María Antonieta es una magnífica biografía ajustada a las fuentes históricas. La genial interpretación del personaje y del ambiente de la época debe tanto a la gran penetración psicológica de Stefan Zweig y a su poderosa intuición poética, como a la fidedigna documentación de que se sirvió. Esto es lo que da densidad y emoción humanas al libro, además de un creciente y apasionante interés. Leyendo este magistral libro, uno se siente transportado al París del siglo XVIII, donde vivió María Antonieta en su pequeño y carísimo castillo de Trianon, rodeado del pueblecito campesino que se hizo construir en los inmensos jardines del palacio de Versalles, con su exclusiva corte, donde reinaba la moda de lo natural. Allí, la reina, disfrazada de campesina, ordeñaba con un cubo de porcelana a sus dos vacas que vivían en un limpísimo establo con grietas pintadas en las paredes. Más adelante, podemos vivir de cerca, de la mano de Stefan Zweig, los días de la revolución francesa y la caída en desgracia de Maria Antonieta y su familia, hasta que fue decapitada en la guillotina.
Las verdaderas horas trágicas de la caída de María Antonieta no fueron nunca las de las grandes tormentas, sino las de los días engañosamente bellos que siempre relucen entre ellas.
Sin sospechar que el derecho impone también deberes y que el amor más puro acaba por fatigarse si no se siente correspondido.
El viejo poder, la realeza y sus guardianes, los aristócratas, se han ido a dormir. Pero la Revolución es joven, tiene la sangre indómita y ardiente, no necesita descanso, espera impaciente el día y la acción.
El valor que muestra es para infundir valor a los otros; ella misma no cree ya, realmente, en días mejores.
Nunca es una mujer más honesta y más noble que cuando sigue de forma enteramente libre sus sentimientos inequívocos y largamente probados, nunca una reina más real que cuando actúa del modo más humano"
El mundo del esposo es el dia; el de la mujer, la noche ; así, las agujas del reloj de su vida están siempre en oposición, como el sol y la luna.