LOS NIÑOS DE IRENA: LA EXTRAORDINARIA HISTORIA DEL ANGEL DEL GUETO DE VARSOVIA

Muchos libros se han escrito sobre la barbarie que significo el Holocausto. Tilan j. Mazzeo como buena historiadora nos cuenta, en forma cronológica, la historia del gueto de Varsovia, pero en particular la vida de Irena Sendler quien lidero una “red” clandestina dedicada a ayudar familias judías y recatar niños desde el interior del gueto de las manos del ejército alemán. El libro relata como operó esta red entre 1941 a 1945, con sus aciertos y fracasos. Este libro en particular me costó calificarlo. Para empezar, hay que mencionar que no es una novela sino un relato netamente histórico. Lo que leerás es realidad pura, cargada de datos cronológicos muy bien documentados. La investigación está de 10. Mi problema surge en la forma de narrar. La falta de diálogos y el uso excesivo de nombres me agotaron y lo sentí muy pesado (pese a tener solo 288 páginas). Reconozco que para muchos este libro puede ser atractivo. La historia es única, sin duda, pero la forma en que me la presentaron no me gustó. A pesar de lo anterior, “Los niños de Irena” consigue algo importante: Rendir homenaje a las personas que se jugaron la vida por aquellas personas perseguidas por su religión. Algo para recordar y destacar. “Los héroes haces cosas extraordinarias. Lo que yo hice no fue extraordinario. Fue normal…” 10.11.21

OCTUBRE 2020 LIBRO 72 Verdaderamente es una historia extraordinaria de una mujer muy joven, enfermera y trabajadora social que debido a la ocupación nazi y constitución de gueto de Varsovia, constituyó una Red secreta para salvar más de 2500 niños y ponerlos a salvo con familias repartidas por todo el mundo, con la idea firme de devolverlos a sus familias de origen cuando todo terminaral. Para ello ayudada de múltiples colaboradores sacaban a los niños del gueto de las formas más extrañas, en cajas de herramientas a bebés sedado, en cajas de patatas, a través de la Red de saneamiento... Irena jamás se consideró una heroína, pensaba que era lo que cualquiera hubiera hecho, siempre dijo que lo que pudo hacer fue gracias a toda esa maravillosa red arriesgó su vida en pro de los niños. La vida de Irena fue silenciada durante muchos años, si bien fue nombrada en Jerusalem Justa entre las Naciones, un ejemplo de tesón, valentía y determinación. La historia es magnífica, si bien me ha costado leer el libro, la documentación es increíble, demasiados nombres difíciles de recordar, que son necesarios pero en mi opinión excesivos, llega un momento sobre todo en la primera mitad del libro que te pierdes. Casi he estado a punto de abandonarlo, pero la temática me gusta mucho y gracias a eso he completado una historia real e increíble.

