MÚNICH

Veamos. Este libro no es una gran obra literaria, pero cumple muy bien algo que uno busca leyendo: entretenerse. Tenemos aquí un thriller histórico, con espionaje, política internacional en el más alto nivel, una crisis real que hace temblar el futuro y una combinación de personajes históricos y ficticios bien perfilados. Siempre me ha interesado el manejo de las situaciones, el cómo suceden las cosas. Y la lectura de “Múnich” nos da un lugar desde el que se puede presenciar la evolución de los caminos de la historia, más allá de las fotos, las declaraciones de prensa y los discursos. Aquí estamos en la cocina de la preparación de un pacto casi imposible, viendo cómo mueven sus piezas Hitler, Chamberlain, Mussolini y Daladier, en medio de las sensaciones, la atmósfera y el lugar mismo de las negociaciones, seguidas con expectación y angustia en todos los países involucrados. Hay una última oportunidad para la paz, está en Múnich en septiembre de 1938 y se da cuando la maquinaria bélica parecía estar ya en marcha para inundar de muerte los campos de Europa. Hitler, alentado por su colega dictador italiano Benito Mussolini, invita a una última reunión a Chamberlain y Daladier, para buscar una salida pacífica a la crisis checoslovaca (y por cierto, sin los checoslovacos en la mesa). Y a Múnich llegan dos hombres con secretas intenciones, formando parte de las delegaciones negociadoras y queriendo algo distinto de lo que ambicionan sus líderes. Ellos son Hugh Legat, inglés, secretario privado de Chamberlain y Paul Hartmann, diplomático alemán pero integrado a la resistencia contra Hitler. ¿Son héroes o traidores? ¿Quiénes tienen la razón? Bueno, ochenta y dos años después con el conocimiento de lo sucedido, sí sabemos quiénes la tenían. A veces luchar por la paz a cualquier trance, puede asegurar nada más que un trayecto hacia la guerra. Y esta es una historia para reflexionar sobre los distintos caminos posibles en tiempos de decisiones trascendentales que afectan a millones de personas. Decisiones que pueden evitar o minimizar la catástrofe. O también provocarla. ¿Qué hubiera hecho uno en el lugar del primer ministro Chamberlain? Sí, por supuesto. Ahora es fácil decirlo.

Una novela basada en la intrahistoria de un hecho histórico relevante siempre es interesante por la información que aporta. En este caso consigue aumentar poco a poco la tensión y de una situación aparentemente estática consigue crear una atmósfera cambiante e inesperada. Una buena novela histórica y de espias

Es la primera novela que leo de este autor que tiene muchas publicadas sobre Roma y otros temas históricos. Esta es la última que ha publicado y me ha parecido una interesante novela sobre los entresijos de la política de apaciguamiento por parte de las democracias europeas hacia la agresiva Alemania nazi que no lograría sin embargo evitar una nueva guerra mundial. Los personajes reales, principalmente el primer ministro británico Chamberlain, están muy bien plasmados por el autor y los ficticios que dan pie a la trama de espionaje también resultan convincentes aunque quizá este hilo argumental más novelesco se queda un poco corto. Puede que a los no muy interesados en el tema que trata la novela les resulte algo aburrida, pero yo desde luego la recomiendo.

Muy buen libro, me gusta la manera cómo el autor describe y narra los acontecimientos. Al ser él inglés pues ya sabemos que no tendrá una posición imparcial pero sí vale la pena leerlo.