“Pequeño País” es una estremecedora historia que nos sitúa en la región de los Grandes Lagos en el año 1993. A través de los ojos de un niño contemplamos uno de los peores genocidios que han desangrado África. Sin acritud ni revanchismo, con un estilo sencillo el autor consigue envolvernos en un relato hermoso y nostálgico, que la violencia de los hombres acabará por desterrar.
Año de publicación:2016
Gael Faye, quien es ahora un conocido rapero en Francia, escribe una semi biografía sobre la vida de cuando era chico en Burundi. Hijo de un francés y una ruandesa exiliada en Burundi, manifiesta su falta de identidad. No era ni blanco ni negro. Ni francés ni ruandes. Cuenta cómo vivían los exiliados en Burundi. Las primeras elecciones en dicho país. El golpe de estado posterior. La guerra entre los Tutsis y los Hutus en Ruanda y luego en su país. Libro duro. Muestra cómo los chicos pierden la inocencia. Y cómo pierden a sus familiares dia a día.
Pequeño país, es un libro que atrapa, una vez lo empiezas no lo quieres dejar. Es una narración fluida, una prosa poética exquisita y una historia entre conmovedora y tierna y cruda, ¡crudísima!, que empieza por la infancia feliz y tranquila de Gabriel y su hermanita Ana y que pronto empieza a desmoronarse con la separación de sus padres y termina arrasando con todo a causa del dolorosísimo episodio del genocidio en Ruanda; que sumió a su madre en un estado de locura, pero que, como él dice: “estaba menos loca que el mundo que nos rodeaba”, y con la guerra civil en Burundi que finalmente los lleva, a Gabriel y su hermana, al exilio. Gabriel vuelve años después a su país, a su pequeño país, a ese “maldito país” como lo llama Ana, para encontrarlo “vacío de quienes lo poblaron, de quienes le daban vida, cuerpo y carne”.
Una novela poética en alguna forma, una narración muy sencilla, muy directa, en primerísima persona. Me pareció un relato muy duro de una forma de vida lejana a todo lo que me rodea y que sin embargo toca fibras sensibles en todo el que lo lea
“Aquella tarde, por primera vez en mi vida, entre en la realidad profunda del país. Descubrí el antagonismo entre hutus y tutsis, la infranqueable línea de demarcación que obligaba a cada cual a estar en un bando u otro. Uno cargaba con ese bando desde que nacía, igual que se recibe un nombre, y eso lo perseguía para siempre. Hutu o tutsi. (…) Sin que se le pida, la guerra se encargaba siempre de procurarnos un enemigo. Yo, que quería permanecer neutral, no pude serlo. Había nacido con aquella historia. Me corría por dentro. Le pertenecía” El protagonista de esta historia siente que tiene que tomar partido para mantener su identidad.
Una historia que te atrapa desde el principio. Como la desigualdad y la guerra mutila sueños de infancia y destruye realidades. Una obra única. No dejéis de leerla por favor.
¡Fantástico libro ! Gaby un niño de diez años nos lleva a conocer un poquito más la vida en África, hace un recorrido por su familia, sus amigos y su infancia. Muy bien narrado y hay momentos que te hace parar y reflexionar como es posible vivir en un país así, un país donde el miedo y la violencia es inevitable. Recomendable su lectura. ⭐️⭐️⭐️⭐️
Un libro extraordinario. La simpleza con la que Faye se arma para describir todos los momentos que atraviesa Gaby fue realmente muy placentera de leer. "Simple", "concisa", "atrapante", "dramática" y por momentos "graciosa": estos son los calificativos que utilizaría para describir la historia de Pequeño País y por eso ahora, es uno de mis libros favoritos. Pd: Recomiendo leerlo en su idioma original (francés) ya que no tiene desperdicio alguno (y para aquellos que les cueste un poco el idioma, es "fácil" de seguir.)
Hermosa historia. Tierna y dura por igual. Una perlita de lo poquitito que se puede conseguir en castellano respecto al genocidio en Burundi