TODO LO QUE SOMOS JUNTOS

Una segunda parte que da demasiadas vueltas... en realidad pienso que esta segunda parte podría haber sido más corta y haberse añadido a la primera parte. Creo que se extiende demasiado en hacer que Leah también sea imperfecta... con una trama algo innecesaria en mi opinión.

Simplemente me voy a dedicar a decir que el final es hermoso. Me encanto! Creo que esta a la par del primer libro, aunque Leah me haya hecho desesperar en algun momento por hacer sufrir a Axel, que en este libro es mucho mas intenso y real que en el anterior. Igualmente la entendi, y creo que crecio muchisimo como persona, y eso es lo que queria mostrar la historia.

"Todo lo que somos juntos" es la segunda parte de "Todo lo que nunca fuimos". Así, con este segundo volumen se termina la bilogía "Deja que ocurra". Esta segunda parte me ha parecido mucho más "floja" que la primera. No quiero decir que el libro no merezca la pena, porque estaría mintiendo. La manera en la que la autora narra sigue siendo melodía para los ojos. El problema es que a pesar de que los personajes principales hayan evolucionado personalmente, pues han pasado 3 años, la historia en sí no me ha convencido del todo. Ha sido un constante tira y afloja. Los personajes secundarios no han tenido tanta importancia como en el libro anterior. He incluso he echado de menos la figura de Madison, y en general la de todos los amigos de Axel. Estos amigos fueron los desencadenantes del final de la primera parte (no quiero profundizar más para no hacer spoiler) y ahora brillan por su ausencia. Creo que eso hubiera sido interesante. Además de poder dar más involucramiento a las posiciones de los familiares de Axel y Leah. En general me ha gustado, pero esperaba más. Más movimiento de personajes y más acciones dentro de la novela. Porque la aventura de ambos ha sido corta para la extensión del libro.

Todo lo que somos juntos (Alice Kellen, 2919, Ed. Booket de Planeta de libros) es la segunda parte de la bilogía Deja que ocurra. Es una historia de amor (al igual que su antecesora Todo lo que nunca fuimos) situada tres años desde los acontecimientos de Deja que ocurra 1; tres años desde la ultima vez que Axel y Leah se vieron. Cuando sus caminos vuelven a encontrarse, estando Leah próxima a exponer sus pinturas en una galería de arte, ambos deben nuevamente tomar decisiones que lo cambiarán todo. Aún Leah no ha olvidado a Axel, porque ahora el es mar, noches estrelladas y vinilos de Los Beatles. Y Axel tampoco la ha olvidado. El tiempo no lo curó de ella; para olvidarla tendría que borrarse a sí mismo. La novela se puede clasificar en la corriente new adult y en su primera página la autora cita a Chris Pueyo en Aqui dentro siempre llueve, “Todo el mundo lo sabe: cuando te rompen el corazón en mil pedazos y te agachas a recogerlos, solo hay novecientos noventa y nueve trozos.” Porque a través de sus 384 páginas narra lo que ocurre durante y después del desamor, lo que sucede cuando te rompen el corazón, como cuando ya no hay más nosotros, no hay más planes y solo persiste todo aquello que nunca fuimos y los deseos interrumpidos, y el otro al no estar más, se lleva algo de ti con el, algo que nunca regresa por que ya no es más tuyo. Al igual que la primera parte, me pareció una novela ágil, de lectura rápida y que todo lo que pretende, lo consigue. Es un relato muy esperanzador, está narrado con expresiones esperanzadoras sobre el futuro. Bajo mi punto de vista, la autora ha dado un giro a la historia para enseñarnos otros rasgos, logros y complejos de los protagonistas, haciéndolos más humanos para el lector. Cómo en el primer libro los capítulos están narrados por ambos protagonistas, así que en todo momento sabremos lo que ellos sienten. Conoceremos sus deseos, sus miedos y emociones. En la entrega anterior vimos a una Leah aterrorizada a estar sin Axel, miedo a estar sola, sin quien en apoyarse; una Leah que teme sentir, teme a sus emociones y que estas se apoderen de ella. Vas a estar bien, se dice finalmente Leah a si misma, porque en un corazón no puede llover eternamente. Y efectivamente, en esta segunda parte, se lo sigue repitiendo, más por rutina que por otra cosa. Tenemos una Leah llena de rencores, incapaz de ofrecer perdón aunque lo desease, sintiendo caos y haciéndose daño en el proceso. Una Leah que se esfuerza por ser diferente, más sosegada, pensar más antes de actuar. Leah reconoce que idealizó a Axel; pero que realmente habían zonas grises en el. La incorporación del personaje de Landon en ocasiones la sentí forzada, como para reforzar la idea de que Leah podría tener la oportunidad de ser feliz nuevamente junto a alguien más. Pero finalmente sabemos que su objetivo es plasmar el sentido de que es su lugar seguro, de que Leah se encontraba tan perdida, con miedo de estar sola, y entonces aparece él en su vida, la hace sentir querida, la acompaña, se vuelve en aquel lugar seguro donde deseas volver cuando te sientes mal. Leah no es capaz de saber estar sola sin tener un apoyo adicional. Primero fue Oliver, luego fue Axel, ahora es Landon. Es su pilar sólido, y ella orbita a su alrededor, incapaz de alejarse lo suficiente por miedo a quedar sola. Confiaba en que en esta segunda parte veríamos un mayor desarrollo de Leah, una transición muy esperada. Y así fue. Al inicio vemos una Leah que ha encapsulado sus emociones, que le disgusta sentir de más, porque ha aprendido erróneamente que sentir demasiado se traduce en sufrir. Luego vemos una Leah que pierde perspectiva, no logra ser ella misma. Leah quiere elegir a Axel, no sólo necesitarlo. Pero Paris actúa como el lugar necesario para que Leah encuentre lo que estaba buscando: describir quien quiere ser. Los capítulos de 111 y 112 fueron de mis preferidos, porque por fin se da aquella conversación necesaria para que Leah pueda crecer. Que hermosa reflexión sobre cómo lo cotidiano, la rutina se cuela en tu vida y cuando está se rompe, son los pequeños gestos, cualquier tontería, se quedan en tu memoria, porque no les damos importancia hasta que pensamos que pueden ser la última vez que los vemos. El beso de despedida que te dieron, el susurro de su voz deseándote buen día, la sonrisa que te dedicó antes de que salieras de la casa en la mañana. En la soledad de Paris Leah aprende a querer a Axel de otra forma. Saborea su ausencia y la valora. Aprende a disfrutar de su soledad y luego decide volver. Aunque parece imposible que nos pasen a nosotros las cosas que le pasan a Leah, que más da, esta muy bien narrado y es un muy buen final para la historia de ambos. Muy respetuoso, muy coherente. Tenemos un Axel y una Leah más reales, un amor más maduro y más sano.

