En la historia de la literatura abundan los ejemplos de personajes cuyas vidas se ven irremediablemente afectadas por un breve instante de su pasado. En esta nueva novela que sucede a Nos vemos allá arriba Premio Goncourt y notable éxito de ventas en castellano, Pierre Lemaitre retrata con mano maestra la trayectoria vital de un adolescente que, en un fugaz e impremeditado arranque de ira, se ve envuelto en un crimen y debe cargar con el horror y la culpa por el resto de sus días. El relato, dividido en tres momentos espaciados en el tiempo 1999, 2011 y 2015, es una invitación a acompañar el fascinante proceso de formación de la psique de Antoine Courtin, durante el cual se vislumbra el lacerante destino de una persona que, paradójicamente, ha sido víctima de su propia culpabilidad. Todo comienza en Beauval, un pequeño pueblo enclavado en una región cubierta de bosques, donde la apacibilidad y belleza del lugar son el contrapunto perfecto a la sucesión de acontecimientos que conforman la trama. Al complejo microcosmos de sus habitantes, no exentos de hipocresía y cinismo, se añaden los ambiguos gestos, los comentarios maliciosos, la maldad y la insidia parapetadas detrás de las buenas intenciones, elementos todos ellos determinantes en la gestación y desenlace de la apasionante historia de Antoine.Conjugac...
Es entretenida y pese a su corta extensión, muy completa, refleja muy bien el ambiente de un pueblo de la Francia profunda y la psicología de su protagonista
Lemaitre se las arregla para no aburrir ...nos hace cómplices de un secreto increíblemente doloroso y terrible. Escribe de una forma muy dinámica relatando los tres días más fatales de la vida de un niño.
No es un libro que recomendaría o volveria a leer. Me pareció interesante como una acción y una mentira puede afectar tantas vidas y durante tanto tiempo.
Alguien pasa edte libro en pdf ...quiero leerlo pero no me da oara comprarlo y lo he buscado oor todas lados
La pena por el crimen que había cometido no consistía en unos años de cárcel, sino en toda una vida que aborrecía por adelantado, que representaba todo lo que odiaba, una existencia al lado de gente mediocre, ejerciendo una profesión que amaba en unas condiciones detestables…
No puede más. Se queda allí, tendido sobre las hojas caídas, envuelto por el aroma de la tierra, que huele como solía oler el pelo de Ulises. Está tan cansado que le gustaría dormirse allí mismo, hundirse en el suelo, desaparecer él también. (cap. 2)
Aunque a todos los movía una buena causa, en el ambiente se palpaba una especie de fatuidad vengativa, esa virtuosa energía que suele preceder a los linchamientos y las cacerías. (cap. 4)
Cada dos por tres, le brotaba aquella risa que hubiera resultado encantadora con moderación, pero resultaba irritante por reiterativa. Era como si reemplazara palabras que no sabía. (cap. 15)
Y la pregunta, la eterna pregunta volvería a plantearse en tono solemne: ¿cómo puede alguien convertirse en asesino a los doce años? (cap. 16)
Émilie aceptaba su vida como lo aceptaba todo, de todo el mundo. Con cierta predilección por el sexo furtivo y los apareamientos fugaces. (cap. 20)