras diferencias? Todas estas preguntas nos las plantea John Grishman en Una navidad diferente, sin análisis profundos, pero con una recreación al detalle de las relaciones interpersonales (matrimonio, padres e hijos, vecinos), a través del diálogo de los personajes y de la reproducción de sus pensamientos. Y analiza cómo se tejen los vínculos, desde los más superficiales a los más íntimos, a través de los actos y no de las palabras. Ante la perspectiva de pasar la Navidad lejos de su hija Blair, Luther y Nora analizan de manera crítica la versión más frívola de estas fechas: el despilfarro económico, la angustia de soportar a las multitudes en los establecimientos, la hipocresía que suponen ciertas felicitaciones, las discusiones que provoca colocar la decoración navideña. Y deciden saltarse la Navidad por ese año. Es entonces cuando se pone de manifiesto la naturaleza de sus relaciones y el valor que le otorgan a los diferentes vínculos establecidos.

En esta ocasión el maestro Grisham nos sorprende con algo diferente a lo que nos tiene habituados. Una entrañable historia 100% navideña que no pretende ser más que una fabula de buenos propósitos para estas fechas.

Me identifiqué con la necesidad de simplificar las celebraciones pero a parte de eso me pareció que la historia se alargaba innecesariamente. Y no entendí cuál era el papel del invitado de quien no recordaban el nombre.