Como suele pasar el primero me gustó mas, aunque sigue siendo una historia muy bonita.

🌸Reseña🌸 "Me asustaba que la línea que separaba el odio del amor fuese tan fina y estrecha, hasta el punto de poder ir de un extremo al otro de un solo salto... Al mirarlo, veía el negro, el rojo, un púrpura latente; las emociones desbordándose. Y sentir algo caótico por él me hacía daño, porque Axel era una parte de mí. Siempre iba a serlo. Pese a todo." Por fin les traigo la reseña de este segundo libro y final de la biología "Deja que ocurra". Han pasado tres años desde la última vez que Leah y Axel se vieron, ambos tomaron caminos separados e intentaron continuar con sus vidas. Pero por circunstancias de la vida el arte los vuelve a unir, y con ello vendrán nuevas decisiones que pueden cambiarlo todo, porque quizás aún no se han olvidado, porque quizás aún hay un capitulo sin terminar en su historia, porque a veces solo basta un "Deja que ocurra" para tenerlo todo. En este libro Alice nos trae de vuelta a nuestros queridos personajes de Byron Bay. Leah ha crecido y madurado, después de superar la muerte de sus padres y seguir con su vida, es capaz de expresar lo que siente a través de la pintura, pero a pesar de todo aún no puede olvidarlo. Y por otro lado esta un Axel arrepentido, después de las acciones y decisiones que tomo intenta enmendar sus errores, y aprender de ellos. Ambos deberán tomar importantes decisiones a lo largo de la historia, las que serán decisivas para su futuro, ¿será posible que ese futuro pueda ser juntos? Solo puedo decir que Alice es maravillosa, ha logrado escribir una historia tan hermosa que te logra cautivar solo con sus primeras páginas, y es que está no es sólo en una simple historia de amor, sino de superación, es un libro que te hace reflexionar, y aprender mucho. Tiene frases demasiado bellas que te llegan hasta el corazón, que te hacen pensar muchas cosas mientras te vas devorando la trama. Este es mi primer encuentro con Alice pero ya debo decir que la amo y que lo más probable es que se convierta en una de mis autoras favoritas ❤ y espero que ustedes también le den una oportunidad. Calificación: ⭐⭐⭐⭐ 4,5/5 ~Tamii🌸

La primera parte me encantó, pero este libro me parece bastante predecible y más de lo mismo... me decepcionó bastante la verdad. La autora me encanta!!!

En la reseña del libro anterior, dije que me gustaba la manera en la que Alice Kellen desarrollaba a los personajes de todos sus libros. Cada uno tiene su historia, sus defectos, sus sueños. Ella los hace humanos. Pues bien, leí este libro, y cada vez que pienso en el inicio del primero y luego en este libro, puedo notar por completo el crecimiento de los personajes. Ver cómo Axel luchaba en contra de sus defectos y desentrañar por fin quién quería ser Leah en la vida. Alice Kellen marcó un antes y un después entre las dos historias. En la primera nos muestra a una Leah de diecinueve años, perdida y sufriendo por la pérdida de sus padres. En el segundo, tenemos a una Leah que supo, gracias a Axel, salir adelante, pero que ha tenido tantos cambios en tan poco tiempo, que ya no se puede encontrar a sí misma, no sabe quién es. Es por esto que me gustan los libros de la autora, porque siempre hay una enseñanza, una nueva lucha interna. Alice nos muestra una historia de amor y a la vez nos regala enseñanzas que nos duran para toda una vida. Sí, no fue un libro que me haya fascinado, puesto que me dejó esa sensación de que faltaba algo, de que podía haber más. Pero a la vez entiendo que esta bilogía trata más sobre la superación del duelo, de luchar contra nuestra propios demonios y de entender quiénes queremos ser en nuestra vida. Problemas internos tan comunes pero a la vez tan complicados. Lo que más me gustó del libro fue ver cómo Axel avanzó y venció todos sus demonios, me encantó que haya recuperado aquello que le gustaba. Y en cómo peleó por Leah, que no la iba a volver a dejar ir. En fin, hermosa bilogía.