Desde que la increíble historia de Irena Sendler, su tenaz círculo de confianza y los dos mil quinientos niños judíos salvados de la muerte en el gueto de Varsovia durante la Segunda Guerra Mundial comenzó a ser conocida han ido proliferando estudios, ensayos y novelas sobre los hechos acontecidos dentro y alrededor del barrio judío amurallado. La historiadora cultural, biógrafa y escritora norteamericana Tilar J. Mazzeo (1971), autora de varios best sellers, nos da luz sobre el peligroso e ingenioso plan tramado por Irena Sendler para salvar a la mayor cantidad de niños posible. Como ya sabéis, se trata de una historia de valor, coraje y resistencia. Pero, además, y he aquí la gran novedad, también de un amor imposible. El ángel del gueto de Varsovia se nos muestra en este relato con sus grandezas y fortalezas, pero también con todas sus dudas y debilidades. Porque, aunque la Historia se centre muy a menudo en los aspectos más heroicos de sus grandes personajes, estos --también Irena, por supuesto-- también hubieron de sufrir penalidades, teniendo que hacer frente a mil y una dudas y debiendo tomar decisiones no siempre acertadas. Por ello, leer el libro Los niños de Irena, de Tilar J. Mazzeo, donde la protagonista ya no es la típica mujer perfecta que todo lo puede --he de confesar que esto siempre me había chirriado, y fue durante años la principal causa de no atreverme a escribir la segunda parte de su historia--, sino una mujer corriente que sufre con cada decisión tomada me ha desatascado por completo.Me gustaría resaltar la parte de la historia que tiene que ver con el amor imposible de Irena con Adam Celnikier. La historia viene de lejos. Muy de lejos. De cuando todavía vivía su padre, el doctor Stanislaw Krzyzanowski, e Irena apenas tenía seis años. Por aquel entonces, la familia de Irena tenía mucha relación con la comunidad judía de Otwock, donde su padre ejercía como médico. Adam y ella jugaban juntos en las calles de la ciudad balneario. Y siguieron haciéndolo hasta que Janina e Irena se mudaron a Varsovia, tiempo después de la muerte de su padre. Años después, se reencontraron en la capital polaca. Sintieron atracción de inmediato. Pero su historia era imposible ya que Adam estaba prometido a una joven judía. Además, la madre de él se oponía a cualquier tipo de relación entre los jóvenes.Irena, todavía enamorada de Adam, hubo de continuar con su vida, y terminó casándose con el profesor polaco --y católico-- Mieczyslaw Sendler. La relación entre ellos nunca terminó de fructificar del todo --Mieczyslaw siempre se quejó de la excesiva implicación laboral de su esposa, así como de su falta de tiempo y motivación para crear una verdadera familia-- y él acabó aceptando una propuesta laboral en una universidad cercana a la frontera con la Alemania de Hitler. Mala decisión, porque pocas horas después de su llegada los alemanes cruzaron la frontera y lo hicieron prisionero. Y he aquí la gran novedad. Servidor pensaba que Mieczyslaw fue asesinado por los nazis --ya que su nombre apareció incluso en la lista de fusilamientos diarios--. No obstante, sobrevivió en un campo de trabajo en Alemania y, meses después de finalizar la guerra, volvió a aparecer en Varsovia. Para entonces, Irena y Adam estaban por fin juntos --él se había divorciado de su esposa judía-- ¡e Irena estaba embarazada de cinco meses! Mieczyslaw e Irena se divorciaron amistosamente. Tan amistosamente que, años después, Irena se divorció de Adam --también de manera amistosa-- y ¡se casó nuevamente con Mieczyslaw! ¿Es o no todo un gran culebrón?No, lo que acabo de contar no es un spoiler. Nunca un hecho histórico ocurrido hace ochenta años puede considerarse un spoiler. Además, estos hechos contribuyen a humanizar, más si cabe, a sus protagonistas. Todos acaban divorciados, pero tan amigos entre sí. Algo solo posible tratándose de personas bondadosas. Puede que se hagan daño, pero nunca a conciencia. Y todos sufren por igual. ¿Hay algo más humano que sufrir y hacer sufrir sin maldad alguna? En mi caso, al menos, esta desconocida parte de la historia me ha fascinado. Y me ha hecho entender muchísima cosas. Irena jamás se consideró una heroína --solo una pequeña parte de una gran red de colaboradores y resistentes frente al nazismo y el Holocausto judío--, sino que aseguró haber tenido pesadillas durante el resto de su vida a causa de sus errores y malas decisiones. De ahí que, sin duda injustamente, se considerase a sí misma mala hija, mala esposa y mala madre. Y eso, lejos de hablar negativamente de ella, la catapulta todavía más hacia la categoría de personaje único. Más veraz, auténtico y resiliente.El resto del ensayo de Mazzeo incide en la extensa red de resistentes polacos --católicos y judíos-- y en sus acciones contra las aberraciones cometidas por los nazis en territorio varsoviano. Acciones que todos deberíamos conocer y aprender. Porque los pueblos que no aprenden de su pasado están condenados a repetir los mismos errores...

