TEMPORADA DE HURACANES

"Una desafiante novela sobre la verdad de un crimen en un torbellino de intrigas". Sexo, lujuria, drogas, asesinatos y brujería, todo eso abunda en La Matosa, donde sus desesperados habitantes descubren que la búsqueda del amor solo conduce a la violencia y la miseria. Y con un ritmo y un lenguaje exquisito, la autora explora en esta magnífica historia, las sin razones que subyacen a los actos más desesperados de barbarie pasional. La mayoría de nosotros hemos experimentado la violencia en alguna de sus formas. Esta premisa nos ha llevado a pensar que quizá se trate de un elemento inherente a la naturaleza humana, la cual ha sido construida de pactos definidos desde el principio de nuestra historia. La novela es bastante fuerte,desgarradora, donde quedaremos envueltos y atrapados por las palabras y la atmósfera terrible, aunque gozosa, fatalidad. Nos invita a contemplar un microcosmos de la realidad de millones de mexicanos y retrata la vida de los personajes que viven en el pueblo ficticio de La Matosa, un pequeño pueblo de México azotado por la desesperanza, la miseria y la violencia. Además de revelar la brutal realidad detrás de un asesinato perverso, revelando oscuros secretos del pueblo en donde viven. La historia de un crimen pasional contado por todos los personajes involucrados. El hecho es uno: han encontrado el cadáver de la Bruja del pueblo flotando en las aguas turbias de un canal de riego cercano a la ranchería de La Matosa, con el cuello rebanado y la carne ya podrida y picoteada por los buitres. ¿Y por qué mataron a la Bruja? Por venganza y para robarle la fortuna que creían que poseía. La  hallaron unos niños que están explorando y que encuentran el cuerpo, y a partir de esta historia se van desarrollando las historias de los personajes, uno por uno, de los que tuvieron que ver con la muerte de esta bruja. Y a partir de ahí, los personajes involucrados en el crimen nos contarán su historia mientras los lectores nos sumergimos en la vida de este lugar acosado por la miseria y el abandono, y donde convergen la violencia del erotismo más oscuro y las sórdidas relaciones de poder. Desde este punto de partida, la historia  teje una compleja red de relaciones y secretos, revelando las tensiones latentes que amenazan con desbordarse. La novela es un tapiz humano, donde cada hilo representa una verdad oculta o una mentira enterrada, y es este enredo de vidas y destinos lo que la hace tan cautivadora. La novela aborda la problemáticas más común en la ciudad de México, como la violencia de género, abuso, LGBTfobia, machismo, sexismo, falta de recursos y la pobreza, haciendo una disección de una sociedad podrida hasta las cimientos.

El exudado de podredumbre y violencia que asola las páginas de esta historia, se filtra a través de un tamiz morboso, degenerado y crudo para inmortalizar una realidad oscura de forma apabullante, similar a una cachetada a mano abierta que permanece escociendo durante días y que esculpe en el aliento una impronta de decadencia. Su estilo narrativo atrevido y la ausencia de paños calientes en lo narrado, dificultan la entrada en ella, impidiendo que sea apta para todo el mundo. Una vez consigues acoplarte a su veloz compás y al sello de la autora, esta locura literaria se torna cada vez más adictiva y arrolladora.

