MENDEL EL DE LOS LIBROS

Tenía una cuenta pendiente con Stefan Zweig y creo que no he podido empezar mejor. El libro es una maravilla y la compañía ha sido espléndida.  El Sr. Mendel es un "librero ambulante" muy especial. En el Café Gluck tiene instalado su cuartel general. No se concibe el local sin Mendel, está perfectamente integrado. Con una memoria prodigiosa, nuestro protagonista, es toda una celebridad, él será capaz de localizar cualquier libro para ti, no importa la temática. Si existe él lo encontrará.  No presta atención a lo que le rodea, no hay más mundo para él que los libros, y de alguna manera esa será su perdición. Con una prosa elegante y precisa, Zweig hace un relato magnífico. El retrato que hace de Mendel es fabuloso, conoceremos en profundidad a este hombre que vive por y para los libros, y al que la vida no va a tratar demasiado bien.  La soledad, el olvido y una existencia efímera, es lo que se nos traslada en esta lectura. ¿Quién nos recordará cuando no estemos aquí?

El señor Zweig siempre será extraordinario, nuevamente con Mendel nos lleva a sentarnos en un café a descubrir la historia de este amante de los libros que se obsesiono un día por ellos y vivió para ellos, al que muchos denominaban el comerciante de libros y para el país que lo recibió como refugiado fue un simple vendedor ambulante. Magistral como siempre este escritor que nos delita con su delicada descripción de sentimientos que susurran al oído esta historia de la que es mejor no contar mucho para que cada uno pueda regalarse unos minutos con este fantástico escritor. Ene-2022

Relato corto exquisitamente escrito, como todo lo que he leído del autor, con una trama lenta y pocos personajes que no están desarrollados. Transmite de manera increíble el respeto y el amor por los libros, de tal forma que es la primera vez que me sorprende una forma de llamarlos: tosco paralelepípedo. La diferencia del protagonista entre el antes y el después de sufrir una injusticia está formidablemente detallada y ha llegado a emocionarme. Un cuento que se lee en un ratillo pero que deja poso, un relato que debo aconsejar para que lo leáis, porque es Literatura, en mayúsculas, de esa que en pocas hojas te cuenta un todo.

Historia tan bella como triste, un maravilloso personaje que veía el mundo a través de los libros cual ventanas, que se vio inmerso en algo que como a la mayoría no tenía nada que ver con él. Sublime y exquisita la forma de narrar, Zweig hacía magia con sus palabras. Recomiendo su lectura ¿Cómo no?

MAYO 2021. LIBRO 58 "... Allí, en aquella mesa y sólo en ella, leía sus catálogos y sus libros, tal y como le habían enseñado a hacer en la escuela talmúdica, canturreando en voz baja y balanceándose... Jakob Mendel no veía ni oía nada de lo que ocurría a su alrededor..." En esta ocasión en escasas cincuenta páginas Zweig nos describe la intransigencia e ignorancia de quién tiene un cargo que se cree alguien y que ve fantasmas donde solo hay pelusas, la compasión y el cariño de la señora de la limpieza que no olvida... En resumen nos habla como siempre en sus libros de sentimientos magistralmente descritos. En aquella época Mendel era el " tipo rarito" que se sentaba en una mesa con una memoria prodigiosa y escasa habilidad social, centrado únicamente no en el contenido de los libros sino en la editorial, título, precio... Describe claramente a una persona con síndrome de Asperguer personas que si actualmente son muchas veces despreciados por desconocimiento, en 1929 que es cuando se escribió este libro no quiero ni pensar. No creo que en aquella época se conociera este tipo de autismo, Zweig seguro que se inspiró en alguien para escribir este bello relato, alguien a quien le hubiese dado igual salir en él, alguien sin habilidades sociales, alguien con rutinas, falta de empatía, y con pocas cosas que le interesaran realmente pero con fijación hacia ellas. Mi recomendación es, que no dejes de leerlo, apenas una hora te va a dejar un buen sabor de boca y te vas a sentar en la mesa de al lado de Mendel y observarlo en primera fila. 📌📌SI TE HA 😍GUSTADO 😍ESTA RESEÑA O LA DE CUALQUIER OTRO USUARIO 💁🏽🙋🏼‍♀️DE ALIBRATE PINCHA EN EL LIKE QUE VA EN EL 💙CORAZON GRANDE AL LADO DE DONDE DICE: ¿TE HA GUSTADO ESTA RESEÑA ? 📌📌