Llamada “La mujer Schindler” o “ El Angel del Gueto de Varsovia”, esta polaca católica – fallecida en 2008 a los 98 años-, salvó a 2.500 niños judíos del gueto de Varsovia, liderando con inteligencia y arrojo a un numeroso equipo de personas ( Polonia fue el único país que tuvo una asociación secreta y clandestina de no-judíos para resistir a los nazis y ayudar a los judíos). Justa entre las Naciones desde 1965, ciudadana honorífica de Israel, en 1979 en su encuentro con Juan Pablo II le obsequió una estampita católica que ella encontró en su encierro cuando estuvo a punto de ser sentenciada a muerte luego de ser arrestada y torturada por la Gestapo en octubre de 1943. Fue también candidata al Nobel de la Paz en 2007. Irena, enfermera y trabajadora social, tuvo como mentora a Helena Radlinska ( famosa profesora judía de la Universidad libre de Polonia, pionera en el campo del trabajo social cuyos programas sociales se convertirían en el modelo de la mayoría de las democracias occidentales en materia de asistencia y beneficio social) y colaboró estrechamente con el Dr. Janusz Korczak ( profesor judío de la Univ. Libre de Polonia quien tenía un orfanato dentro del gueto y es muy conocido por haber acompañado a 200 niños judíos a la cámara de gas en Treblinka donde murió con ellos). El libro de 208 págs., con fotos abundantes, da cuenta – en 17 capítulos- de la historia de Irena, de la de sus padres, de la creación del Gueto de Varsovia, de cómo se vivía allí, del levantamiento armado en 1943 y de todo lo que esta mujer de 1.50 de estatura hizo para convertirse – desinteresadamente - en una gigante. Su historia comenzó a hacerse conocida luego de la desintegración del bloque soviético.

Esta crónica presenta la primera parte de la vida de la gran Irena Sendler, una mujer polaca que arriesgó su vida para salvar a cerca de 2500 niños del gueto de Varsovia, durante la Segunda Guerra Mundial. A través de sus 17 capítulos, cuenta los inicios de Irena, sus nexos con la comunidad judía, su vida como estudiante y el origen de sus amistades más fuertes, su primer matrimonio y su vida en Varsovia. La parte más extensa del libro cuenta en detalle su determinación para liderar y mantener una red de colaboradores que, en la clandestinidad, ayudó a sacar y esconder a los niños judíos para salvarlos de la inanición y el horror que diariamente se vivían en el gueto. La autora reconoce que es una historia narrada a través de un espejo borroso, pues reconstruyó los hechos a través de entrevistas, historia oficial, visitas a museos, testimonios de terceros y de la misma Irena. Es impresionante el trabajo investigativo tan extenso que se evidencia a través de las páginas, así como en la bibliografía, al final del libro. Para mí, el hecho de incluir fotografías, un mapa de lo que fue el gueto y breves datos de los personajes clave de la historia le añadió al libro un valor inmenso, que lo convierte en material de estudio. Sembró en mí la necesidad de seguir indagando sobre el tema. Lo único negativo del libro fueron algunos errores de redacción, que en algunos momentos le restaron fluidez a la lectura.

De mis vacaciones del pasado verano en Polonia me impresionaron muchas cosas y lugares, pero sin duda la historia del Ángel de Varsovia (Irena Sendler, otra "salvavidas" de niños judíos) me dejó con ganas de saber más. "Irena Sendler fue una enfermera y trabajadora social polaca que, en la Segunda Guerra Mundial, salvó a más de dos mil quinientos niños judíos condenados a ser víctimas del Holocausto. Llegó a ser candidata al Premio Nobel de la Paz, fue reconocida como Justa entre las naciones y se le otorgó la más alta distinción civil de Polonia: la Orden del Águila Blanca. Esta novela cuenta cómo llegó a convertirse en esa heroína, la historia de la joven y hermosa mujer que tuvo que hacer frente a grandes riesgos, a pesar de los cuales no dudó en poner en peligro su vida para ayudar a salvar las vidas de miles de pequeños. Muchos de aquellos niños están vivos y cuentan su parte de la historia en primera persona. El relato de Irena es una historia de valentía, pero también de un amor imposible y, por supuesto, de una época histórica tan terrible como real: la Segunda Guerra Mundial."

Una Historia más de heroísmo en tiempos de Guerra, así como Irena existieron muchas personas que sacrificaron sus vida para ayudar a niños a sobrevivir a el Holocausto. La humildad de Irena es increíble, nunca se adjudico sola ella todos los niños que salvaron.

Un libro increíble, de una mujer increíble. La historia de Irena Sendler y su red debería ser conocida por todos.