Primer libro de la trilogía Oscuridad, una oleada vampírica. Una estirpe maldita se propaga por el mundo, y tu tienes algo bajo la piel que les vuelve locos. Desearás que sólo sea un cuento... Un Boeing 777 aterriza en el aeropuerto John F. Kennedy de Nueva York proveniente de Berlín, y cuando se dirige a la puerta para que los pasajeros empiecen a desembarcar, de repente se oscurece. La torre de control pierde contacto con el piloto y toda la actividad eléctrica del aparato se corta. No se escuchan móviles, ni BlackBerries, ni la radio, nada. Las cortinas de las ventanillas están bajadas y no se ve a nadie dentro. Se reúne un equipo de emergencias y todos observan al avión silencioso ahora bañado por las luces del aeropuerto, en completo silencio. Parece una gigantesca lápida blanca que brilla contra el oscuro cielo de la noche. Entonces una brecha negra aparece en el fuselaje: es una puerta que se abre desde dentro con una lentitud glacial… Siempre han estado aquí. Vampiros. Anidando y alimentándose. En secreto y oscuridad. A la espera. Ahora ha llegado su momento. En una semana, Manhattan habrá desaparecido. En tres meses, todo el país. En seis meses, el mundo entero.
Fantástico! Podría volver a leer la trilogía entera cuantas veces fuera necesario. El inicio de una aventura vampiresa que sale de molde. No, no hay de romanticismo, todo es puro suspenso. Personajes carismáticos a los que se les llega a querer. Deben seguir leyendo los otros dos libros.
Me ha gustado, la descripción que nos da de los vampiros es sin duda estremecedora, los personajes y los escenarios que maneja son en cierto modo espeluznantes, un libro que te mantiene al borde del asiento, avanza un poco lento pero cada página vale la pena que no te das cuenta de cómo avanza la historia
Me considero un depositario de la sabiduría antigua, de la tradición de los hombres que me antecedieron, y de los libros olvidados hace ya mucho tiempo: de un conocimiento acumulado a lo largo de toda una vida de estudios.