Nos cuenta la historia de Jakob Mendel, un viejo que se pasa todo el tiempo sentado en una cafetería leyendo un libro. Jakob es judío y un día es trasladado a un campo de concentración. Nos cuenta su historia, como tiene una memoria enciclopédica, (que ya quisiera yo tener 🤩) como se perdía totalmente en sus libros y se olvidó de la realidad por completo, lo cual fue un error que pagó caro. Me dolió leer el tiempo que pasó en ese campo, fue horrible y devastador en todos los sentidos. Este libro me hizo llorar en muy poquitas páginas 😢 pero me gustó.

¿Sos un libro-saurio? Este cuento me encanto. Trata de un señor con una buena memoria, se acuerda donde está ubicado cada libro. No le hace falta anotarlo. Es una lectura para amantes de los libros. Es corto, para leerlo en una tarde. Te encariñas con el protagonista. Con un buen final. ¿Qué más puedo pedir? Se lo recomiendo 🤭. Yo por mí parte leeré más al autor. ¿Con cuál me recomiendan seguir?

“Mendel el de los libros”, escrito en 1929 por Stefan Zweig, en un período ya de madurez en su trayectoria como escritor, es un relato en el que se narra la historia de un peculiar y excéntrico librero, reconocido por sus conocimientos bibliográficos y por su memoria enciclopédica, que da título a la novela; Jakob Mendel, conocido como Mendel el de los libros. Mendel es un librero que vive por y para los libros, sin nada más en lo que pensar ni a lo que atribuir importancia; recluido en el mismo café desde la mañana hasta la noche, en la misma mesa, con la misma indiferencia más allá de sus preciados objetos. Zweig nos sitúa en 1915, en Viena, en una Europa enfrentada por la Primera Guerra Mundial; una época que el autor austríaco retrata de manera excepcional. En dicho contexto histórico, nuestro cándido y despreocupado librero, Mendel, acaba siendo injustamente una de las víctimas de la Gran Guerra. Como es habitual en los libros de este gran escritor, la prosa es sencilla, elegante, pulcra y sensible; el pulso narrativo idóneo, que hace que no decaiga el interés y que cada vez te sumerjas más en la historia; y el protagonista, un personaje con una psicología muy peculiar. Lo que don Stefan representa en este relato, más allá de la exclusión nacionalista en la Europa de la primera mitad del siglo XX, son las idas y venidas de una vida. Zweig refleja los momentos de apogeo de Mendel y plasma su disimulado orgullo y su creciente soberbia; para culminar el relato cuando éste, habiendo expirado, ya ha sido olvidado por todos y su venerada figura ha quedado reducida a la imagen en el recuerdo de una sola persona. Y es triste, pero a todos nos va a pasar, todos vamos a acabar siendo olvidados, como si nunca hubiésemos pasado por la faz de la tierra, desintegrados por el extravío, condenados; a no ser que seamos un Miguel de Cervantes, un William Shakespeare, una Jane Austen o una Marie Curie, alguien que logre trascender en la historia de la humanidad. Aparte del sentido algo abstracto que le he dado, creo que la novela es también un canto a los libreros y a los libros, y, cogiéndolo un poco con pinzas, un manifiesto antibelicista. Es un relato que, como todo lo de Zweig, recomiendo a rabiar. A mí me ha encantado. 11/02/2022