Independiente, poco sociable, intuitiva y poderosa, la detective replicante Bruna Husky sólo tiene un punto vulnerable: su gran corazón. Cuando el inspector Lizard desaparece sin dejar rastro, la detective se lanza a una búsqueda desesperada y contrarreloj del policía. Su investigación la lleva a una colonia remota de Nuevos Antiguos, una secta que reniega de la tecnología, así como a rastrear los orígenes de una oscura trama de poder que se remonta al siglo xvi. Mientras tanto, la situación del mundo se hace más y más convulsa, la crispación populista aumenta y la guerra civil parece inevitable. Bruna tendrá que hacer frente a su mayor temor, la muerte, en una historia que es un certero y deslumbrante retrato de los tiempos en que vivimos. Los tiempos del odio es una novela intensa y de acción trepidante, en la que están presentes los grandes temas de Rosa Montero: el paso del tiempo, la necesidad de los otros para que la vida merezca la pena, la pasión como rebelión frente a la muerte, los excesos del poder y el horror de los dogmas.
Cierre de la trilogía de la detective tecnohumana, Bruna Husky, quien vuelve a enfrentarse a fuerzas poderosas en alianza con los más variopintos personajes, y como en los anteriores libros, pasa de despreciar a estos aliados involuntarios a respetarlos, quererlos y convertirlos en familia. Me gustó mucho el final para ella y también como Rosa Montero se convirtió en un personaje más de su obra. Esto ya lo hemos podido observar en otros libros suyos, como "La carne".
«Yo creo que las guerras las ganan esas poblaciones que no se rinden. Que insisten en seguir manteniendo la cotidianidad frente al horror», había comentado el archivero. La vida era tan resistente y tenaz como una rata.
Yo creo que las guerras las ganan esas poblaciones que no se rinden. Que insisten en seguir manteniendo la cotidianidad frente al horror.
Comprendía con una claridad que la cegaba que todo ese pantano era puro miedo. Cuánto miedo daba querer tanto, necesitar tanto algo que no podías controlar.