La novela se sitúa en un pueblo recóndito denominado La Matosa, lugar de miseria, desdicha, discordia, pensamientos oscuros  cargados de violencia, maldad y decadencia. Las historias que acontecen surgen alrededor de personas impregnadas de profundos, míseros e ingenuos pensamientos, que según conveniencia y experiencia, van relatando. Cada persona en el pueblo ha experimentado acciones brutales y deprimentes, haciéndolos vivir de forma efímera, sin pensar en la posteridad, convirtiéndolos en seres llenos de culpa que justifican el acontecer de sus actos a través de la vida de otros. Encontramos personajes populares como: La Chavela, el Munra, Yessenia, Luismi, Brando, Norma, entre otros, rodeados de la podredumbre y hostilidad que embarga al pueblo, quienes a su vez van relatando testimonios crudos de la vida, en constante cambio temporal, convirtiendose en una especie de Matrioshkas, pues cada suceso lleva a la profundidad del siguiente y así sucesivamente hasta sumergirse en una pesadilla común. Lo que sobra en el poblado de La Matosa es el egoísmo, la ignorancia, los rumores profanos y ambición desbordante que en lugar de apaciguar futuras acciones, probocan abominables hechos. La escritora tiene una voz realista y directa de la sociedad, además su prosa es contínua, sin párrafos, haciendo que enganche de inmediato, impidiendo dejar de leer aún cuando los acontecimientos son crueles y funestos. Mismos que se desarrollan en forma de monólogo desde diferentes perspectivas y que debido a su intensidad, es difícil abandonar. La manera en que la novela está estructurada, te hace introducirte en la trama a tal punto que incluso puedes escuchar las voces de los personajes, quienes logran exteriorizar sus pensamientos, haciendo partícipe al lector de los mismos. Las descripciones son crudas, y existen temas fuertes en los que no se habla sutilmemte, sino de forma aberrante, algo que hace a la novela bastante interesante, no ocupando tecnicismos sino la forma más coloquial, decadente y brutal acerca de una sociedad desoladora en la que nada bueno puede esperarse. Además nos hace ver una realidad evidente, en la que se abordan temas como: la homofobia, violación, violencia de género, prostución, machismo, y otros flagelos del diario vivir. En esta historia se pone de manifiesto que el verdadero dilema no es precisamente el asesinato de la Bruja sino la podredumbre, desolación y desdicha, existente en el ser de quienes enfrentan la vida diariamente en un pueblo de pesadilla. La novela se puede considerar como una crítica dura sobre la realidad, que hace reflexionar de forma atroz y grotesca haciendo uso de la incomodidad por la forma en que esta contada, acción aplaudible en la escritora Fernanda Melchor, quien ha demostrado que no todo es color de rosa y que en muchos casos las acciones se tiñen de colores más sombríos.

La narración está bien, porque te genera seguir leyendo; es más, el libro no tiene párrafos, lo que hace que tenga un ritmo acelerado. El tema más allá del relato morboso, te lleva a reflexionar la realidad de la marginalidad, leerlo con tantos detalles se hace duro. Esta bien escrito, pero la historia no es lo que precisamente me gusta leer. Es un combo de lo sucio, lo pervertido, la pobreza y la ignorancia, sumado al delito y a las adicciones. Usa muchos términos que son exclusivos de México, la mayoría se entienden pero algunos no.

Es un "huracán" de narrativa magistral. Nos cuenta el horror y la vida en los pueblos, sin ley ni orden social mínimo, pero brillando en personajes mínimos (en apariencia) con historias de "máxima pesadilla" pero totalmente delicados y con derecho a una felicidad que se les niega. Todo en un ambiente sobrenatural, que se suele ser "invocado" al amparo de situaciones dramáticas sin remedio. Ocurre en México pero vale para todo el mundo. La "forma" de la escritura es perfecta y abrumadora. Es muy pronto para decirlo, pero estamos ante una posible "Obra Maestra" o por ahí...

Elegí esta novela de Fernanda Melchor empujado por las recomendaciones y buenas críticas de booktubers y lectores latinoamericanos. Con tan buena puntuación, ¿qué podría salir mal? Pues, aparentemente, TODO. Para empezar, no me ha gustado nada el estilo de la autora. Frases enormes y párrafos eternos que, aunque entiendo el propósito, me han sacado totalmente de la historia. Por otro lado, la abundancia de expresiones coloquiales y palabras malsonantes no suelen ser un problema para mí, pero pienso que en este libro afecta a la coherencia y cohesión de la historia. El inicio de la trama me resultó interesante, especialmente los personajes de las brujas. Sin embargo, el libro fue avanzando y se convirtió en una sucesión de situaciones crudas y brutales: violaciones, abuso de menores, homofobia, asesinatos y muchas más. En ningún momento se profundiza o analiza estos temas complicados, por lo que pierde, a mi parecer, su propósito de crítica o denuncia social. Sinceramente, en mi TBR tenía otros libros de esta autora, pero creo que, de momento, no tengo ganas de volver a leer nada suyo.

Una mezcla de buena escritura con realismo sucio, sórdido, que cuenta las desventuras de personajes pobres sumidos en la abyección y la degradación total de sus vidas. Tuve que saltearme la parte en que narra el abuso sexual de un padrastro a una niña púber. Un verdadero asco

Brutal!!, un golpe seco al mentón. Si algún día quieren convertir esta novela en película, Tarantino debe ser el director. Quiero seguir leyendo a Fernanda Melchor