Un relato de la vida cotidiana de un soldado durante la primera guerra mundial. "Soy joven , tengo veinte años, pero no conozco de la vida más que la desesperación, el miedo, la muerte y el tránsito de una existencia llena de la más absurda superficialidad a una abismo de dolor. Veo a los pueblos lanzarse unos contra otros y matarse sin rechistar, ignorantes, enloquecidos, dóciles, inocentes. Veo a los más ilustres cerebros del mundo inventar armas y frases para hacer posible todo eso durante más tiempo y con mayor rendimiento."
La mejor novela de guerra contra la estupidez de la guerra. Conocía de su valor, pero me decidí a leerla luego de ver la película homónima que está en Netflix. Extraordinaria.
Lectura recomendada para estos tiempos y los que pasaron y los que seguramente vendrán.Tristeza del ser humano el no aprender de sus errores. Lo vuelvo a releer y siento lo mismo que cuando la primera vez.
Excelente relato sobre las dificultades de la guerra y el difícil retorno a la vida normal una vez terminada; muy apegada a la realidad.
El autor plasma las experiencias del soldado de una forma que prácticamente te convierte en el soldado. Libro muy recomendable.
Es una novela muy cruda, te muestra el otro lado de la guerra, el lado de los soldados y te hace pensar en el terror de cada soldado y sus familiares, la desesperación y l impotencia, el pensar que realmente las personas con poder tienen tu vida en sus manos
A través de un joven soldado es posible mirar la cara mas desgarradora de la guerra. Es una novela de guerra muy bien escrita, donde el protagonista muestra la crueldad del momento ante la indiferencia de quienes gobiernan y llevan adelante estos hitos históricos. Jóvenes que mueren, soledad y desesperación para quienes sobreviven.
"Las dos cosas que hacen la felicidad de los combatientes en el campo de batalla son: la comida y el descanso".
La guerra nos ha echado a perder para cualquier cosa. Ya no somos jovenes. Ya no queremos conquistar el mundo. Somos fugitivos. Huimos de nosotros mismos. de nuestra vida. Teniamos dieciocho años y empezamos a amar el mundo y la existencia; tuvimos que disparar contra eso.
Cuando uno se siente solo es cuando empieza a observar la naturaleza y a amarla"
Podéis soportar los horrores mientras agacháis simplemente la cabeza; pero en cuanto reflexionáis, os matan."
"Lo importante no parecía ser el espíritu sino el cepillo para las botas, no el pensamiento sino el sistema, no la libertad sino la rutina".